Kyungsoo no necesitaba sus ojos para el violeta. Podía olerlo, tocarlo, buscarlo y digerirlo. Era dulce, terso en sus dedos, no se mostraba ante los incisivos rayos del sol, y eso era todo.
Cada letra que leía en esos gruesos libros de biblioteca, o en la pantalla luminiscente de su computador acerca de este color siempre lo llevaban a lo mismo. Una flor. La Viola Odorota o sencillamente la Violeta.Si el nombre fue puesto en honor a ella, pues entonces, él atribuiría sus características también.
Muchos años esa flor fue el paisaje donde flotaba su fantasía, creyendo conocer todo lo que necesitaba y ser uno de los pocos colores seguros en su vida.
Pero ello cambió el día que conoció a Junmyeon. Claro, eso no lo supo hasta mucho tiempo después.
Junmyeon se le fue asignado como tutor en matemáticas, cuando sus calificaciones no tenían intención de retar a la gravedad y barrían el piso con reprobados. Kyungsoo apestaba con los números.
El chico era un grado mayor, de baja estatura, cabello oscuro y sonrisa encantadora. Tan encantadora.
Al comienzo, no era más que un fastidio atender a esas clases, a que le llenen la cabeza de matrices e integrales, pero a medida que pasaba el tiempo, Kyungsoo se encontró fascinado con la forma en como el mayor movía sus labios finos, con paciencia infinita, y desprendía frases abstractas y enredosas, con voz afanosa cuando Kyungsoo al fin empezaba a comprender. Le gustaba también, su dulce perfume seduciendo su mente inestable, en esos momentos donde las centímetros entre ellos eran más escasos de los permitidos.
Esos ojos eran media lunas brillantes, esos días cuando se sentía más relajado, y dejaba de lado su careta de profesor serio, sacando su faceta más infantil y torpe. Allí, el corazón de Kyungsoo se derretía desgarbado y sin prisas.
—Te gusta Junmyeon —escuchó tras suyo, una voz ligeramente familiar.
Kyungsoo se giró hacia el mostrador de la biblioteca, donde un sonriente Minseok le daba la bienvenida.
Minseok era el chico encargado de la biblioteca, quien siempre le ayudaba con libros interesantes, los cuales, la mayoría de las veces, trataba sobre colores, por lo que no tardó mucho para que el chico conociera acerca de su acromatopsia congénita.
El menor, entonces, lo miró ceñudo esperando alguna explicación, sin embargo, Minseok sólo rió y agregó: —Pero aún estás muy violeta.
Kyungsoo iba replicar aún un tanto perdido, pero fue interrumpido cuando la figura elegante de Junmyeon atravesó el umbral de la puerta. En ese instante los nervios y la adrenalina de ser descubierto lo congelaron, por lo que tal vez, sólo tal vez, Minseok tuviera razón.
—¿Al menos sabes el significado del color o de la flor? —preguntó Minseok con un deje de incredulidad, a lo que Kyungsoo frunció las labios sin querer contestar.
—No —admitió—, pero no es necesario ya sé cómo es.
El mayor suspiró ante la terquedad del chico.
Pasaron sesiones tras sesiones de estudio, y Kyungsoo nunca concretó nada con Junmyeon. No podía. Cada vez que abría la boca con la intensión, de al menos, insinuar sus sentimientos, su garganta se cerraba dejando como rehén su estúpida voz.
Y camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Después de que Junmyeon comenzara a salir con una chica de último año, a Kyungsoo no le quedó más que superar, lo que al parecer fue su primer enamoramiento.
—Sólo quedó en violeta, ¿no?
Minseok no dijo nada, ofreciéndole una sonrisa decaída, y sólo palmeó su espalda con cariño.
Su amor por Junmyeon fue como una Violeta. Floreció a finales de invierno, anticipando su vida llena de júbilo de primavera, y se marchitó antes de la llegada del verano. La Violeta es clara, y casi cruel, porque representa ese amor que no te sientes capaz de declarar, quedándose en un sentimiento calmo y sutil.
Kyungsoo sabe que lo superó. Lo sabe cuando extraña más los momentos con Junmyeon, que al mismo chico sentado frente a él cada miércoles y jueves. Junmyeon era feliz, y eso era suficiente.
Si él hubiese dicho algo antes, quizás el mayor no sería feliz como lo es ahora. Eso lograba sacarle sonrisas.El violeta representa la paz, la búsqueda de equilibrio y armonía en lo que hacemos. Supone que él lo logró, o lo logrará en un futuro cercano. Al menos eso dice Minseok.
Kyungsoo estaba ciego con este color, pero Junmyeon apareció con el verdadero violeta, y Minseok fue el hada madrina encargado de señalarlo.
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Monochrome Rainbow » KyungSoo
FanfictionBlanco y negro. La vida ante los ojos de Kyungsoo no es más que un triste matiz de grises sin vida, y lo será así por siempre. Sin embargo, su corazón es ansioso, y con un poco ayuda será capaz de crear su propio arcoiris. ✘ Fandom: EXO ✘ Personajes...