Capítulo 45

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Llegamos a casa y todos nos estaban esperando a Héctor y a mí, gracias a Dios cuando todos empezaron a preguntar de dónde veníamos Héctor inventó una buena excusa que creyeron todos.

Al día siguiente me fui con Susan a desayunar.

-¿Entonces ayer estuviste con Héctor comiendo?.-Preguntó dandole un bocado a su tostada.

-Sí, fuimos a comer.-Digo sin importancia.

-Sigo pensando que Siwon no merece lo que le estás haciendo.-Deja la tostada en el plato.

-Tú no sabes nada Susan, son mis problemas, déjamelos a mí.-Dijo con rabia, si supiese que Siwon se atreve a ponerme una mano encima...

-Ariadna te vas a casar y estás engañando a tu prima con su prometido y a tu prometido.-Está llegando al límite y prefiero no contestar y seguir comiendo.-Vaya que tienes hambre...

-¿Que pasa? ¿Tampoco puedo comer?.-Escupí furiosa y no dice nada.

Más tarde decidimos ir a su casa para pasar el rato juntas, no ha vuelto a mencionarme a Héctor y lo agradezco.

-¿Has sabido algo de nuestra amiga?.-Le pregunto para romper el silencio.

-Amm sí, ayer hablé con ella y me dijo que quedó embarazada. Aún no entiendo cómo puede quedarse embarazada habiendo tantos métodos de protección, hay que ser estúpida.-Yo solo asentí y forcé una sonrisa.-¿Quieres nachos?

-¡Si!.-Dije con ganas, tenía hambre. En el momento que metí el nacho en mi boca sentí como algo subía hacia mi boca, corrí al baño y empecé a vomitar.

-¡Ariadna!.-Susan se acercó y me sostuvo el pelo. Todo lo que había comido antes había salido. Me senté en el suelo sin fuerzas, agaché la cabeza y empecé a llorar.-Ariadna...-Pude sentir la sorpresa y miedo en su voz.-Ariadna, ¿que fue eso?.-Me cogió de la cara para verla, la miré a los ojos y negué bajando mi cabeza una vez más. Llevó sus manos a su boca y negó.-Ariadna, dime que no es lo que estoy pensando.

-Susan...yo te lo iba a decir, pero...

-¡Ariadna, como has podido!.-Gritó.

-Susan, solo pasó.

-¿Cuanto tienes?

-Varias semanas...pero...

-Dime que no es de él, por dios.-Cruzó sus brazos mientras negaba. No pude contestarle.-Solo a días de tu boda con Siwon, no puedo creerlo Ariadna...

-¡Susan sabes lo que siento por él! ¡Yo no deseé que esto pasara!

-¡Joder Ariadna! ¡No hay que ser muy estúpido para saberlo!

-Sabes lo que pasó entre nosotros, Susan, no es algo que puedo olvidar de la noche a la mañana.

-¡Entonces lo hubieses dejado todo claro cuando llegaste! ¡No hubieras esperado hasta el último momento para darte cuenta de lo que querías!

-Susan, en este momento lo que menos quiero es que me critiquen...

-¡Eso lo hubieses pensado antes de haberte entregado como una puta hacia él!.-La miré con todo el despreció del mundo al escuchar esa palabra de la boca de la que es supuestamente mi mejor amiga.-¡Vete de mi casa! ¡Ahora! No quiero que pienses que tuve algo que ver en toda tu mierda.-Mordí mi labio y limpié mis lágrimas. Asentí y cogí mis cosas lo más rápido posible para salir de ahí.

Salí de su casa y para mí gran suerte Kevin estaba llegando. Limpié mis lágrimas lo más rápido posible.

-Ari.-Me saludó, al mirar mi cara se preocupó.-¿Qué pasa?

-No, no es nada. Son las alergias.-Dije tratando de reír.

-¿Habéis peleado?.-Preguntó cogiéndome para que no me fuese.

-Dile Ariadna.-Escuché la voz de Sudán detrás de mí.-Dile que va a tener un nuevo amiguito.

-¿De que está hablando, Ari?.-Me miró nervioso.

-¡Vamos, díselo!.-Cerré los ojos. Quería despertar de esta pesadilla.

-¡Tu cállate!.-Le gritó Kevin a Susan.-Vamos a otros sitio.-Me fui y escuchaba decir cosas a Susan pero no hice caso.

Subimos a su coche y pusimos rumbo a su casa.

-¿No podemos ir a otro sitio?.-Precisamente Héctor acogió a Kevin mientras hace las prácticas aquí. Mi día no puede ir peor.

-No hay nadie, Ari. No te preocupes.-Sonrió preocupado y asentí. Salimos del coche y entramos a la casa para dirigirnos a la cocina.-¿Estás mejor?.-Preguntó acercándose a mí y nos sentamos. Asentí y suspiré.-¿Me contarás entonces que ha pasado?.-Antes de que pudiese decir nada escuchamos la puerta abrirse. Eran Héctor y Marta besándose. Mi respiración paró al igual que mi corazón. Mi estómago se hizo un remolino y mis pensamientos quedaron en blanco. Me di la vuelta y salí por la parte trasera de la casa.

Después de pasar varias horas en el cuarto de baño llorando y de tirar mi móvil a la basura con todos los estúpidos mensajes que recibí de disculpas me dispuse a salir y a serguir hacia delante con la boda. Solo faltaba un día, un día para terminar con esta pesadilla.

-¿Como estás, amor?.-Siwon me abrazó por la espalda.

-Me siento mejor.-Dije alejándome para coger la toalla.

-Ariadna, ¿me dirás que está pasando?

-No pasa nada, Siwon.-Me solté y seguí caminando.

-¿Por qué no dejas ni que te toque?

-No es nada Siwon.

-Ariadna, tengo mis necesidades y próximamente serás mi prometida. Quiero hacerte el amor hasta no poder hablar del cansancio.-Dijo un tanto enfadado.

-No tengo ganas Siwon, entiéndelo.-Dije tratando de que se calmase.

Al final conseguí que se durmiese prometiéndole que mañana pasaría el día entero con él. Bajé las escaleras para beber un vaso de leche y me encontré a mi madre y Héctor hablando al parecer de la boda.

-Comenzará por la mañana, en la catedral de la 6ta avenida...-Paró de hablar al verme.-Hola hija.-Se giró y me sonrió.

-Hola.-Respondí mirando a mamá. Me metí dentro de la cocina cerrando la puerta, busqué una cuchara y mientras escuché abrirse la puerta de nuevo. No tenía ni que girarme para saber quién era.

-Ariadna, ¿podemos hablar?.-Dijo sin acercarse.Me di la vuelta y lo miré para que hablara.-Lo que viste...

-Ya pasó, no importa.-Lo corté y me di la vuelta de nuevo.

-No te voy a decir que lo que viste no es cierto, porque estabas ahí. Sólo déjame explicarte...

-Héctor, te he dicho que ya.-Dije firme.-No quiero saber, ni me interesa saberlo. ¿Entiendes?.-Asintió y suspiró.

-¿Cómo está mi hijo?.-Preguntó en voz baja. Sentí mi estómago revolverse y mi corazón palpitar más fuerte. Asentí en forma de respuesta y cogí mi plato para salir. Él me detuvo poniendo una mano en mi vientre.

-Héctor, déjame...-Dije susurrando.

-Hablemos por favor.-Dijo susurrando.-Mañana es la boda y...

-Y te casarás con mi prima y yo con mi prometido.

-¿De verdad quieres eso, Ariadna? Todavía podemos...

-Héctor no. Déjame en paz. Entiéndelo, no quiero estar más contigo. Ahora lo único que me conecta a ti es mi hijo.-Mi corazón se estrujó al oír lo que yo misma estaba diciendo. Ya es hora de crecer y dejarlo ir. Dejar de hacerle daño a los demás. Dejar de hacerme daño a mí misma.

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Otro capítulo tenéis por aquí 🤗

En agradecimiento de los comentarios positivos que me dejasteis ayer, esta noche creo que tendréis otro capítulo más. Sólo falta un día para la boda, ahí lo dejo...😱

Voten y comenten amores ❤️

💙#TeamHéctor💙

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