El asalto

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Era otra noche en copec, otra noche como el hoyo porque ahora eran las cuatro y media de la mañana y no llegaba ni un auto culiao.

Don Shane había ido a comprar unos completos porque los que vendían ahí eran como la mierda y los dos hueones que atendían en la tiendita de seguro estaban raja mientras ellos hacían guardia:
-Oye hueón- empezó el Cesaro.

-Dime-

-Quizás...quizás ya es momento de partir-

El Wade lo miró como khé:
-¿Qué chucha Cesaro?, ¿te vai a suicidar?-

-¡No oh!- el Cesaro le dio el medio pape -ni cagando. Yo me refería a que quizás ya es hora de dejar de pensar en nuestra amistad...-

-No Cesaro, no digai hueás...-

-Y...y empezar a pensar en nuestras vidas aparte- el Cesaro se sorbió los mocos -quizás en serio yo tenga que irme con la Nattie y tú con el feo culiao del Sheamus...-

-¡No hueón!, ¡nosotros somos como hermanos!-

Los dos culiaos se habían puesto a llorar, y se abrazaron en medio de la copec mientras lloraban.

Y mientras lloraban a lo lejos se percataron de que a lo lejos un auto venía muy rápido, era como si el hueón que manejaba llevara ají en el hoyo. Los dos cabros miraban impaktados esperando a que el culiao chocara, pero el auto se metió a la bencinera y casi los atropella:
-¡¿Qué hueá conchetumare?!-

El auto quedó mal estacionado en medio de la bencinera, y los chiquillos en serio se asustaron:
-¿Qué hueá Wade?-

-No se po- contestó -me da miedo esta cagá-

Y de repente la puerta se abrió y de una patá tiraron a cuatro gallos al suelo:
-¡Conchetumare!-

Y los dos los fueron a ayudar, y menos mal que una de las victimas le agarró una pata al ladrón porque así el Cesaro le pudo ayudar y llevarse a uno de los bandoleros. El otro ladrón trató de hacer algo pero el Wade le pegó con un basurero y lo dejó casi inconsiente:
-¡Cesaro, agarra a ese hueón y amarralo!-

Y como no había nada a mano, el Cesaro lo amarró con la manguera con la que cargaban bencina.

El otro lanza estaba inconsiente así que el Wade lo ignoró y se preocupó por las víctimas:
-¿Están bien?, ¿cómo se llaman ustedes?-

-Kalisto, y el se llama Sin Cara-

El Wade quedó como khé, así que prefirió hablarle a los otros:
-¿Y ustedes?-

-Johnny Gargano, y mi pololo se llama Tommaso Ciampa-

Y el Cesaro empezó a puro hablar hueás:
-¡Tommaso, la mia pasta y la mia mama!- dijo como hueón -¡Ve de Vendetta y Al Cappone!-

El Wade se sintió avergonzado de su amigo, pero por lo menos las víctimas del robo estaban bien.











Se los diré de inmediato para no alargar más esto: ¡hoy hay maratón de No tengo ni uno!

Serán cuatro capitulos referentes al asalto, y después vendrá un especial navideño de no sé cuantas partes. Puede ser una como pueden ser cinco, pero de que hay navidad shilena, la hay.

No Tengo Ni Uno (WWE Chilensis) #TBWWEC2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora