La Trampa Del Ciervo.❖ [LuHan]

Capitulo 2

Eran las 2 de la madrugada. Desperté por un ruido. Provenía del pasillo, algo no muy común en esta zona del hotel en donde me hospedaba con los chicos.

¿Qué podría ser a esta hora?

Claro está, salí de mi habitación en busca del ruido. Ya bastante molestaba. Y una sorpresa fue lo que me encontré.

-¿Jongin?- susurre alarmado, no se veía en el mejor estado posible.

Tenía moretones en su piel morena. Tenía poca ropa, la cual estaba desgastada. Su respiración agitada, me hace entender que estaba corriendo. Pero, ¿porque?

-Sácame de aquí, si me ven estaré en problemas.- es lo único que entendí, su voz entrecortada y sus quejas de dolor no hacía que escuchara más. Y rápidamente lo ayude, llevándolo a mi habitación.

-¿Qué ha sucedido? ¿Porque tu piel está de esa forma? ¿A esta hora de la madrugada dónde estabas metido?- le pregunte de forma rápida. Pero él no respondía a mis dudas.

-LuHan, cálmate.- intento calmarme.

Lo deje que se sentará en mi cama, mientras seguía haciéndole las mismas preguntas.

-¡LUHAN CÁLMATE! - literalmente me gritó el muy alto. Lo que me hizo suspirar.

-¿Porque? Deberíamos demandar a los que te dejaron así.- pregunté por última vez.

-No lo puedo hacer, mis labios están sellados.- respondió en voz baja, al igual que su mirada.

-¿Labios sellados? ¿Qué acaso eres una prostituta o que?- dije irritado. El me miró asustado, como si fuera acertado su secreto.

El silencio reino mi habitación.

Esperaba que el me respondiera, pero no lo hizo. Se mantuvo mirando al suelo, no sé si por vergüenza o por enojo. Pero no volvió a mirarme.

Yo aún estaba sorprendido por su muda respuesta.

Por ello utilizaba mucho maquillaje, su baile no mostraba el arte, desaparecía durante semanas y de la nada regresaba borracho o drogado. Hubo veces que las dos.

Me duele que un compañero este pasando por ello. Y nosotros sin darnos cuenta de ello.

Siempre pensaba que estaba de fiesta, que no le importaba su carrera. Pero siempre llegaba a las presentaciones como si nada hubiera pasado. Y hacía lo mejor posible con tal de ocultar su verdadero rostro.

-¿Desde cuándo?- pregunté una vez más. Se veía frustrado, quería decirlo pero no debía.

-Recién comienza.- respondió, al fin mirando mis ojos. -Y no creo que termine.-

-Eso terminara.- contesté, lo cual me vio sorprendido.

-Ciervo, no querrás pisar ese lugar. Es el mismo infierno.- se veía preocupado por mi respuesta.

-¿Cuánto es?- se sorprendió aún más, sabía lo que significaba eso.

~❖~

Al día siguiente.

Los chicos decidieron ir a la playa, no me sorprendí que Jongin no viniera.

-Oigan, ¿han visto a Jongin? - preguntó Kyung Soo. El enano de ojos grandes y redondos. Pero cuidado, no lo hagas enojar. Porque puede ser el diablo en persona. -Lo he buscado toda la noche, nunca lo encontré. ¿Alguien tiene una idea en dónde está?-

Yo sí, pero no puedo decirlo.

-¿Me prometes que no se lo
dirás a nadie más?

-Lo prometo.

-No lo he visto.- mentí, y siento que me arrepentiré en un futuro.

Kyung Soo se ve frustrado. Supongo que es importante hablar con el. Porque es muy raro ver al enano así.

-Bueno, seguiré buscando. -y se marchó, caminando la orilla del mar. Mientras sus aguas se divierten jugando con sus pies y dejaba huellas en la hermosa arena.

-Chicos, me iré al hotel.- dije en voz alta.

-Esta bien, vaya con cuidado.- dijo el panda, Tao.

-Cosas raras pasaron ayer, no queremos que los fantasmas te secuestren.- gritó el más inocente del grupo, el que aún cree en los unicornios rosados, nuestro querido Lay.

-Jaja, soy un macho. ¿Crees que me asustan?- dije mientras me marchaba hacia el hotel.

-Bueno, te lo advertí. - dijo Lay mientras se despedía con su mano acariciando la brisa.

Necesito llegar al hotel, lo más rápido posible. Así poder liberar aquella alma rota. Va a ser algo fácil, después de todo, tengo que entrar como un cliente.

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Gracias a todos por leer este proyecto. 💜
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