Capítulo 11 • Vhope 2/2 •

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HoSeok.

Sinceramente, no tengo ni la menor idea de cómo pedirle que fuera mi novio. Él es tan sencillo. Sé que se conformará con algo muy simple, pero yo quiero hacerlo a lo grande. Sábado 3 de septiembre, todos mis sentimientos saldrán a la luz. Agarré mi celular y apreté el cuadrito que decía "TaeTae💓", marqué; mis manos sudaban, estaba nervioso por una llamada, hasta en la cosa más mínima que tenga que ver con él, mi nerviosismo aumenta, mi corazón late a mil por hora. El celular sonaba con ese tono molesto para mis oídos, Tae no respondía. El contestador me habló por cinco veces seguidas.

Mis planes de salida se esfumaron. Me acosté sobre el sillón situado en el living, mirando al techo, pensando en él. Su carita linda, sus ojitos tan rasgados, su sonrisa cuadrada...

Suena mi celular. De mala gana veo el nombre de la persona que me llamaba. "TaeTae💓". 

En la llamada.

-¡Tae! ¿Por qué no respondías? Estaba preocupado por ti.

-Tranquilo, no me pasó nada, tonto -escuché una risita del otro lado de la llamada-. Estaba durmiendo, son las diez de la mañana y es sábado, se supone que hay que dormir hasta las dos de la tarde, pero me levanté por tu culpa.

-¿Mi culpa? -dije confundido-.

-No paraba de sonar mi celular. Luego vi de quien eran las llamadas perdidas y por poco me caí de la cama. Así que me levanté y me dispuse a llamarte.

-Ehm, te llamaba para preguntarte si querías tener una cita conmigo, bueno, no una cita oficial, sino una salida, una salida en forma de cita, o algo así.

-Hey, calmate. Si quiero tener una salida en forma de cita contigo -se rió por mis balbuceos-. ¿Qué quieres hacer?

-Estaba pensando en ir al cine o al parque de diversiones.

-Vamos a los dos, me encantan los parques de diversiones, pero en el cine elijo yo la película. Te paso a buscar a las cinco.

-Está bien Tae, hasta las cinco.

-Adiós -y cortó la llamada-.

Necesito verle y decirle lo que siento, pero aún no sé cómo. Me tiré en el sofá nuevamente,  imaginándome cosas que nunca sucedieron pero que realmente quiero que pasen. 

Froté mis ojos, agarré el celular y vi que eran las cuatro de la tarde.

Mierda, me dormí.

Me levanté rápido y subí las escaleras de mi departamento. Ya en la habitación, comencé a buscar ropa en mi armario. Nada, no tenía absolutamente nada. Tampoco sabía cómo vestirme. Un traje me parecía demasiado formal, y una remera con pantalones me parecía muy informal. Parezco una nena de primaria que va a salir por primera vez con el chico que le gusta.

Ya eran las 16:50. Me decidí por una camisa a cuadritos roja, un jean negro y unas Timberland. Estaba dándome los últimos detalles, cuando escuché una bocina. Corrí para la puerta principal, abrí y vi un auto Lamborghini negro, brillante y lujoso. Yo a penas tengo una bicicleta que me regalaron por mi cumpleaños hace tres años, que fracaso. Me quedé boquiabierto al ver a Taehyung salir del auto con un lindo traje y con un ramo de rosas en sus manos. Caminó hasta a mi, cerró mi boca y selló mis labios con un beso. Cerré la puerta de mi casa con llave, Tae me dio la mano, gesto el cual me sorprendió bastante, y caminamos hasta su lujoso auto. En todo el viaje nos quedamos sin tema de conversación, lo cual fue un poco incómodo para los dos, pero me dió tiempo para pensar qué significa ese beso que me otorgó minutos atrás.

Llegamos al parque de diversiones, pagamos las entradas y pegamos un vistazo a todos los juegos para ver a cual subíamos primero. Nos decidimos por El Martillo. Después de varios juegos, me sentí mal, así que fuímos a sentarnos en un blanquito.

-Tae, tengo algo que decirte.

-Ya me da miedo cuando me dices eso -refiriendose a la vez en la que le confesé que soy gay-.

-Realmente no sé cómo hacer esto. Me gustas, me gustas demasiado. Amo la forma de tus ojitos, la forma de tu boca, como hablas, tu voz, cada facción de tu bello rostro, tu forma de hacer reír a cualquier persona, tu forma de amar a los niños, de ser comprensible con la gente, hasta con la que no conoces, amo la forma de tu sonrisa, tu forma de amar y querer, tu delicado cuerpo, tu manera especial de ver la vida.

-¡Bae, también me gustas! Me sorprendiste, yo también me iba a declarar hoy.

Se paró de la banca y se arrodilló ante mi.

-Hoseok, ¿me das el honor de poder estar a tu lado hasta viejitos?

Fué tanta mi emoción, que me abalanzé sobre él, quedando los dos sobre el suelo.

-Supongo que es un sí -dijo riéndose, para luego darme un beso-. Te amo.

-Te amo, Taehyung.

Siempre contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora