Capitulo 25

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Después de la fiesta, mi casa es un desastre. En el patio trasero hubo una guerra de pintura, ponche, pastelillos y comida. Debo esperar que se encarguen de llevar un deslizador de agua doble que colocaron en el patio para los niños. La piscina es el único sitio del patio que esta limpio, al parecer nadie tuvo la idea de tirar comida dentro del agua. Eso es bueno ya que es un sitio menos que requiere limpieza.
Cuando los invitados se van de la casa, empiezo a limpiar. Mis abuelos insisten en que los encargados de limpieza deben hacerlo. Así que limpio parte de la casa con ayuda de Andreev y Max. No se que demonios pretende Max al ayudar con la limpieza, si intenta ser amable o busca algo más. Solo espero descubrirlo.

Max les regalo a los mellizos un enorme oso de peluche. Los mellizos aman los peluches, en especial Farid.
Andreev les regalo una enorme bolsa de bloques y trajes de baño para sus clases de natación con gorros personalizados sus respectivos nombres pintados a un costado, en fin, los mellizos recibieron varios regalos.

Al terminar de limpiar la casa, me siento exhausta.
Me encargo que los mellizos se vayan a la cama. Les doy un baño, les coloco las pijamas y los meto en la cama, luego les leo un cuento. Ellos se duermen muy rápido. Los cubro con una manta, apago la luz y salgo de la habitación.
Bajo a la sala de estar y me encuentro con Andreev, Theo y Max viendo la televisión. Ninguno se percata de mi presencia, ya que están inmersos en una película, así que tomo un tarro de helado, una cuchara y camino con rumbo a la terraza. Antes de llegar a la terraza, paso por la habitación de los mellizos para asegurarme que están bien. Abro la puerta con mucho cuidado para que ellos no se despierten por el ruido ocasionado al deslizar la puerta. Mis hermanos duermen profundamente, cierro la puerta.

Al girar mi cuerpo para seguir caminando hacia la terraza, alguien me toma por la cintura, volteo y me percato que es Max, ¡Genial! ¡Lo que me faltaba! Quiero estar sola un momento ,al parecer eso es mucho pedir -¡Sueltame!-No quiero hacerlo. -¡Sueltame de una puta vez o voy a gritar. -¿Ah si? -Si. ¿Que demonios te traes conmigo?- Pues, quiero ir a ver tu pelea el fin de semana. -Compra boletos. -Ya están agotados... La única forma de ir es contigo. - Primero sueltame. -¡Bien!- Tengo cuatro boletos, si quieres uno debes merecerlo. Eres tan fastidioso que prefiero darle ese boleto a Theo que a ti.-Matheo no puede ir. -Ese es punto. Si de verdad quieres ir, te propongo algo; una carrera. -Bien. Si eso quieres. Acepto. -No te adelantes. No he dicho que tipo de carrera. Sera una carrera de esta casa al centro comercial. El primero que llegue a la tienda de dulces gana. Si pierdes, olvidate del boleto. Si ganas, el boleto es tuyo.-Si gano, podre acompañarte al pesaje y a los entrenamientos en el hotel previo a la competencia. -Si pierdes, también tienes que ser el sparring de todos los que practican MMA en el gimnasio. -Bien. Acepto.
-Espera. Theo y Andreev serán los testigos de la apuesta.
Andreev tiene que ser el juez de la carrera.

Ambos bajamos las escaleras, yo las bajo de mala gana. No se en que demonios estaba pensando al decirle a Max que puede acompañarme a la pela. Debo estar empezando enloquecer, esa es la única explicación que encuentro para haber dicho lo que dije. Lo peor es que no puedo retractarme de mis palabras. Termino de bajar las escaleras y me dirijo a la cocina, coloco el tarro de helado en el refrigerador. Y maldigo mentalmente Max por interrumpir mi idea de comer helado en la terraza. Salgo de la cocina, veo a los tres chicos viendo la televisión. Estoy segura que si les hablo no me van a escuchar.
Me planto frente a la enorme pantalla curva, y cruzo los brazos. Andrev y Theo me observan con curiosidad. Max en cambio, se limita a sonreír. -Hola chicos. Lamento interrumpir su película... Naaaa no es cierto, no lamento interrumpirlos. Tengo algo que decirles. -Adivinare: Es algo relacionado con la pelea. -Si. -Bien, porque quiero una de esas camisas.-¡Jodete! Ve a comprar una. Sam solo va regalar una camisa, y es para mi. Soy su hermano y ustedes no. -No seas mala Sam, quiero una camisa. -¡Basta! Pongan atención: Max quiere ir conmigo a la competencia desde el pesaje hasta la pelea. Así que le propuse una carrera de esta casa a la tienda de dulces en el centro comercial. Si Max gana, puede ir conmigo a la pelea. Si pierde, Max sera el sparring de todos los chicos y chicas que entrenan MMA en el gimnasio. -Es una buena idea. Si Max quiere ir a la pelea, debe ganárselo, además no es justo que también le regales una de tus camisetas... Te sugiero que la carera no sea a la tienda de dulces, sino a la reserva o a otro punto más lejano. -Tienes razón Andreev, si Max realmente quiere ir, debe ganárselo. Pero es mucha la distancia de aquí a la reserva. Yo propongo que la carrera tenga como salida y meta la casa, coloquemos unos banderines en algunos sitios y el que regrese con todos los banderines es el ganador. Así sera mas divertida la carrera. -Yo no voy a ir por la ciudad colocando banderines. Haz lo tu si quieres.-¡Basta! Nadie va colocar banderines por la ciudad y menos recogerlos en una carrera para ganarla. La carrera es mañana a las dos de la tarde, de esta casa al centro comercial, compraremos en la tienda de dulces un oso de gomita y regresaremos a la casa. Esa será la carrera. El primero en llegar a la casa con el oso de gomita es el ganador.
-Esta bien. Es interesante correr por un boleto. - Bien, cuando termine la película pueden irse. Más les vale que no dejen sucia la sala de estar o la cocina.

Es una mala idea dejar a los chicos en la casa, sin embargo la presencia del equipo de seguridad es de mucha ayuda en este momento. Entro en mi habitación y me coloco mi pijama, esta consiste en unos short verde limón y una camiseta gris. Reviso las redes sociales y mi correo electrónico. En este ultimo tengo más de treinta nuevos mensajes. La mayoría son de la universidad, contienen tareas que debo presentar y otros son del organizador del evento solicitando alguna información y proporcionando el cronograma del evento.
Hay un correo que llama mucho mi atención, es de un correo desconocido. Hago click y se abre el contenido:

"Se que quien eres. Puedes engañar a la mayoría de las personas con todo el teatro montado sobre tu vida, pero a mi no me engañas, se muy bien lo que estas ocultando...Tu casa es muy bonita, pero aburrida. Me quitaste algo y haré lo mismo contigo, vas a sentir que se siente perder lo que más amas en la vida. Que seas una niña rica y mimada no te da el derecho de hacer lo quieras con las personas a tu alrededor. Nos vemos en la competencia."

Busco un par de guantes de boxeo y vendas, salgo de la habitación furiosa. Atravieso la sala de estar seguida por un chico de seguridad, salgo de la casa en busca del saco de boxeo. Pero no esta, regreso a la casa mas furiosa -¿Donde demonios esta mi saco de boxeo? Nadie responde, esto me molesta aun más y elevo mi voz. -Hice una pregunta: ¿Donde diablos esta mi saco? Si no me dicen ahora mismo donde carajo lo pusieron, voy a usar a uno de ustedes como saco de boxeo-¡Calmate! Pareces loca gritando por el saco... Voy a colgar el saco afuera... Esta en la sala de juegos de los mellizos. -Sam, ¿que te sucede? Hace un rato estabas bien y ahora estas echando chispas de la cólera. -Luego te digo Theo.

Andreev sale de la casa con el saco, lo sigo junto al chico de seguridad. Coloco las vendas y los guantes de boxeo, hago un pequeño calentamiento y doy el primer golpe al saco. El chico de seguridad se limita a observar a los alrededores del patio. Andreev, Max y Theo siguen sentados en la sala de estar viendo televisión, puedo verlos a través de la enorme pared de vidrio.  Doy la espalda a la sala de estar y me concentro en el saco.
Golpeo el saco durante una hora, regreso a la casa en silencio, Andrev y Theo se han dormido en el sofá, Max en cambio me avisa que debe irse casi en un susurro. Me limito a decirle "Bien, hasta mañana" y espero mientras sale el Mustang negro del garaje, busco dos mantas; una se la coloco a Theo y la segunda es para Andreev. Le informo al chico de seguridad que debo dormir, hace una señal de aprobación, comunica por la radio que Andreev y Theo duermen en el enorme sofá y se va.

No Todas Las Chicas Sueñan Ser PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora