Capítulo 6.

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—¡Félix~ Agreste~!—Adrien saltó encima de su hermano mayor, despertándolo... Y como efecto secundario, sacarle todo el aire de sus pulmones, casi ahogando al pobre de Félix.

A la mañana siguiente Adrien había sido el primero en despertar como siempre, aunque sólo los fines de semana se levantaba temprano, por que los otros días que asistía a escuela Natalie casi tenía que tirarlo de la cama para que se despertara, obviamente no lo hacía por miedo al padre de los chicos. Félix sintió como si volviera a vivir al quitarse a Adrien de encima suyo, Adrien sólo reía sin parar, era muy de él el ser muy activo junto a su hermano mayor.

—Deberías de tener consideración por mi, que tenía sueño...—Dijo, con una pequeña sonrisa en su rostro, Félix. Se levantó de la cama para rápidamente ir a levantar todo el desastre de comida y latas de refresco de la noche anterior.
—¿Si ya sabes cómo me pongo cuando vienes...pues para que vienes? —Soltó Adrien al tiempo que ponía en la televisión (desde YouTube) música de una de sus bandas favoritas, y sonaba raro, pero a él le encantaba Sleeping With Sirens. —Y no te quejes, que así me quieres. —Félix rió ante tal declaración, que en sí era verdad.
—Pues ya qué, soy tu hermano, tengo qué ¿No crees?—Soltaron una risita al tiempo que comenzaba la lista de reproducción que había puesto Adrien.

Aunque estos dos no importan mucho ahora, son los típicos hermanos un poco incestuosos que se llevan demasiado bien. Por otro lado, Nathaniel se encontraba sentado en un gran comedor frente a Chloé, desayunando tranquilamente huevos estrellados acompañados por croissant, jugo de naranja, café y un cóctel de frutas.

—¡Y no puedo creer que eso haya pasado, o sea, es un maldito! —Exclamó Chloé con una sonrisa en su rostro, platicando sobre la maratón que habían visto la madrugada de ese mismo día.
—¡Si, pudo haber pedido tan sólo que se fuera de una mejor manera!¡Yo estaba algo tipo, estúpido, sus hojitas, idiota!—Respondió Nathaniel para luego darle una mordida a si croissant. Chloé rió ante tal comentario de su mejor amigo.

Bueno, tal vez no era un desayuno tan tranquilo entre tanto griterío de ellos dos por tantas emociones juntas. Pero así eran ellos, y así se divertían. Lamentable que en secreto.

—¡Y luego cómo cantó, oh, Dios, lo amé!
—¿No que era un maldito?
—Lo es por hacerle eso al pobre, ¡Pero aún así no podemos negar que su voz es genial!
—¿Más genial qué cómo cantan Great Escape?
—¡Si!...Bueno ¡No!... No sé.

Guardaron total silencio por unos momentos, se miraron fijamente, con una sonrisa algo malévola, era cómo si ellos dos se estuvieran hablando por telepatía.

—¿Estás pensando lo mismo que yo, Chloé?—Preguntó Nathaniel sonriendo de lado. Chloé soltó una pequeña risita.
—Claro que si, Nathaniel.—Respondió con un tono extraño, como si en sus mentes estuviera el atraco del año.
—Uno...
—Tres...
—¿Qué no seguía dos?—Nathaniel rió.
—Anda, eso... dos...
—¡Tres!
—¡Karaoke de One Direction!
—¡Vamos!—Exclamó Chloé con una mano hecha puño alzada hacía él, Nathaniel le chocó su puño contra el de ella.
—¡Yey!

Al terminar su desayuno Chloé y Nathaniel corrieron hacía la habitación de ella, al entrar la cerraron, la pantalla fue encendida, YouTube puesto y rápidamente también la canción favorita de ellos dos, sabían el significado perfectamente, pero aún así les encantaba. Junto a muchas más de la misma banda.

Stained coffee cup
Just that fingerprinted lipstick's not enough
Sweet, where you lay
Still a trace of innocence on the pillow case

Fundashi En Entrenamiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora