Capítulo 14 • Namjin 2/2 •

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-No quiero que te vayas, my love.

-No lo haré, Joon.

-Dime Jin -hablé nervioso-.

-¿Mh?

-¿Quieres ser mi novio? -noté que sus mejillas se ruborizaron y sus ojitos se cristalizaron-.

-¡Por supuesto que sí! ¡Sabes que te amo desde pequeño!

-Te amo, my little boy.

-También te amo -dándome un pequeño beso en los labios-. Y no hables en inglés que sabes que me derrito de amor.

-You're the only boy that I really love, sweetie.

-Bebé, no entiendo un carajo, pero si sale de tu boca, gracias -dijo riéndose-.

-Dije que eres el único chico que realmente amo, Jin.

Sin más preámbulos, comencé a besarlo. Un beso tranquilo, lento, sintiendo la textura de los labios del otro, sin querer parar. Pero luego, se convirtió en uno apasionado, deseoso, excitante. Su boca le dió paso a mi lengua, haciéndo que estas se encontraran y jugaran con rapidez. Lo tomé por la cintura, haciéndo que envolviera sus piernas en mi torso. Tomó mi cuello para intensificar el beso. Lo llevé cargando hasta el viejo sofá, en donde lo deposité, y de un movimiento, me puse arriba de él.

Comencé por el cuello, dándole pequeños besitos y succionando su piel, lamiendo una y otra vez, excitandome por sus gemidos cortos. Saqué su remerón de una vez, apreciando su cuerpo tonificado. Hice lo mismo con su torso. Besé, lamí, chupe, mordí. Jugué con sus pezones un buen rato. Los acariciaba y pellizcaba con mis manos, mientras ahogaba sus gemidos con mis besos. Fui bajando su pantalón azul, algo dificultoso ya que este tenía un cinturón. Pude apreciar su enorme bulto abajo de la tela del boxer. Pensar que yo lo ponía así...

-Así que todo esto provoca Daddy, ¿eh? -dije apretandole su pene y mirándole con picardía-.

-Aaah... mghn~ haz algo, se pone duro por tu culpa, hazte carg... -metí su miembro a mi boca, haciéndo movimientos bruscos de arriba a abajo, masturbándolo. Se estremeció al sentir el contacto con mi lengua en sus huevos, succionandolos, llenandolo de placer bruto. Terminó por echar todo su líquido en mi mano y boca.

Comencé a sacarme las prendas de encima, primero la remera, luego mi pantalón y boxer. Al parecer, Jin se sorprendió por el tamaño de mi bulto. Bien dotado me mandó el Señor. Me paré del sofá, acto que él también repitió. Se puso al frente mío y comenzó arrodillarse, lo cual causó que toda la piel se me erizara.

-Jin...

-Diga mi amado...

-Metetelo en la boca ¡ya!, por favor... -rogandole-.

Como buen chico que es, me obedeció al instante. Metió mi miembro en su boca, chupandolo y succionandolo, dándome un placer eterno. Depositó un pequeño beso en la punta de mi pene y comenzó a masturbarlo con fuerza. Este chico si sabía como hacerlo. Después de minutos así, me vine en su boca, manchando un poco su abdomen y sus manos. Me fascinaba.

De un movimiento rápido, lo puse sobre el sofá nuevamente, pero esta vez, dejándolo boca abajo.

-Daddy... -dijo exhausto-.

-¿Si, bebé?

-Penetrame como si fuera el fin.

Accedí a su petición.

Comencé por lubricarle su orificio. Le mostré tres dedos a él y entendió perfectamente. Comenzó a chuparlos uno por uno, dejando toda la saliva posible.

-Are you ready?

-I'm ready.

Metí un dedo, haciendo movimientos de adentro hacia afuera, movimientos circulares en su ano, sintiendo los pequeños gemidos que se le escapaban por su boca.

-Namjoon... más...

Luego de eso, metí mi segundo dedo, el cual hizo que mi bebé haga un gemido de placer y dolor. Con este, hice movimientos de tijera para que se acostumbre a mi miembro más rápido. Metí mi tercer dedo. Jin tiró un gemido mezclado con grito, lo estaba disfrutando pero también le dolía, pero solo es cuestión de acostumbrarse.

Saqué mis tres dedos, ya estaba lubricado lo suficiente. Lo miré y el me hizo una seña con la cual me dio a entender que ya estaba listo para que lo penetre. Saqué mi miembro y lo puse en su orificio, haciéndo movimientos muy lentos para que se pueda acostumbrar. Él gemía de placer y dolor, lo cual me excitaba aun más. De una cosa a la otra, ya lo estaba embistiendo con fuerza. Estuvimos así por media hora, siendo uno solo, uniendo hasta nuestras almas.

-Jonnie... -dijo con voz exhausta-.

-¿Sí, love?

-Te amo...

-Te amo mucho más, Jin.

Al terminar, nos cambiamos y nos dirigimos hacia el patio, en donde nos encontramos con los chicos.

Siempre contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora