Quizás el amor sea simplemente eso, el egoísmo de uno mismo.
No saber vivir sin nadie a nuestro lado, sin nadie que nos cuide, que nos quiera, que nos haga sentir especiales.
Querer a una persona por lo que hace por ti, por todo lo que hace por ti.
Porque si hiciera lo contrario o simplemente no lo hiciera, ya no sería lo mismo.
Porque te hace sonreír en tus peores días, y eso cuenta más que nada.
Porque te ayuda cuando no ves la luz que hace que sigas adelante con tu camino ya establecido.
Porque te pone patas arriba tus planes, y la vida.
Porque no hay nada más bonito que su sonrisa, y madre mía cuando ríe, es como si todas las maravillas del mundo se concentraran en una misma persona.
Porque cuando haces el tonto no te mira raro, lo hace contigo y, a veces, incluso más que tú.Ahí sabes que es esa persona con la que quieres compartirlo todo.
Lágrimas, sonrisas, conciertos, viajes, vida, silencios, y un etcétera de cosas infinitas.Y si somos egoístas por amar, qué egoísmo tan bonito.