Capítulo 3

858 184 107
                                    

Jimin.

Me sentía sucio.

Él es quien debería sentir asco por si mismo. Desearía poder borrar esa imagen de mi cabeza.

Jungkook, sosteniendola de las piernas, penetrandola con fuerza y sin pudor.

Asco.

Puso una cara de vergüenza, sorpresa y de enfado. Sentía vergüenza de ella, vergüenza de sí mismo.

Si no hubiera escuchado los ruidos que provenían de esa puerta, nunca hubiera visto tal escena. Eso me pasa por ser un metido. Bien hecho, Jimin.

Tocó el timbre para entrar a clase, y en un segundo los alumnos desaparecieron. Quedé solo en el pasillo.

Siempre estoy solo.

La mayoría de las personas no sabe mi verdadera historia. Les digo que tengo padre, madre, hermana, hermano.

En general, una gran familia.
Pero son puras mentiras.

Mi niñera había ido por mi a la escuela. Esa mujer era tan dulce.

Íbamos por las calles saltando y cantando "Hate" - 4minute. Siempre me decía "Nunca uses la palabra "odio", jamás. Ese sentimiento no se lo puede sentir por ninguna persona, aunque te haya hecho daño".

Yo le hice la promesa que nunca podría odiar a alguien, pero esa promesa se rompió cuando vi al desgraciado de mi padre hacer tal cosa.

Ya estábamos llegando a casa, abrió la puerta, y lo que vi fue realmente espantoso. Era tan sólo un niño de cinco años, y ver a mi madre así, destrozada, ensangrentada, gritando por ayuda...

Nadie en esta vida tendría por qué ver lo que presencié a continuación.

Mi padre había acuchillado a mi madre, al frente de mis ojos, al frente de un niño, al frente de su hijo...

Mi niñera se abalanzó para intentar salvar a mi pobre madre, pero lo único que obtuvo fue su propia muerte.

Habían muerto las dos personas a las que más quería, quedé solo en el mundo.

Mi padre al verme, se arrodilló y repetía "perdona hijo, tu madre se lo merecía, perdona".

Quedé segado por las ganas de justícia. Salí corriendo a la pieza de mi padre y agarré la pistola.

Mi padre yacía muerto gracias a la bala atravesada.

Nadie pensó que su hijo habría matado a su propio padre, por eso nunca fui al penitenciario de menores.
Los investigadores pensaron que primero había matado a las dos mujeres que tanto quería, y después se había suicidado.

Esa es mi verdadera historia.

No es fácil de contar.

Tocó el timbre que indicaba la finalización de clase. Por fin.

-¡Jimin! -me di la vuelta-.

-Hola Hobi.

-Mi hermano hará una fiesta en su casa, en la piscina, estás invitado.

-Pero él no quiere que vaya.

-¿Eh? ¿Cómo sabes eso? -confundido-.

-¿Qué? No lo sabía, sólo lo presentía -intentando cubrirme-.

-Está bien, pero la invitación es por parte mía, no de Jungkook. Aunque no es mi fiesta, igual estás invitado -me dijo con una sonrisa-.

-Gracias, Hyung.

Estaba inseguro de si asistir o no.

Queda muy mal que me presente sin ser invitado por el anfitrión de la fiesta.

Mejor no voy, ¿para qué iría? ¿Para ver a Jungkook con "amigas" besándose y tocándose? No, gracias.

Llegué a casa. Es muy lindo vivir sin alguien que te molestara, pero hay veces que eso se torna demasiado aburrido.

A veces, me imagino una vida con Kookie. Él durmiendo a mi lado, nuestros hijos jugando en el comedor, siendo buenos padres. Luego ese pensamiento se esfuma cuando lo veo con alguna chica.

Jamás podrá quererme, jamás.

Me tiré sobre mi cama, escuchando "Be together" - Major Lazer.

Esa canción me recuerda tanto a mi madre...

"Quizás si las estrellas se alinearan,

quizás si nuestros mundos colisionasen,

quizás en el lado oscuro,

podríamos estar juntos, estar juntos.

Quizás a un millón de millas,

en una autopista cruzando las estrellas,

algún día, pronto, estaremos juntos.

Él era un soñador por naturaleza,

persiguiendo las estrellas,

persiguiendo las estrellas.

Las alas extendidas bajo el sol,

te echo tanto de menos,

te echo tanto de menos".

Sonó el timbre de mi casa, nunca nadie viene a visitarme.

Abrí y vi una silueta de un hombre. ¿Jungkook? Pensé que estaba soñando, y sí, lo estaba.

-Oh, hola Namjoon, ¿que quieres?

-Hey, ¿que te pasa? ¿Andas de mala otra vez?

-Sólo dime que quieres.

-Quiero declararme a Jin -soltó sin rodeos-.

-Hazlo, adiós -quise cerrar la puerta, pero me lo impidió-.

-Quiero que me digas como hacerlo, tengo miedo, ¿y si me rechaza?

-Tranquilizate, porque así no te ayudaré nada.

-Bueno, ya está bien, ¿que debo hacer? -preguntó curioso-.

-Te diré lo que no debes hacer -lo miré fijo-. No debes preguntarle si quiere sexo, porque se asustará. Acuérdate que es dos años menor que tú.

-¿Eso no más?

-Sí, sólo eso Namjoon -la verdad es que no tenía idea de lo que debía o no debía hacer, pero fue lo primero que se me vino a la mente, aunque se hubiera enamorado fácilmente gracias al buen sexo que Namjoon proporcionaba-.

-Gracias, Jimin. Pero si eso no funciona, te castraré.

-Ya, vete -le dije con una sonrisa-.

-Adiós.

Subí a mi habitación, me acosté y me relajé.

Dulces sueños, Jungkook.

Siempre contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora