-Mi nombre es Charlotte Collingwood, me gustan los abrazos y ayudar a los demás. ¡Espero llevarme bien con todos ustedes!
El salón de clases quedó en silencio para dar paso a una alegre bienvenida, llena de aplausos y risas. La mayoría de los que se le acercaron fueron los niños, seguidos de algunas niñas y otras se quedaron en su lugar, recelosas.
-Muy bien clase, las presentaciones aún no han finalizado -resonó por sobre todas las voces la maestra de apariencia adulta y cansada -Aquí hay otra pequeña que es una alumna nueva -los chicos regresaron a su lugar pacientes a la siguiente entrada -Charlotte, cariño, por favor siéntate en la silla que se encuentra al lado de Aurora -señaló a una pequeña de tez morena y hermosos ojos miel que alzó la mano emocionada. La niña siguió las indicaciones y saludo con amabilidad a su nueva compañera.
-¿Realmente eres la menor de los Collingwood? -preguntó en voz baja y eufórica, Charlotte asintió apenada - ¡Vaya! ¡Yo me llamo Aurora! -extendió la mano -¡Aurora Karlock! ¡Un gusto!
-Igualmente... -pensó unos segundos -Kar -sonrió y la pequeña dio un sonido de asombro -¿Eh? ¿Estuvo mal?
-¡Mi primer sobrenombre de la niña más bonita de la clase! -exclamó mostrando sus relucientes dientes en una enorme sonrisa -¿Como puedo llamarte? ¿Estará bien Charlo? ¿Oh Lotte? -comenzó una discusión consigo misma, siendo interrumpida con la presencia de otra niña que entraba lentamente, sus ojos azules escaneaban a cada uno de ellos y su largo pelo se mecía al compás de sus pasos, reflejando la luz del sol.
-¿Cómo te llamas cariño? -preguntó con su habitual dulzura la profesora.
Pasaron varios segundos antes de que la niña contestara con una suave voz.
-Eleonor... Eleonor Erileine -su estoica expresión no se cambio en ningún instante.
La maestra espero a alguna otra cosa que quisiese agregar, pero la niña no mostraba ningún interés en socializar. Miraba a cada uno de sus compañeros como un estorbo y a sus compañeras como una molestia más.
-Muy bien, siéntate al lado de Charlotte -señaló y de igual forma alzó la mano -Ella también es nueva, ¿por que no se sientan juntas y hablan un poco acerca de la otra? -empujó con suavidad la espalda de Eleonor, quien caminó y se sentó en silencio.
Nadie aplaudio y nadie se le acerco.
-¿Por qué nadie le habla? -susurro en el oído de Aurora lo suficientemente bajo para que sólo ésta le escuchara.
-Porque creo que les da miedo -contestó de manera casi inmediata - Siempre son así todos, no te preocupes, en unos minutos le hablaran y si no es así tal vez mañana.
Charlotte quedó insatisfecha con su respuesta y se giró de forma lenta a su busqueda.
-Hola... -susurró para que la maestra no las escuchase, ya que se hallaba explicando un problema de matemáticas. Sin embargo la niña ni siquiera se volteó.
-Hola... -habló un poco más fuerte, obteniendo los mismo resultados.
-Hola -se acercó más alzando la voz, creyendo que no le escuchaba. Eleonor fijó su atención en ella unos cuantos segundos para regresar su vista a la pizarra.
-¡Hola! -gritó, presa de la desesperación, su voz resonó demasiado fuerte ganando varias miradas de parte de sus compañeros. La maestra se giró mientras las suaves risas comenzaban, pero estas eran risas divertidas, no burlonas.
-Charlotte, cariño, no es necesario gritar para participar, puedes levantar la mano -aconsejo maternalmente.
-Lo siento maestra Cubitt -se disculpó con la cara roja de vergüenza, la profesora sonrió cariñosamente y regresó a la clase. Charlotte giró la cabeza queriendo ver si logró algún resultado con la nueva, pero ella seguía mirando enfrente.
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Just The Two Of Us
RomanceCharlotte, una jovencita de apenas 16 años de edad, con una riqueza que no parecía tener límites, se ve involucrada en un matrimonio arreglado, ya que la conocida empresa en donde trabajan sus padres, se va a la quiebra. Al principio se muestra inco...