Capítulo 4: Sangre, fuego y rubíes

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Ruby dijo sus pensamientos en voz alta

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Ruby dijo sus pensamientos en voz alta. Solo bastó con una cuestión más sobre Scarlet y la bruja le asestó una bofetada que casi le hizo perder el equilibrio. Arlana sujetó a la niña por los hombros, y la zarandeó mientras decía:

—Deja de hacer esas cuestiones irrelevantes. Tengo paciencia contigo porque no me olvido de que eres una niña. Aún tienes muchos pajaritos en la cabeza a los que habría que disparar con flechas.

A Ruby le temblaban los labios y ni siquiera reunió el valor para pedir disculpas.

—No me hagas pensar que me equivoqué al escogerte o te rajaré el cuello para bañarme en tu sangre.

La bruja recorrió con la afilada uña de su dedo pulgar la cicatriz que antes le hizo la señora Towne a Ruby. Ella siseó de dolor en respuesta. Arlana soltó a la niña, agitada por el miedo, y se puso de rodillas en el centro de la runa que pintó en el suelo.

—¡Amo! ¡Ya le he traído esta alma! ¡Haga que se convierta en la poderosa bruja que siempre estuvo destinada a ser! —habló Arlana conforme alzaba sus brazos.

La hechicera salió del círculo para luego empujar a Ruby en su centro. La chiquilla cayó en medio y tuvo que cubrirse la cara con las palmas de las manos porque una fuerte luz le cegó la visión. Comprobó que las líneas del símbolo situado bajo su cuerpo resaltaban en la penumbra mediante destellos púrpura. Las otras brujas se pusieron en pie y danzaron en torno a ella.

La niña continuó tapando su rostro, y presa del horror, enterró su cabeza entre sus rodillas mientras escuchaba lo que decían las brujas en un coro de voces horribles:

«Diez, nueve, ocho.

No mires todavía, Ruby. Eres demasiado pequeña para contemplar los horrores que se ocultan en la guarida de hielo.

Siete, seis, cinco.

Escucha su respiración tras tu nuca. Un demonio desea tu alma, Ruby. Ya estás maldita.

Cuatro, tres, dos.

¿Sientes la helada catástrofe que se avecina? Dicen que las brujas trajimos el más frío invierno a este pueblito... Ríos congelados, casas escondidas bajo la nieve, vidas sin aliento. La única calidez que encontrarás en estas tierras será dentro de cada hoguera que nos ha quemado.

Uno.

La noche de luto en Salem guarda un secreto. ¿Quién es tu nueva amiga, Ruby? Dicen las llamas que su nombre es Scarlet. Y también dicen que nadie la ha visto jamás. Tal vez solo exista en tu cabeza. Por esa locura los campesinos piden tu cadáver.

Cero.

Perdiste el tiempo. Ya no podrás escapar del Amo. Hay olas de sangre que han coloreado esta noche solo para ti.»

La guarida de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora