Chanyeol. Definitivamente es Chanyeol.
Conoce a Chanyeol desde que tenía ocho años, y siempre lo ha deslumbrado de una manera u otra. Es como un gran y avasallador huracán de energía y felicidad que crea un frente cálido al colisionar amigablemente con su pequeña nube incolora.
Desde que a ese chico demasiado alto para su gusto, extremadamente torpe, orejas de duende, cabello ridículo y amante de los hurones entró en su vida, sus negros se tornaron más grises y sus blancos tan vivos que amenazaban con lastimar sus ojos.
Kyungsoo siempre fue retraído debido a la peculiaridad que poseían sus ojos; Los demás niños no entendían y lo despreciaban siendo el fenómeno que era, es por ello que el día que Chanyeol se enteró, por casualidad (culpa a su madre), de su condición, Kyungsoo estaba aterrado. No quería perder al único amigo que había hecho y que realmente apreciaba, pero en lugar de recibir el inminente rechazo al que estaba acostumbrado, Chanyeol sencillamente fue Chanyeol.
—¡WOW! —gritó con entusiasmo el niño de ese entonces, provocando que sus gafas resbalaran graciosamente por el puente de nariz— ¡Eso es genial Kyungie! Eres único y especial, y ¡Genial! ¡Cielos! Debes ser alguna clase súper héroe...
«Especial...»
Era la primera vez que escuchaba algo como aquello. Su cerebro escrupuloso apenas fue capaz de comprenderlo con claridad, cuando su corazón ya había sido más rápido. Kyungsoo de ocho años quiso llorar. Y él no lloraba. Varias veces intentó tragar ese terrible nudo en su garganta, pero era inútil. Lo más tonto de todo es que ni siquiera estaba triste.
Por primera vez en toda su vida, ver el mundo como un tablero de ajedrez no estaba mal, no era raro, ni espeluznante, sino que era único y especial.
Su corazón sintió la calidez del amarillo por primera vez.
Mientras un alborotado Chanyeol seguía vociferando acerca de que los hurones también veían en blanco y negro, aunque también ven tonalidades rojizas y azules, y que sería maravilloso si es que en el futuro se pudieran prestar los ojos, Kyungsoo agachó el rostro ocultando el enorme puchero que comenzaba a formar su boca. Al parecer la inoportuna lluvia sí sería participe del primer día soleado. No era justo.
Cuando el alto advirtió su estado, detuvo todo su parloteo asustado.
—Kyung-
—G-gracias —gimoteó de pronto, para luego estallar en lágrimas ridículas, que no dejaban de correr por sus grandes mejillas. Kyungsoo pasó sus bracitos torpemente por sus ojos en un intento por hacer desaparecer el agua de ellos—. ¡Gracias! —chilló más fuerte esta vez.
Entonces Chanyeol sólo tomó su rostro y lo ayudó a secar sus lágrimas.
—No llores más, yo siempre seré tu amigo. Sonríe Kyungie, siempre sonríe, ¿sí?
La sonrisa que le regaló Chanyeol en ese momento la recordaría siempre como la más brillante y encantadora que jamás vio en toda su vida.
Y Sonrío.
Amarillo fue su primer color favorito.
El sol, las estrellas, las bananas, el autobús de cada mañana, y el casco de pororo son amarillos, y Chanyeol también. No lo veía, pero lo sabía.
Chanyeol era chillón, molesto si se estaba con él en exceso y reclamaba atención todo el tiempo. Exasperante. Sin embargo también era puro, alegre y optimista.
Podría golpearlo, gritarle y sacar sus frustraciones con él, no importaba, Chanyeol siempre estaría con él, porque él sería eternamente su mejor amigo, y no puede imaginar su vida sin ver esa radiante sonrisa iluminar cada uno de sus días.
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Monochrome Rainbow » KyungSoo
Fiksi PenggemarBlanco y negro. La vida ante los ojos de Kyungsoo no es más que un triste matiz de grises sin vida, y lo será así por siempre. Sin embargo, su corazón es ansioso, y con un poco ayuda será capaz de crear su propio arcoiris. ✘ Fandom: EXO ✘ Personajes...