Hay cosas en las que ya no puedes creer, no porque no lo desees, sino porque el mundo te convence de lo contrario.
Derrepente, caes en su trampa y dejas que ellos te instruyan y seas como ellos quieren que seas..
Desgraciadamente, los suicidas, solo somos Angeles caidos del cielo, a quienes la crueldad humana les supo cobrar muy caro.