Sueños de Reyes

5

- El placer es mío - Dije con educación.
Miró el collar que me obsequió el rey
- ¿Me permitiría?
- Oh, Por supuesto.
Tomó el collar y lo colgó en mi cuello. Toqué la medallita, era idéntico al de mi abuela.
- Princesa...
- ¿Si Adam?
- ¿Me concede esta pieza?
- Claro.

La verdad es que es mi cumpleaños, quien sea, principe o no debe sacarme a bailar, como tradición, por lo que no puedo negarme. Comenzamos a bailar un vals.

- ¿Vienes de muy lejos Príncipe Adam?
- En realidad sí. Varios bosques de distancia.
- ¿Sólo por mi cumpleaños? - Reí - Disculpe, pero creo que hay otro motivo, ¿Puedo saber cuál?
Detuvo su mirada en mi por un momento, miró al rededor y dijo
- Si, pero no aquí.
Me tomó de la mano y llevó a la sala de al lado.

- ¿Qué sucede? - Pregunté.
- Princesa, tengo... Debo casarme con usted.
- Reí - Creí que de un Príncipe escucharía una propuesta de matrimonio mas elegante.
- Debo. Pero no quiero.
- ¿Disculpe? ¿Es alguna clase de burla hacia mi?
- ¡No! Princesa - Me tomó de las manos- No es usted...
- Por favor no termines esa frase - Lo interrumpí, me miró desconcertado, no estaba actuando como de la realeza. Reí- Escucho a muchos jóvenes hablando así por el reino... Sólo explicate.
- Tu... Eres hermosa, realmente lo eres...
- ¿Pero?
- Pero, estoy enamorado, de otra joven, es de mi Reino.

Sonreí con entusiasmo
- ¿Es hermosa?
- ¡Bellísima!, tan amable y humilde.
- ¿ Y qué hace aquí conmigo Príncipe?
- Mi padre no lo permite.
- ¿ Por qué?
- Ella no es de la realeza. Es una chica normal, del pueblo. Por eso mi padre quiere que me una en matrimonio contigo.
- No puedes si digo no.
- Buscará otra Princesa.
- Entonces enfrentalo. Muy pronto seras el Rey, tendrás que tomar desiciones, olvidarte del miedo.
- No puedo.

Levantó su mirada con sus ojos llenos de tristeza.

- Si realmente la amas. Lucha por ella.
- Gracias Princesa, lo haré.

Me abrazó.
- Espero con ansias la invitación a tu boda.
- Será un honor tenerla de invitada.

Volvimos a la fiesta.