Capítulo 4

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Aquélla noche dormí en el suelo de la sala de estar, una pequeña habitación que se convirtió en tal tras remover el comedor. Sus padres no se presentaron en toda la noche y Hikari me comentó que habían salido a un congreso en la ciudad de Tokyo. Los padres de Hikari-san pertenecían a las fuerzas policíacas de investigación de Japón; su trabajo consistía en entender casos y crímenes que se llevaban a cabo por todo el país asiático.

En casa de Hikari-san no había otra alma más que la de ella y la mía, aun así Ichii prefirió que yo durmiese en el primer piso debido a que podía resultar incómodo de no ser así.

La noche anterior, cuando visité por primera vez su habitación descubrí algunos detalles de lo menos comunes y que me intrigaron mucho al momento de analizarlos por varios segundos. Vi un mensaje escrito en lenguaje braille, nuevamente.

-Hikari, ¿qué es lo que dice en aquél mensaje en lenguaje braille?

-Dice: "Sigue a tu corazón como el Sol sigue a la luz", es muy bonito, ¿no crees?

-Suena bien, ¿por qué lo tienes así?

-Fue una imagen que encontré una vez en una tienda de recuerdos y antigüedades, lo vi y le pregunté al dueño su significado. Me dio un poco de miedo el haberlo comprado ya que el individuo que me lo vendió vestía de una túnica muy rara y vieja; además sus ojos eran de color negro puro. Daban escalofríos al ponerse frente a él.

-¿Sabes? He visto varias veces un mensaje escrito en braille después de "migrar" para acá.

-¿Y sabes qué es lo que dice?

-Hay escrito un nombre en aquella frase, inicia con "A" y termina con "D", no conozco ninguno capaz de seguir esa norma...

-Si lo ves, si lo sueñas, si lo sientes... serás capaz de descubrirlo. – dijo ella, y siguió- ¡Ya son las 7! Deberíamos irnos a conocer el campus.

Después de aquello salimos a la calle. Me di cuenta de que Kyoto era una ciudad muy tranquila, mucho más suave, sencilla y silenciosa que Tokyo.

En la historia de Japón, Kyoto solía ser la capital del país; duró así por muchos años y había sido también la ciudad más importante. Sin embargo, el emperador de aquella época, dentro del siglo XIX, decidió trasladarse para Tokyo y desde ese entonces no ha habido un acuerdo social sobre cuál debería ser la verdadera capital. Aun así, Tokyo es considerada por la gran mayoría como la actual capital de Japón innegablemente.

Y mediante una "vieja línea confiable" nos movimos de Kyoto a Osaka en un, no tan largo, viaje...

Llegamos al campus, Osaka Highschool, de la manera más natural; al verlo, éste poseía inmensos jardines estructurados de tal manera que al pasar uno pudiese sentir la paz y la brillantez de las hojas de los árboles que se encontraban encerrados en pequeñas áreas rectangulares pegados a los pasillos por todo el campus. Además, la inimaginable cantidad de edificios daban un toque de profesionalidad y confianza al lugar.

A lo lejos se veían las residencias dentro del campus, investigué los precios para ver si existían las posibilidades de hospedarme en uno; después de descubrirlo, empecé a sufrir un dolor extremadamente intenso en el codo derecho que me impidió seguir obteniendo más valores financieros para poder costearse una vida dentro de esa zona.

-Hikari, veo que tus ojos brillan hoy más de lo habitual, ¿pasa algo? – pregunté preocupado por mi acompañante, que en ese momento poseía unos enormes y preciosos ojos que se reflejaban con la luz del Sol.

-Sucede algo, me siento extraña. Es como si un "deya vu" hubiese aparecido de repente frente a mis ojos, como si estuviese experimentando un momento especial, más que cualquier otro.

De la Oscuridad de la Luna, a la Luz del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora