De la Oscuridad de la Luna, a la Luz del Sol

Capítulo 6.1

SABRINA

A veces no disfruto la vida como debería; a pesar de las múltiples acciones que he hecho por los demás. ¿Por qué será? Falta mucho por responder, estoy consciente; sin embargo... ¿realmente estamos haciendo el cambio?

Un ejemplo: la segunda guerra mundial. Quizá hablemos de una época distinta, y de diferentes ideales, pero sucedió. ¿Qué dio nos dio de recompensa?... ¡La O.N.U!, y muchas, pero muchas reflexiones.

Independientemente de cómo el humano quiera ayudar, no es fácil incitar al cambio.

Cuando me fui de "Misiones" con mi preparatoria en México, visitamos un pueblo rural llamado "Villa del misterio"; un muy peculiar sector ubicado al suréste de Sinaloa. Las condiciones eran desfavorables para la vida humana, los recursos eran limitados, y la humildad se vestía con toga y gorrete de exigencia. Uno de los pueblos rurales más atendidos en todo el norte del país, pero... ¿por qué seguía siendo pobre?

Si algo bien aprendí de las iniciativas de grupos religiosos, sobre todo los que poseen diversos recursos económicos eficientes, es que creemos que deshumanizar es humanizar. Confundimos términos, y eso perjudica al avance de una sociedad estancada en la desafortunada miseria.

Aun siendo católica, pienso que es egoísta todo esto, y que no hace el cambio en las personas... porque los seres humanos no estamos hechos para eso.

Un chico que viaja de misiones, va con el objetivo de ayudar, colaborar y aprender: aprender a sobrevivir, aprender a ser empático, aprender a apreciar lo que tiene. Pero, normalmente, ese objetivo se va distorsionando con el transcurso los días, y cuando regrese... llegará amándose a sí mismo. Sin embargo, nada ha cambiado.

Yo admito que, aunque estuve de "Misiones" por toda una larga semana, no he hecho nada para cambiar a mi comunidad, mis compañeros tampoco. Lo único que considero que aprendí es que tengo más de lo que pienso. Pero, ¿eso de qué me sirve? Si el propósito de todo humano de "bien" es servir a los demás. Ahora me volví homofóbica, no soporto a las lesbianas. Protesto en marchas "familiares" de origen religioso, para escamotearle los derechos humanos a los de distinta orientación sexual; pero me fui de "Misiones" ... eso es lo que realmente importa. Ahora tengo un puesto exclusivo en el cielo; me parece ridículo que se haya perdido ese amor por la humanidad que se integra de la extremista realidad de la guerra.

"No existe creencia que nos haga más humanos".

-Blog no. 16 – Sabrina Milagros Rodríguez. 18 de diciembre de 2015. Monterrey, Nuevo León. Proyecto escolar: mejoramiento apostólico (Prepa Uden).