Haymitch se ha mantenido al margen. Lo he visto en varias ocasiones pero no hace ningún comentario sobre la carta durante mucho tiempo.
El tema a quedado congelado, ni Katniss ni yo hablamos mas del asunto. Después de lo sucedido hace dias ella y yo estamos en una situación pacífica. Ni ella se acerca a mi ni yo a ella. Ambos respetamos al otro.
No me engaño creyendo que sus palabras donde expresó su amor hacia mi, significan el amor de una mujer por un hombre, yo lo he tomado como se quiere a tu familia y amigos.
Lo sucedido con Andria fue un momento de debilidad. Fueron minutos tontos donde mi cabeza bullia con cientos de sucesos estos años, dónde no lograba encajar nada, y el verla ahí, tan cerca, con total aprobación a lo que sea que le hubiera pedido. Me alegra no haber llegado a más. Tanta represión exploto y la besé olvidándome de quien era ella y quien era yo.
— Cuánto tiempo sin ver tu alegre rostro preciosa.— grita Haymitch que esta a un lado mío.
Miro hacía donde esta viendo y veo a Katniss acercarse malhumorada.
—¿Sigues sobrio Haymitch?, que novedad.
—Le estaba diciendo a tu esposo que esta muy blanco. Ya no lo dejas salir al sol, debes darle un respiro preciosa. Míralo todo flaco, ojeroso, las piernas temblorosas de tanto amor que le pides.
Katniss le da la espalda y regresa por donde vino y Haymitch suelta a reír.
—no hace falta que la pongas de mal humor— acometo.
—mira chico; si a tu edad no sabes como quitarle el malhumor a tu mujer, estas perdido.
Sigue de largo su camino y yo hacía mi casa.
—¡DENLE DURO CHICOS!, ¡queremos buenas nuevas muy pronto!— grita fuerte.
Katniss se detiene cuando estaba a punto de entrar a la casa y se gira para hacerle una seña obscena.
—¡QUITALE EL MALHUMOR PEETA!— vuelve a gritar
Katniss baja los escalones y toma una piedra y la lanza de forma certera hacia Haymitch que alcanzó a agachar la cabeza provocando que le diera la piedra en la espalda.
—Son de paz. — dice mientas camina con la cabeza gacha pero más rápido hacia la salida de la aldea.
Katniss junta otra piedra y lo observa calculando si lo alcanza. Yo llego junto a ella.
— Sí lo alcanzas. Pero si le das podrías desmayarlo y tendríamos que arrastrarlo hasta su casa y la distancia ya es mucha.
—o podríamos dejarlo tirado en el suelo.
—buena idea— volteo para ver donde esta nuestro mentor; pero ya es una figura borrosa.—la próxima vez no dudes en aventarle tantas como desees.
La dejo ahí parada y voy a la casa.
Mi intención es ir al estudio a pintar; pero Katniss entra detrás mío y habla:
—No he comido, hoy hubo mucha gente con mi madre. Demasiados castigos de parte de Thread. ¿tienes hambre?
—No; pero tampoco he comido. Supongo que debemos cocinar.
De lo que llevamos casados nunca hemos cocinado aquí, ambos desayunamos y comemos con la familia de cada uno. Una forma de llenarles las despensas y que ellos no sientan que les hacemos un favor. Cenamos cualquier cosa que traemos de la casa de nuestros padres.
—¿Sabes cocinar?— pregunta ella incrédula.
—Soy panadero Katniss.
—haces pan, Peeta. Eso no quiere decir que sepas hacer guisados para la comida o cena.
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LOS MELLARK
FanfictionPeeta y Katniss están casados, han seguido las órdenes de Snow. Pero su matrimonio es fingido, así como su amor ante el público. Katniss vive en su mundo de miedo y soledad, ha creado una barrera en donde nadie puede ver. Tres años casada con Peeta...