4.

525 68 11
                                    


Yo no era el único deprimido en clases, todas las chicas suspiraban a ritmo sincronizado mientras acariciaban sus regalos. Eran escenas lamentables las que se podían ver en toda la escuela, me enteré de que su fanaticada me esperaría a la salida para hacerme quién sabe qué. Lo bueno es que pude escapar gracias a mis amigos. El camino hacia su casa se me hacía eterno. Llevaba en mis brazos la torta en una caja y encima de ella mi regalo envuelto.

La nieve caía, apresuré el paso. Una vez que toqué la puerta vi una hoja en el piso.

Dejé la torta y el regalo sobre éste. En la hoja habían letras que me apresuré a leer.

"No toques la puerta, no quiero ver a nadie"

Mi rostro se frunció como nunca, Kyuhyun no me tomaba en serio, por enésima vez se estaba burlando de mí. 

Esa vez, no iba a tolerarlo. Respiré hondo y toqué la puerta con más fuerza que la vez primera.

—¡Abre ya, Kyuhyun! ¡Sé que estás ahí! ¡Abre ya cobarde! — seguí tocando, no me iba a ir sin que me abriera la puerta — ¡Abre! ¡Si me muero de pulmonía, será tu culpa! ¿Me oyes Kyuhyun? ¡Sal ya!

Oí un ruido por detrás de la puerta, luego la abrió. Era él, su rostro era realmente malo, en el sentido de MALO, sentí que mi vida corría peligro.

—¿Es que eres tan idiota que no sabes leer una maldita nota? — no solo su cara estaba enfadada, su voz también.

Tragué dura saliva pensando qué decir.

—Me mentiste. Dijiste que irías hoy a la escuela pero no fuiste, todo mundo se preocupó por ti. Yo...

—A mí no me interesan esas personas

—¡Hablo también de nuestros amigos!

—¿Así? ¿Y por qué ellos no están aquí? ¿Por qué solo tú vienes a joderme la vida, eh?

No supe qué responder, cuando les pregunté a los chicos si querían acompañarme, los cuatro se rehusaron.

—Ellos no se meten en lo que no les incumbe, deberías aprender un poco a dejar de molestar a la gente.

—¿Molestar? ¿Es eso? ¿Soy una molestia para ti?

—Lo eres — sus palabras salieron cortantes. Así como las otras me hacían subir hasta el paraíso, éstas solo lograban que descendiera sin protección y cayera con fuerza contra el pavimento.

—Ya entendí. No volveré a... — no quería terminar así, no quería que nuestra relación tan extraña terminara justo el día de su cumpleaños. Una parte de mí quiso irse, mandar todo lo que pasamos a la mierda, pero mi otro lado simplemente quería luchar para atesorar nuestros recuerdos. Después de todo, yo lo conocía mejor que nadie —Yo... —.

—¿Qué son esas...? — Kyuhyun miró al piso, vio la caja y el regalo. No era tonto, sabía lo que representaban esos objetos — ¿Por qué haces esto, Sungmin? — su rostro cambió completamente, buscaba respuesta, pero yo no podía, no quería arruinar más el momento expresando mis sentimientos no correspondidos.

Él suspiró y despacio recogió la caja con el regalo. Me miró pensando bien lo que diría, tal vez no quería decirlo pero no tuvo opción.

—Pasa... — entró, mis mejillas ardieron pero solo sonreí.

Las botellas de agua que había comprado se encontraban tiradas y vacías, su casa volvió a ensuciarse

—Limpiaré un poco — propuse acercándome a la escoba que descansaba en el mismo lugar que había dejado el día anterior.

Un San Valentín Feroz - KyuMin (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora