Luego de una plática tranquila con aquel chico, el cual en pocas palabras me había agradado demasiado, y vaya que para que alguien me agradará era un "milagro". Incluso habíamos quedado para comer "juntos" una vez más al día siguiente, el cual ya ansiaba demasiado, pues, su compañía o algo por el estilo me agradaba y en cierta forma si me hacía sentir bien, aunque fuese la primera vez que hablábamos, no fue nada incómodo.
Nos hicimos preguntas de que sitio vivíamos, le respondí claramente que en Londres y el de Seúl, bastante alejado y la diferencia de horario podría decirse que era demasiada, prácticamente cuando el desayunaba yo cenaba o estaba desvelado viendo películas de terror en una esquina del sillón recostado mientras dejaba caer un brazo.Conforme pasaban los días, continuábamos la comunicación, intercambiamos números telefónicos por si acaso.
- Entonces, tú sueño es ser ¿cantante?- cuestionó mascando el bocado de espagueti.
- Rapero, en sí, ¿y que hay de ti?- cuestioné mientras escribía en un cuaderno todos los pendientes de la cafetería, gastos y demás, tarea que esta vez se me había otorgado a mi.
- Chef, o simplemente un buen fotógrafo.- respondió limpiando sus labios con esa servilleta rosada que siempre usaba cuando nos veíamos a través de esa pantalla.
- Seguro que eres genial en ambos.- comente seguro se mis palabras mientras desviaba la mirada del cuaderno a la pantalla, topándose con su mirada viendo seguramente tras el monitor.
Se levantó con una sonrisa y fue hasta la persona que se escuchó tras el micrófono.
Me sentí extraño, si, celoso, no iba a mentirme, me causaba celos que alguien estuviese con él y quitara su atención en mi.
Rodé los ojos y continúe con mis deberes, y pensé muy seriamente que si no volvía iba a cancelar la llamada.
- Ken~ ven aquí, quiero presentarte a un amigo.- se escucho bajo ya que el había dejado el micrófono frente al monitor.
- Amor estoy ocupado.- otra voz masculina se hizo presente, haciéndome tragar en seco, ¿amor?.
Y todas las esperanzas que llevaba con el se fueron por un caño, ya decía yo que un chico tan lindo como el no podía estar soltero.Mi ánimo cayó notoriamente pero no se lo daría a conocer, simplemente continuaría con lo que hacía.
A los segundos Jin volvió frente a la pantalla con una sonrisa triste.
- Nam, debo irme.- mordió sus labios y seguro estaba conteniendo las lágrimas.
Aunque no pareciera, yo era alguien muy observador.
Y a pesar de los celos que sentía me preocupe por el.- ¿Todo bien?- cuestione mirando la pantalla, donde el estaba.
- Si, hablamos luego.- y sin dejarme hablar, corto la llamada.
Inevitablemente yo ya estaba más que preocupado por ese chico que conocía apenas hace unas semanas.
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Eat with SeokJin. •NamJin•
Historia Corta>No se aceptan adaptaciones de MI historia< NamJoon es un chico solitario, donde su rutina es: de trabajo a casa. Y el ciclo se repite todos los días, exceptuando fines de semana, donde milagrosamente sale a pasear. Siempre anda solo, pasea solo, co...