El sábado de Jane tenía pinta de ser domingo: aburrido y gris. Hasta que el timbre de su departamento sonó fuertemente.
Era Jules y traía lienzos y muchas pinturas.
— Quítate la ropa — soltó.
Y Jane le hizo caso a sus órdenes, porque sabía lo que haría desde el momento en el que lo vio esparcir sus pinturas y pinceles por el suelo de madera enfrente del sofá.
— Acuéstate normal, de la misma manera en la que te acuestas cuando miras esas películas románticas que te hacen llorar— dijo Jules entre sonrisas. — Hoy te convertirás en mi modelo favorita.
Y así fue. Jane posó para él y Jules se encargo de plasmar toda la magia que ella le trasmitía en una enorme pintura que luego colgaría en su habitación.
Era su modelo favorita. Su pintura que más brillaba. Era Jane y éso alcanzaba.
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Pintame. |COMPLETA|
Short StoryJane, quiero que seas tú quien inspire mis pinturas, y si me lo permites, quiero que tu cuerpo adorne mi habitación, que tu pelo café se desparrame en mis sábanas blancas, que tu risa retumbé por mis oídos y que sólo tú inundes mi alma. ...
