Cuando decides que cortarte las alas es mayor acto de rebeldía que seguir volando.
Nunca nada te ha parado, y aún sin alas seguirás siendo libre.
No he visto nada que ilumine tanto como tú, ni que sea tan apagado.
Eres como mil contradicciones, pero todas en una.
Luz y oscuridad, lo bueno y lo malo, incluso lo peor. Y así me gustas, de todas las maneras, de 0 a 100, y viceversa.
No hay por donde pillarte, y es que sigues volando aún sin alas.