Capítulo 40

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Al llegar a casa papá y mamá nos recibieron y nos abrazaron como si no nos hubiesen visto en meses.

-¿Cómo lo habéis pasado en el viaje?.-Dijo papá mientras nos ayudaba con las maletas. Miré a Héctor quien sonrió disimuladamente.

-Estuvo divertido.-Dijo Marta mirando hacia el suelo. Esta vez miré a Susan quien me mirada diciendo un "te lo dije". Susan se estaba volviendo bastante irritante en cierto punto, sabía que estaba haciendo las cosas mal, pero no era para que me lo estuviese repitiendo todo el santo día.

-Me alegra que hayáis disfrutado de estas pequeñas vacaciones, ahora ya podemos terminar con los preparativos de la boda.-Dijo mi madre ilusionada y mi mundo se vino abajo volviendo a la realidad. Nos casaremos y la verdad es que no me siento culpable por nada de lo que he hecho. Disfruté bastante lo que hice y sé que está mal, pero en ese momento era lo que los dos queríamos.

-Ariadna.-Escuché a mi madre llamándome.

-¿Si?.-La miré saliendo de mis pensamientos.

-Quería saber si ya tienes vestido.-Vestido...oh mierda.

-No, pero creo que ten...

-Nada, mañana iremos a comprarlo.-Me interrumpió.

-Yo no podré ir mañana con vosotras, tengo una reunión.-Dijo Marta haciendo un puchero y miró a Héctor.-Pero creo que Héctor puede ir con vosotras ya que Siwon no puede ver el vestido. Necesitas una opinión de un hombre y Héctor sabe de esas cosas.-Sugirió.

-No creo que sea buena idea.-Dijo Siwon.

-¿Por qué no? Héctor conoce a Ariadna desde pequeña, será un honor que nos acompañe.-Dijo papá poniendo su mano en el hombro de Héctor. Siwon me miró frío esperando a que hiciera algo.

-No creo que Héctor tenga tiempo.-Dije mirándolo. Él subió sus cejas y soltó una risita.

-Claro que tengo tiempo para ir.-Dijo sonriendo.-No me puedo perder uno de los momentos más importantes de la novia.-Dijo mirándome a los ojos mientras sonreía.

Después de esa incómoda conversación fui a mi habitación con Siwon para arreglar las maletas y colocar todo.

-No me gusta la idea de que él te acompañe a comprar el vestido.-Dijo cruzándose de brazos.

-Papá se lo dijo, ¿qué podía decir?.-Dije sin mirarlo.

-¿Por qué no le cuentas lo que pasó con él?.-Lo miré sorprendida.

-¿De qué estás hablando?

-De lo que tuvisteis. Puedes decirle que él te obligó a hacer todo eso.

-Él no le obligó Siwon.-Dije en defensa de Héctor.

-Te usó Ariadna.-Dijo poniéndose de pie.

-Siwon ya basta. Él irá y no quiero oír una palabra más sobre él.

-¿Por qué Ariadna?.-Me cogió de los hombros.-¿Acaso te afecta que hable de él como lo que es, un idiota?.-Lo miré tratando de ocultar mi enfado.

-Siwon ya pasó todo, no me gusta hablar de lo que pasó hace años.

-¿Tanto te afecta que te digan la verdad?.-Soltó una risita furiosa.

-¡Ya basta!.-Dije gritando y saliendo de la habitación.

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Despierto en mi cama, anoche me dormí en el sofá y seguro que Siwon me trajo. Me viso rápido ya que me están esperando para la compra de mi vestido y bajo.

-¿Estás lista?.-Pregunta papá.

-Sí.

Héctor y yo nos fuimos en su coche, me subí y me puse el cinturón y traté de no mirarlo.

-¿Qué pasa?.-Dijo sin quitar la mirada de la carretera.

-¿Qué pasa de qué?.-Miraba por la ventana.

-Ariadna, ¿me vas a decir que te pasa de una maldita vez? Si ayer peleaste con el chino no es mi problema.

-¿Cómo lo sabes?.-Está ves lo miré.

-Te quedaste dormida en el sofá y tuve que llevarte a tu habitación para que durmieras mejor.-Fue él quien me llevó a la cama, me sonrojo al instante.

-Héctor no me pasa nada, estoy cansada solo eso.-Sonrió negando.

-Ariadna, ayer tuvimos sexo y hoy te estoy acompañando a comprar un vestido para una maldita boda con otro hombre. Te apuesto que tú no estás más cansada que yo.-No dije nada, tenía razón.

Llegamos a la tienda llamada "La casa de la Novia" y nos atendió una señora de unos 40 años llamada Cenia.

-¿Tú debes ser la novia no?.-Preguntó la mujer.

-Así es.-Dije.

-¿Y tú el novio no es así?.-Dijo dirigiéndose a Héctor. Este me miró y me sonrojé.

-Claro que no.-Dijo mi padre al ver que no decíamos nada.-Él es como de la familia.-Dijo riendo.

-Bueno, sígueme, ¿tienes algún estilo de vestido pensado?

-La verdad es que no.-Dije mordiendo mi labio.

-¿No?, bueno eso lo arreglamos ahora mismo.-Dijo con una sonrisa.-¿A usted como me gustaría el vestido?.-Le preguntó a Héctor.

-No creo que sea importante.-Dijo educado.-Para mí ella se ve bien con lo que sea.-Sonrió mirándome y me sonrojé, dios, ¿por qué me hace esto?

-Bien sígueme. Quítate la ropa y ponte esta bata, en unos minutos vuelvo con vestidos.

Me probé un vestido y a todos les gustó menos a mi madre, así que probé otro. El segundo era con un corte princesa y a mí madre tampoco le gustaba. Cada vez que salía Héctor abría sus ojos y me miraba de arriba abajo con una sonrisa. De todas las opiniones sus caras eran las que más me importaban. Cenia fue a por más vestidos y escuché la puerta abrirse.

-Creo que no puedes estar aquí.-Le dije.

-Cenia me dijo que podía entrar a ayudar, te he traído este vestido, lo he elegido yo.-Es el mismo que me ha gustado desde el principio.-Deberías probártelo, te ayudaré.-Yo solo asentí.

Metió el vestido por mi cabeza y una vez colocado termino abrochando el cierre. Me miré al espejo y sentí las mariposas en el estómago.

-Te ves preciosa.-Susurró en mi oído. Un nudo en mi garganta se formó.-Espero que sepa la suerte que tiene.-Mis ojos se cristalizaron.-Verte así es la felicidad más grande que le podías regalar.-Mis lágrimas cayeron, sus ojos estaban rojos y su voz entrecortada.-No sabes lo que daría porque ese día te casases conmigo en vez de con él.-Comencé a llorar. Papá y mamá entraron y lloré en el hombro de papa.

-Está feliz porque encontró el vestido que le gusta.-Escuché decir detrás a Héctor. Mi llanto cesó, mis lágrimas no eran de felicidad. Me casaré sin vuelta atrás, pero no con el hombre que amo.

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¡Cada vez se pone más interesante la novela! Espero que os esté gustando mucho y me encantaría ver vuestros comentarios!! 😜

El socio de papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora