El Cesaro y el Wade no tienen pega, así que empiezan a buscar para no quedarse en la ruina.
Pero en el transcurso se encontrarán con algo jamás esperado: problemas, problemas, más problemas y hasta con una demanda.
Al otro día los chiquillos despertaron felices porque no habían dormido en la calle, pero igual amanecieron medio mal porque el rusio tenía la cumbia villera a todo volumen: -Oh hueón, la alarma pa' penca-
-Hay que aguantarse no ma'- dijo el Wade en la cama de abajo -el culiao tuvo buena voluntad-
-Si oh, no lo molestemos tanto y vamo' a buscar pega mejor- el Cesaro bajó por la escalerita y se puso a mirar por la ventana -veamo' en falabella?-
Y como el Wade no aguantaba el ahueonamiento del Cesaro agarró una pantufla y se la tiró: -A cualquier lado menos a falabella hueón tonto!- se levantó enfurecido pa' ir a ducharse -prepara tus hueás que de ahí te vai a bañar vo'-
-Y por qué te vai a duchar vo'?-
-Porque hay que ir presentable a buscar pega po'- el Wade tomó sus toallas rosadas y su patito de juguete antes de irse al baño -y apurate que salgo en un ratito-
-Ratito como dos horas- el Cesaro empezó a empelotarse pa' cambiarse altiro -me pongo desodorante y un poquito de pachulí y estoy al otro lao' po'- pero el Wade no le respondió porque de seguro ya había empezado a ducharse.
La cosa es que cuando el Cesaro bajó se encontró con el rusio Dean hablando con los lanzas: -Vo' dijiste que tus tiempo de lanza se acabaron!-
-Si se oh! El choro Roman y el choro Seth vinieron a verme no ma'!-
El Cesaro los miró con bronca mientras salía del taller: -Avisame cuando salga el Wade-
-Va a salir y lo vai a ver sacowea-
-Ah conchetumare- el Cesaro le dio una patá a un basurero antes de irse a sentar a una banca pero una hueá chocó con él -cuidao' vo'!-
-Disculpa hueón pero estaba pillando un Pikachu!- la hueá resultó ser un culiao de tamaño microscópico, ni tanto, pero el culiao era chico -ah hueón, lo pillé!-
El Cesaro le dio los cinco al pequeñín antes de que se fuera y chocara con otro rusio que iba al gimnasio de al lado. El enano le pidió disculpas y siguió, y cuando se dio la vuelta el rusio cabeza de fideos le miró el poto: -Degenerao' culiao- dijo el Cesaro, pero el gallo no lo pescó.
-Y a quien le vení a decir degenerao'?-
-Ah Wade, soi vo- el Cesaro le sonrió -ya terminaste?-
-Si po hueón, si estoy aquí- se puso un chaleco que había comprado en oferta en Dijon -ya, vamo a ver si hay algo pa' nosotros por ahí-
Y se pusieron a preguntar y a repartir currículum, pero todos se los rechazaban o se los tiraban en la cara. Así que la última opción que les quedaba era ir a ver si los aceptaban como tíos del aseo por ahí.
Pero en el camino se encontraron con la luz: -Sopaipas! Sopaipas con pebre! La' mejore' en el mundo!-
Había un carrito donde vendían sopaipillas y el hueón que las vendía no se veia tan pesao: -Quiere probar una caserito?- el tipo le ofreció una sopaipa al Cesaro -tengo pebre, ají, mostaza, kepchu...- el tipo los quedó mirando fijo por un ratito -ah, ya caché, ustede' están cesantes-
-Y como sabí?- el Cesaro se puso bravo
-Es que esas caras de afligidos que tienen no se las pueden- el hueón les hizo una seña pa' que se pasaran detrás del carrito -ya, primero me llamo Phil, pero acá me dicen el tío Phil. Como a esta hora salen hartos pendejitos de clases me cuesta harto atenderlos a todos. Quieren probar unos días aquí?-
Y como los cabros estaban a punto de recurrir a la prostitución prefirieron optar por el trabajo honesto que les ofrecía el tío Phil.