Andrea
Nunca me había sentido tan feliz, tan plena en mi vida, ella era la mujer perfecta para mí, que toda mi familia la recibiera tan bien era la última frontera que debía cruzar, la lleve a la tasca de mi tío para celebrar esto (sí esa mítica tasca de hace ya tantos años) todo iba a pedir de boca, bailamos, bebimos, charlamos, todo era demasiado perfecto hasta que ella se levantó al baño y uno de los meseros se me acerco para entregarme un pedazo de papel doblado, al abrirlo sentí que caía en un abismo
Veme mañana a las 9 en el hotel tifany habitación 314
Vanessa
La busqué rápidamente con la vista, pero que va, ya se había ido ¿Qué podía querer ella conmigo? Después de tanto tiempo, mi preocupación fue más que evidente para mi niña, me sentía culpable de no decirle pero tenía que saber que quería esa enigmática mujer, con ese pensamiento me fui a dormir.
Verla ahí tan pacifica durmiendo, tan tranquila y toda mía, no me cabía la menor duda esa niña era la mujer de mi vida y mañana le pediría que fuera mi esposa en uno de los sitios que más me gustan de mi estado, pero antes debía enfrentar a mi último demonio, para así poder vivir plenamente con mi amada niña.-¿Para qué me citaste aquí?- ella estaba de pie en medio de la habitación como dios la trajo al mundo, esa imagen me quito el aliento por un segundo, pero me di cuenta que ella ya no tenía ese mágico poder sobre mí... ya no la deseaba.-
-¿Así saludas a una vieja amiga?- me dedico una sádica sonrisa y ladeo su cabeza.-
-Tú y yo somos cualquier cosa menos amigas, habla ¿qué quieres?- se acercó con velocidad a mi podía sentir el calor emanado por su voluptuoso cuerpo a través de mi ropa.-
-Sólo quería saludarte y saber cómo estabas- sus manos empezaron a recorrer mis brazos y mi torso.-
-Estoy bien ¿satisfecha?- levanto su siempre sexi ceja y mordió su provocativo labio, rayos estaba frente al mismo demonio.-
-Tú sabes mejor que nadie como dejarme satisfecha- no podía moverme.-
-Sí lo sé- dije aclarando mi garganta- Pero estoy a punto de pedirle matrimonio a mi novia así que ya no puedo ayudarte con eso.
-Bueno entonces considera esto- empezó a besar mi cuello y se acercó a mi oreja- Como tu despedida de soltera.
-Muy tentadora tu oferta pero paso- la sujete de las muñecas y retrocedí varios pasos- Vine a cerciorarme que jamás seré capaz de fallarle a mi futura esposa y contigo me ha quedado más que claro que solo la quiero a ella- su rostro era un poema.-
-Veo que eres sincera- de nuevo se acercó a mi oreja- Lastima que yo no te supe valorar espero seas muy feliz con ella- beso mi mejilla y se fue al baño.
Salí de ese lugar a toda velocidad a buscar a mi futura esposa, pero cuando llegué al hotel lo que vi me dejo sin habla, ella guardando su ropa y llorando, no entendía que pasaba hasta que ella me lo dijo "Sé que estuviste con ella" no maldición déjame explicarte mi amor, pero de nuevo tu dura cabeza, no me quisiste escuchar y te marchaste, tardé unos minutos en reaccionar y trazar un plan de acción, ya que disponía de poco tiempo, recogí todo y como pude lo metí en la maleta cogí un taxi que me hiciera el viaje hasta caracas ya que nuestro vuelo salía mañana llegaría a tiempo, no te encontré en la sala de espera ni en la aduana en la que intentaron retenerme por verme de manera "sospechosa", obvio si el amor de su vida estuviera en ese avión pensando que ustedes la traicionaron de la peor manera también se verían "sospechosos" pensaba mientras pasaba su revisión, al fin pude abordar y vi ese rubio cabello, con esos únicos ojos azules que me llenan de tanta paz, aunque la mirada que me dedicaban parecía más de futura homicida que de futura esposa, a medida que me acercaba vi que tenía la caja del anillo de compromiso.
-Anda niña ábrela- me arrodille en medio del pasillo.-
-¿qué es esto?- sus ojos parecían platos y su rostro se ruborizó.-
-Eso niña- señale el anillo- Es un anillo de compromiso que compre una semana después de que te mudaras a vivir conmigo- mi niña no salía de su asombro- te traje a Venezuela para que conocieras a mi familia y pedirte que fueras mi esposa, porque no puedo vivir sin ti- respire profundo- Lo de mi ex fue un mal entendido, ella pensaba que yo era la misma mujer que se fue de aquí hace varios años, pero esa mujer murió la mañana en la que derramaste tu café sobre mi camisa- saque el anillo de la caja y tome su mano- Te amo a ti y solo a ti, por el tiempo que el universo me lo permita, no deseo a nadie más que a ti, moriría por ti y sabes que tengo la cicatriz de una bala que lo comprueba- sonreí- Te amo Elizabeth Balbuena deseo compartir todos los desayunos de mi vida contigo ¿Me harías el honor de ser mi esposa?
-Sí, sí quiero Te amo Andrea Prestton- los instantes entre mi pregunta y tu respuesta se me hicieron eternos.-
Entre lágrimas de alegría me beso y nos abrazamos, algunos pasajeros aplaudieron otros se limitaron a murmurar entre ellos, no me importaba ya era mía después resolvería lo de la boda, lo importante es que ella sabía que yo la amaba con la misma intensidad que ella a mí.
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la chica de la tasca
RomanceUna chica con el corazon roto que se aisla del mundo, hasta que una "casualidad" le cambia la vida