No pierdas por él...

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-¿Estas bien?-preguntaron todos cuando la carrera de demostración terminó

McQueen había chocado repetidas veces pero seguía insistiendo en que a encontraba en perfecto estado, que sólo se había mareado un poco durante las vueltas. Chick y los demás se quedaron hablando con los medios, Francesco aprovecho que de momento las cámaras no le enfocaban y por primera vez en su vida, se fue de allí sin importarle nada... el rubio era más importante para él en esos momentos

-¿McQueen?-pregunto al aire cuando entro a los baños, de uno de los cubículos salió el ojiazul pálido-¿T-Te encuentras bien?

Rápidamente el moreno corrió para ayudarle a llegar al lavamanos y noto que traía algo en sus manos, cuando trató de tomarlo el rubio lo apretó con fuerza diciéndole que no podía verlo ni muerto, Bernoulli suspiro preguntándole entonces por su estado

-S-Sólo... me duele un poco la cabeza y el estómago... es todo...-susurro sacando de sus bolsillos un pequeño estuche para lentes de contacto

El italiano observó atentamente y con un poco de miedo como a quitaba las lentillas dejando ver los ojos rojos que antes eran de ese bello azul cielo que tanto querían.

-No se ven tan mal...-susurro Francesco tomandole del mentón para que le mirará directo a los ojos

-Hay tanto que tengo que decirte-confesó con sus rojos ojos aguandose...-Pero no puedo...

-Dímelo con confianza, Rayo, no voy a dejarte por nada del mundo... ¿Quien te apoyaría si yo no lo hago?-susurro abrazandole con fuerza

¿Que debía hacer para que el ojirrojo confíe totalmente en él? ¿Acaso nunca saldrían de embrollo? McQueen suspiro correspondiendo al abrazo, tragando duramente, suspiro y se confesó diciéndole que Chick le había amenazado para que no ganará la competición pasase lo que pasase... Francesco maldijo en italiano abrazandole con más fuerza besando su cuello sintiendo un extraño olor que se le hizo curioso. Luego de unos segundos de silencio se atrevió a preguntar por aquella extraña cosa que traía el estadounidense entre sus manos

-Yo... creo que es mejor que vuelva, no quiero... no quiero más problemas-susurro desviando la mirada separándose del agarre

-¿Sucede algo...?

-Francesco... yo... uh... realmente lamento lo que está pasando-se disculpó inclinandose levemente con tristeza- No te obligaría a aceptarlo, ¿Vamos? No quiero preocupar a nadie

Francesco levantó una ceja, suspiro asintiendo levemente y le beso la frente entregandole sus lentes oscuros para que descansará unos momentos e las lentillas advirtiendole que cuando volviera a correr se las quitara. Cuando llegaron el Rey se acercó para hablar de las habilidades de ambos alabando tanto al italiano como a su ex-compañero por igual pero Francesco seguía siendo el mismo de siempre e hizo alarde de todos sus logros

-Hubo una emergencia, tenemos que irnos ahora-dijo el pelinegro seriamente interrumpiendo a esos tres tomando al menor bruscamente de la muñeca

-Tratalo bien-dijo el castaño deteniendo al que poseía sus lentes- Él no es un juguete

-Tu silencio, italiano, no te metas en donde no te llaman ¿Oiste?

-¿Es una amenaza? Piccolo stronzo? (Pequeño bastardo?) ¡A Francesco no le amenazas!

-Ja, lo que digas morenito, de todas maneras McQueen es mi pareja así que agradecería que dejaras de molestarle

-¡¿Ah?! ¡¿Así que en América las parejas se tratan de esa manera?!-exclamó molesto, nadie insultaba a Francesco mucho menos la mala utilización de lo que tuviera que ver con el amor, era italiano, era obvio que iba a defender ese sentimiento tan bello y destructivo- ¡Pues déjame decirte algo hij-!

-¡Francesco!-grito McQueen soltandose del agarre de su "novio" para abrazar al nombrado- Cállate y calmate, por favor... sólo... mantente en silencio cuando ya él y yo no estemos aquí y estés sólo... ve lo que dejaré en tu bolsillo ¿Si? No te obligó a nada, para que lo sepas, pero... tienes derecho a saberlo

-¿Que quieres deci-

-Ya verás de que hablo-dijo subiendo el tono de voz y se separó sonriendole tristemente- ¡Nos vemos más tarde! Vámonos Chick

Sonrió falsamente tomando la mano del pelinegro y se lo llevo de allí, borro su sonrisa cuando subieron al auto de uno de los ayudantes de Hicks teniendo por donde iban las cosas. Joder, sólo esperaba que nada malo pasara... por otro lado el europeo y el rubio mayor se quedaron en silencio atónitos por el comportamiento del "ojiazul". Suspiraron y luego de otros minutos hablando se despidieron, Bernoulli les dijo a los de Radiadors Springs lo que habia pasado y que él se llevaría el auto de McQueen hacia el pueblo ya que quería pasar allí la noche y que su equipo se haría cargo de su auto. Al principio los chicos dudaron un poco porque Rayo no confiaba su auto a nadie pero se convencieron al final cuando Francesco les mostró las llaves del auto

Ya de camino, el italiano sintió que habia algo más en su bolsillo aparte de sus llaves, así que frenó un poco estando a unos kilómetros de llegar y lo que sacó de su bolsillo era como una especie de varita corta rosa y blanca. Abrió sus ojos hasta el tope al reconocer lo que era ¡Además era positivo! ¿Eso... eso quería decir lo que él estaba pensando?

-Mamma mia...-susurro suspirando

Estaba emocionado, eso le dan otra razón más para querer al otro a su lado, suspiro ahora sin borrar su sonrisa continuando con el viaje, mientras que por dentro de si se desatada una guerra... Estaba entre dejar que pasará lo que tenía que pasar y arriesgarse a perder tanto a su futuro hijo o hija, o, luchar por ellos secretamente mimando al rubio denunciando al pelinegro. Sólo tenía un problema ¡Y era que McQueen se negaba a que eso pasará! Y si se negaba, por algo sería así que confiado en él, sólo continuó el viaje mirando de vez en cuando esa cosa... pensó en avisarle a su amada madre, pero primero debia preguntarle a Rayo para estar 100% seguros de todo

Aunque no iba a volver a hablar con McQueen

Una Aventura Sobre "Ferrari" {...}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora