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Hacia ya tres días consecutivos que Cielo se sentía infeliz, triste y confundida y no había dejado de llover. Las tormentas eran más fuertes y los días más grises, tan grises como estaba su corazón.
Los pensamientos la invadían tanto como sus sentimientos por él y eso no lo soportaba ni un minuto más, sus días se basaban en cigarros, alcohol y libros, no había ingerido ni un bocado de comida y la cabeza parecía que le iba a estallar. Empieza a sonar Rompecabezas de amor de LPDA a Cielo se le escapa una risa irónica y no tiene mejor idea que escribir, bah, que escribirle.

"A veces me pongo a pensar si venimos al mundo con un propósito que cumplir y al terminar dicho propósito nuestra vida esta hecha. ¿Y si mi propósito eras vos? ¿Si mi propósito era conocerte y llegar hasta donde llegamos? y por eso ahora que no te tengo me siento vacía, rota, dolida y sin ganas de nada solamente de encontrarte una vez más y aprovechar cada momento como si fuera el último, cada beso, cada risa, cada caricia, aprovechar de vos. Una parte mía te pertenece. Ya de nada sirve lamentarme ahora, aún más sabiendo que yo te di todo lo que pude darte y por eso estoy tranquila, por eso me siento bien sé que no puedo esperar lo mismo de vos y por eso voy a escribirte hasta que me dejes de doler."

Agarra su celular y llama a su mejor amigo para ver si la despejaba un poco y de paso ahogaba sus penas en alcohol y cigarros.

-Hola Mati, ¿Qué te parece ir a un bar a tomar unas birritas? yo invito y de paso fumamos unas ricas flores que tengo.

-¿Cómo negarme a unas buenas flores y birra? y más si es con tu compañía. Estate lista que en 20 llego

-Como te amo a vos pibito, dale, te espero

Al cortar la llamada se puso unos jeans rotosos viejos y cómodos y una polera que le llegaba por arriba del ombligo. -¿Para qué me voy a producir? si lo que menos quiero en este momento es que alguien se fije en mí, a la mierda todo. Pensó y se soltó esa melena un poco revoltosa que tenía y se prendió un pucho con Casi sin pensar de intoxicados sonando mientras esperaba a Mati.

Pasados los 15 minutos el amigo de Cielo llegó como de costumbre, siempre cinco minutos antes.

-Como te extrañe!- le dice Cielo y pega un salto para abrazar a su amigo

-Yo también te extrañe petisa, que bueno que me hablaste no sabia que hacer y me estaba re aburriendo

-Es que no tenía muchas ganas de dialogar con la gente estos días pero bueno, hoy se acabó.

-Y.. era hora de que aparezcas muchacha ya me estabas preocupando- Responde Mati y salen rumbo al bar

Entre charla y charla girándose el faso los minutos fueron pasando y llegaron al bar ubicado en San Telmo. Matías se sentó en una de las mesas que estaban desocupadas y Cielo fue a pedir las bebidas a la barra.

-Hola! un gin y un ferno por favor- le pide Cielo al barman

-Como no señorita, enseguida te los doy- le responde el morocho de ojos claros

-Muchas gracias morocho.

Ya con los tragos en mano va a la mesa donde estaba ubicado su amigo y comienzan a tener una larga charla.

-El ferno para usted y el gin para mí. Y contame, ¿Qué onda vos? ¿Qué anduviste haciendo este tiempo?

-Lo mismo de siempre, viviendo a birra y recitales. Jodas todos los días de la semana estoy muerto.
¿Y vos, seguís viendo a Fede? el otro día me acorde cuando fuimos a la casa por el cumpleaños estaba re volado

- No cambias más vos ehh. No, hace más de un mes que no lo veo, un día empezó a estar súper distante y cada vez fuimos hablando menos. Ahora rara vez lo veo y es lo de siempre, sexo y taza taza.
Me acuerdo cuando almorzábamos con los padres y la madre siempre igual de divina, la extraño un poco, me gustaría volver a lo de antes.

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