Capítulo 1.

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Se quejó cuando abrió los ojos, no podía enfocar con claridad en donde estaba, la habitación estaba bastante obscura aunque podía reconocer que se encontraba en una oficina, y eso era por el escritorio que estaba frente a él y la silla al lado de la que él estaba sentado, intentó moverse pero le fue imposible, notando que se encontraba atado a la silla, también quiso gritar pero tenía una mordaza en su boca que se lo impedía. La desesperación comenzó a adueñarse de su cuerpo porque no tuvo que pensar mucho para tener la respuesta a lo que estaba sucediendo, las lágrimas llegaron a sus ojos de inmediato cuando se vio perdido a sí mismo, lo último que podía recordar era haber estado caminando de la cafetería de sus padres hacia la parada de autobuses para ir a la universidad pero ahora estaba en ese lugar.

Gritó pero éste murió en la mordaza dejando sólo suaves sonidos en el aire mientras seguía intentando soltarse porque él no podía estar ahí, debía estar en su clase de contabilidad, o en su cama durmiendo, no sabía cuánto tiempo había pasado de verdad desde que lo tomaron en la calle, ahora podía recordar incluso un auto negro detenerse mientras caminaba y a dos hombres que lo tomaron desprevenido y antes de que pudiese reaccionar lo metieron al auto y ahí moría todo luego de que un pañuelo fuese colocado a la fuerza sobre su nariz.

Escuchó la puerta detrás de él abrirse y se tensó cuando hubieron pasos acercándose a él, dejando ver a un hombre que él podría reconocer a metros de distancia, porque ese hombre iba todos los días a la cafetería de sus padres, llevaba tres años haciéndolo, y hasta le agradaba porque a él era al único que le regalaba una pequeña sonrisa cuando tomaba su pedido o lo dejaba sobre su mesa, que incluso su hermana Yang Mi le decía que el hombre lo adoraba, pero él sólo lo veía como algo de empatía hacia su persona porque fue quien tomó su pedido la primera vez que entró en el local o porque era quien por lo general atendía su mesa, pero ahora comenzaba a dudar que esa haya sido la verdadera razón.

—Ya despertaste, te quitaré esto, pero no puedes gritar —dijo el hombre tomando la mordaza y bajándola, pero como si le hubiese dicho que cuando la quitar gritase él lo hizo, pidiendo ayuda, logrando que el hombre la volviese a colocar en su boca —Dije que no grites.

Su respiración se comenzó a volver irregular por las lágrimas que comenzaba a retener, no dejaría que el hombre lo viera cuan asustado estaba. Vio al hombre apoyarse en el escritorio frente a él y cruzarse de brazos mientras lo analizaba, y él apartó la mirada incapaz de continuar viendo ese rostro porque de verdad le agradaba antes cuando lo veía en la cafetería, cuando pensaba que era alguien solitario pero interesante como persona, al verlo sentado con un libro y su taza de café en la misma mesa, siempre solo; únicamente una vez recordaba haberlo visto compartir mesa y eso fue porque la cafetería estuvo llena, pero ahora ya no le agradaba.

—Min Ho tiene buen gusto —lo tomó por la barbilla analizando su rostro y él se removió porque no quería que lo tocase —me agradas Taemin, pero también me agrada mi trabajo y mi sueldo, o el café que prepara tu papá y las magdalenas de tu mamá —soltó su barbilla —hagamos un trato, te quitaré la mordaza pero no debes gritar.

No asintió ni negó, no lo creía necesario si el hombre iba a hacer lo que él quisiera, lo único que quería era volver a su casa junto a sus padres y hermanos, temiendo que eso no fuera posible porque el hombre frente a él no parecía tener intenciones de dejarlo ir, más bien parecía que lo tendría ahí por años y estaba temiendo porque sabía que esa tarde fue víctima de un secuestro, todo estaba bastante claro ahora que había pasado algunos minutos desde que despertó. Cómo hubiese querido quedarse en la cafetería y no asistir a clases ese día, continuar con el festejo del cumpleaños de su hermano menor que acababa de cumplir los cinco años, pero no tenía sentido lamentarse si el tiempo no iba a regresar para permitirle quedarse con su familia y no estar ahí.

Abrumador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora