Una Aventura Sobre "Ferrari" {...}

~Una llamada~

Abrió sus ojos con lentitud sintiendo su cuerpo más pesado que nunca, al tenerlos por completo abiertos los primero que vio fue a McQueen aún dormido. Los recuerdos de la noche anterior rápidamente atacaron su mente, las palabras del rubio llamaron su atención cuando le dijo que no recordaba nada de su infancia así que no podía saber si lo que soñaba era realidad o ficción...

"Debo pensar en algo... Él no puede irse con ese bastardo todavía..." pensó acariciando la mejilla del rubio, un escalofrio recorrio su espalda y la vibración en el mueble a sus espaldas captó su atención. Alguien le estaba llamando

-Buongiorno?

-Hola Bernoulli-dijo una voz seriamente, Francesco miró a Rayo el cual estaba moviéndose inquieto al oír aquella voz

-¿Quien llama a estas horas?-preguntó levantándose de la cama ignorando el hecho de que estaba tal y como cuando vino al mundo

-Chick, creo que ya debes saber quien soy-contestó riendo y antes de que el italiano dijera algo este se le adelantó-¿Sabes? No me sorprende que Rayito aceptara estar contigo, después de todo, no es más que una simple perra que consigues en cualquier lugar...

-¡No hables así de él!-gritó cerrando la puerta de su habitación- Él no es así como tu lo pintas

-¿A sí~? Bueno entonces dime, ¿Qué sabes de él? ¿Acaso serías capaz de estar a su lado si sabes la verdad de su pasado? ¿De las cosas que rondan su mente por las noches y cuando está solo?

Mientras Hicks seguía hablando la mente del castaño parecía estar en otro lugar, tenía razón, técnicamente no sabía nada de McQueen, se quedó escuchando unos minutos más hasta que el sonido de cadenas y la voz de una mujer llamó su atención

-¡D-Dejame! Yo... Y-Yo no sé nada! ¡No le hagas daño a Rayito!-gritaba-¡Quien sea que esté al teléfono, no dejes que vuelva con este bastardo!

-¡¡CALLATE!! ¡Una más y te daré de comida a los perros, McQueen volverá a mi quieras o no!-le grito Chick

Francesco parpadeo algo molesto frunciendo el ceño, lo que hacía ese tipo era por donde se le viera ilegal y si no le denunciaba era porque el estadounidense se lo había pedido. Que no se metiera en sus asuntos.

-¿F-Francesco...?-llamo el rubio desde la habitación

-McQueen...-susurro llamando con eso la atención del otro

-¿McQueen, eh? Ya sabía yo que ese bastardo mentía-dijo seguido de unas risas complacidas- Escúchame bien, Francesco Bernoulli. EL es MIO, no te dejaré tenerlo por mucho tiempo, disfruta hasta el final de esta horrenda copa

Al final de sus palabras cortó la llamada, el castaño miró su móvil unos segundos y suspiro entrando a su habitación. El rubio le miraba curiosamente sentado sobre la cama con la sabanas cubriendo sus piernas

-¿S-Sucede algo...?

-No, no pasa nada-respondio Bernoulli volviendo a la cama besando la mejilla del ojiazul y comenzó a vestirse bajo la atenta mirada 

-¿En serio...? E-E-Es que yo... t-te escuche hablar... c-con èl...-dijo con voz temblorosa bajando un poco la cabeza

-¿Con èl?-pregunto teniendo ya puestos los pantalones

-C-Con Chick...

Francesco le miró unos breves segundos, a simple vista Rayo parecía estar un tanto decaído cuando en realidad tenía miedo no solo de que Francesco le dejara solo sino también de que su "novio" viniera por èl.