Capítulo 4: El toque

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Ibriel

Darla ha estado averiguando sobre ella. Le ha preguntado a la gente de su complejo y no tardará en dar con su dirección. Comenzó la búsqueda en su universidad y rápidamente llegó a donde ella vive. Ahora solo le falta averiguar donde es. El idiota de su novio aparenta no saber nada. El tipo me estresa a medidas imposibles. Toda la rabia contenida en los últimos meses está a punto de ser desquitada con él.

¿Cómo es posible tener una novia tan maravillosa y no estar al cien por ciento con ella?

Aún más importante. ¿Cómo demonios es posible que esté teniendo pensamientos tan estúpidos en torno a ella? No debería importarme si es buena, mala, una bruja o un ángel. Aunque me refiero solo al sentido hipotético de la palabra ángel, ya que los ángeles pueden ser muy idiotas, justo como yo.

Estoy justo frente al complejo de apartamentos de Tara, y veo el Porsche rojo pararse frente a la casilla del guardia. Sin siquiera firmar, el brazo mecánico sube dejándola entrar. Todo ha subido a un nuevo nivel, pero no es momento de ponerme a debatir mentalmente, es hora de actuar.

Me escabullo como el humo y llego al estacionamiento multipiso, parándome al lado de la puerta del conductor del Porsche.

-Hola Red-Head. Ha sido un tiempo. – La saludo abriendo su puerta.

-Querido, hace un tiempo lo sostenías como si fuera tu pluma. – Salió del auto luciendo como una completa súper modelo; hermosa, arrogante, piernas infinitas y escasa ropa a pesar del clima.

-Tenemos que hablar. Para con esto. – La amenacé arrinconándola en su auto.

-Joder, estás en muy buena posición, podemos hacer algo divertido, luego hablar.

-No seas sínica, Darla. - Apreté su brazo. - Detente antes de que sea demasiado tarde.

-Oh, querido, no te temo, es imposible. – Dice y acerca su lengua a mi oído- Tú nunca podrías hacerme daño. Tuviste tu oportunidad y la perdiste porque me amabas.

-No esta vez, niña. Tengo las de ganar, jamás lo olvides. – Pareció que en su mente se encendía algo de razón, reflejándose en su cara. – Largo.

Muy enojada se escabulló de mi agarre y entró en su auto. Sin darme tiempo siquiera de moverme lo arrancó, saliendo del complejo como un mismísimo demonio; su retrato.

Tara

Tengo un dolor de cabeza infernal.

En una exhaustiva investigación encontré algo llamado "el toque". El toque propone que eres propenso a sueños, y alucinaciones relacionadas al ángel o, incluso en algunas religiones, el dios del sueño. A este ser también se le llama Morpheo, lo que no es extraño puesto a mi gran obsesión con Morfeus. Aparentemente el toque es algo así como una habilidad que le permite a tu subconsciente protegerte de algo malo que se avecina a tu vida.

Así que, para reafirmar mi locura, recuerdo que mi alucinación dijo que no era una alucinación.

Aparte mi grandísimo y genial novio vino ayer en la noche, a besarme y abrazarme, mas no ofrecerme una excusa. Intenté abarcar sobre el tema de Ian y me dijo que solo eran alucinaciones mías (COMO SI NO FUERAN SUFICIENTES, JODER).

El genio Dark, que tiene nombre, pero no quiere que lo llame por su nombre ni por ningún otro, ¿o tal vez si puedo llamarlo por otro nombre?, no aparece en mi mente de una manera clara.

Mi ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora