Capítulo 4.

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Despertó por la opresión de una mano en sus caderas y ese constante movimiento de su cuerpo tomándole algo de tiempo reconocer lo que estaba pasando, apretó los puños contra las sábanas y mordió su labio inferior manteniéndose con los ojos cerrados, sintiendo como Min Ho se movía en su interior y gruñía cerca de su oído, de todas las formas que pensó que podría ser despertar esa no estaba en sus opciones ni siquiera cuando la noche anterior fue obligado con el pene de su esposo dentro de él. Esperaba que en algún momento en la noche éste saliera de su interior pero hasta que logró dormirse sólo fueron pequeños movimientos sin que sucediera, pero aun así no esperó despertar de esa forma tomando su cuerpo cuando él ni siquiera sabía lo que sucedía hasta ahora que despertó.

Sus nudillos comenzaron a tornarse blancos por la fuerza con la que tomaba las sábanas, sintiendo el sabor metálico por como mordía su labio y parecía que Choi ni siquiera notaba que él ya no estaba dormido porque podía sentir como los movimientos se hacían más rápidos y Min Ho gemía más fuerte, mordiendo su hombro cuando se corrió en su interior pero él continuó apretando las sábanas a pesar de que la mano sobre su cadera ahora sólo estaba posada ahí y una la respiración del empresario caía sobre su cuello, así como él también dejó de lastimarse a sí mismo, escuchándolo gruñir cuando la puerta de la habitación sonó.

Entonces lo sintió deslizarse fuera de él y moverse por la habitación, dejando su cuerpo cubierto con una delgada manta y luego escuchó la puerta siendo abierta, pudiendo reconocer la voz de su madre que en un principio fue algo fuerte y después se volvió baja, siendo sólo susurros para él, podía escuchar cómo ésta le decía que ellos se iría porque tenían que abrir la cafetería y querían despedirse, miró hacia la mesita de noche en donde había un reloj y éste marcaba las nueve de la mañana, sabía que era tarde para la hora que sus padres solían abrir la cafetería, luego vino la voz de Min Ho respondiendo que él todavía estaba dormido y aunque quería despedirse de sus familia no quería ver a su esposo, suficiente era con tener que escuchar su voz y saber que esa mañana lo había tomado su cuerpo sin su consentimiento, y sentía que si iba con su familia no querría alejarse de ellos y toda su situación quedaría al descubierto.

Luego de escuchar un poco más la voz de su madre sintió la puerta de la habitación ser abierta y como Min Ho se movía a través de ella, entrando en la puerta del fondo que suponía era baño porque la habitación no era tan diferente a la que él se quedó antes, esa no era más especial, quizás un poco más grande que las otras, pero era todo porque tenía una cama en el centro de la habitación con mesitas de noche a cada lado y lámparas sobre estas, un armario amplio en una de las paredes y una puerta que se suponía llevaba al baño, era todo lo que se podía encontrar en todas las habitaciones quizás porque no era la casa que Min Ho utilizaba con normalidad porque cada recámara carecía de calidez, no porque la casa no tuviera calefacción, sino la que le dan las personas al habitarla.

Se movió un poco sintiendo el dolor de su cuerpo, uno que la noche anterior no tuvo y que quizás se debía a que no pudo moverse en toda la noche, sintiendo molestia en su parte posterior cuando quedó viendo al techo, respiró profundo mientras se movía un poco más reconociendo como se sentía su cuerpo, también había esa sensación de pesadez debido al alcohol de la noche anterior ya que no acostumbraba a beber además de que no podía decir lo que sentía, no física más bien psicológicamente porque había esa opresión en su pecho que le hacía querer llorar pero las lágrimas sólo no podían caer, resistían a hacerlo, sintiéndose perdido y más si ese sólo era su primer día al lado de Choi, no quería imaginar cómo serían los demás.

Cerró los ojos cuando escuchó la puerta del baño abrirse y otra vez a Min Ho moviéndose por la habitación, hasta que sintió que se detuvo al lado de la cama, y el colchón hundirse a un costado, seguido de la mano fría sobre su hombro agitándolo un poco para que se despertara.

Abrumador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora