Capitulo 5

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Durante el camino a la cafetería Gribbly's siempre es algo aburrido.
Nadie pasa por aquí, bueno, si pasa alguien, una chica, Alice Collins, es.... Linda.
Ella me gusta, pero le gusta alguien más, eso me entristece, quisiera gustarle, pero es imposible.

– jejeje –Me rió levemente.


Es gracioso, porque es cierto.
Salto a los charcos mojando mis botas y parte de mi pantalón, al hacer esto me siento como un niño pequeño, sigo siendo un poco infantil.

A la distancia veo una muchedumbre de los populares formando un círculo sobre algo, me pregunta a quién van a golpear esos imbéciles hoy.

– P-Por favor, aquí está mi dinero y mi teléfono, no me hagan daño –dice la voz de una chica dentro del círculo.



Se escuchaba asustada, en definitiva ella estaba aterrada, yo también lo estaría, se de lo que son capaces.
Entraría a defenderla, pero son demasiados para un chico como yo; a pesar de ser alto y ancho, estoy seguro que terminaría en el piso llorando.

– Mira, perra. Esto es muy poco, necesitarás un poco más para que te dejemos ir –Dijo el más grande de ellos, ese sujeto es unos centímetros más alto que yo. Debe ser intimidante.

– Ya sé que podemos hacer –Soltó una carcajada y cuando los demás lo comprendieron también se rieron.

– ¿Q-Qué m-me v-van a h-hacer? –Dijo ella entre tartamudeos.

En ese instante identifiqué la voz.
Era Alice. No podía creerlo.
Ella estaba en peligro.
No podía quedarme allí sin hacer nada.

– Sáquenle la ropa –Él expresaba un sentimiento de triunfo, era repugnante.

El círculo se cerró sobre ella y podía escuchar sus gritos pidiendo ayuda.
Deje de pensar en alguna opción en la que no terminara muerto y busque con la mirada algún objeto que se viese pesado.
Tome una madera de aspecto duro como arma y corrí en su dirección. Dejando de lado cualquier sentido común o instinto de supervivencia, actué por instinto para intentar salvarla... Aunque tal vez ambos terminásemos muertos.

– ¡Auxilio, alguien, quien sea, por favor, ayuda!

Sus gritos eran desgarradores, eso hizo que algo en mi ardiera, era odio, furia, sentimientos tan horrible e intensos.

Le di un golpe a uno de los que tenía sujetada a Alice, de la fuerza del golpe la madera se rompió en la cabeza del sujeto.
Él se desmayó y los demás soltaron a Alice por el susto.

– ¡Toby! –Su voz expresaba alivio y felicidad. Se puso de pié detrás de mí y se escondió.

– ¿Con que la lechuza ha vuelto para que le quitemos el otro ojo?

– Alice. – Mi voz se escuchaba sería, pero yo estaba aterrado –Corre lo más rápido que puedas a Gribbly's, llama a Jane.

– ¿Pero qué pasará contigo? –Ella estaba preocupada. Tenía que tranquilizarla de alguna manera.

– Tranquila, estaré bien –Le dirigí una sonrisa juguetona y di un paso al frente. Alice dio unos pasos hacia atrás y echó a correr.

Un golpe hizo que volviera a concentrarme en la situación actual.
Justo en ese momento mi sentido común volvió mágicamente y me dio una bofetada diciendo: "Idiota, son más de diez y ellos si hacen ejercicio. Debiste correr junto con la pelirroja".
Iba a morir. Y lo iba a ser como una especie de sacrificio que terminaría como un trozo de carne morado.
Otro golpe me tiró al piso, y una mano gigantesca me levanto del suelo.
Era Jaspe, el aparente líder de los perros de Heder.
Él fue el que me dejo ciego.

– Bueno, lechuza...

– Soy un Búho, en realidad –Corregí cínicamente. Aunque ese no era el momento.

– Eso no me interesa, Holdan–No sé si pronuncio mal mi nombre como burla o simplemente no se lo sabe.-- Heriste a uno de mis muchachos, ¿sabes lo que le hacemos a los se atreven a hacer eso?

– ¿Le dan un beso y una paleta? –Muy bien Tobias, este es el momento menos indicado para ser un idiota cínico, pero al menos podía morir siendo un desgraciado que no se toma nada enserio.

– Sí, dijo ¡No! ¡Se supone que tienes miedo! ¡No deberías estar haciendo bromas estúpidas!

– Oh, lo siento. Pero no puedo tomarte enserio, y menos con esos ricitos negros de princesa –Es en este momento en que con cada palabra estoy dando otra palada a mi tumba.

– Iba a dejarte ir con unos golpes solo porque le agradas a la jefa, pero ahora estas muerto lechuza. Te vamos a moler a golpes.
Me levanto unos centímetros del suelo y apretó más fuerte la mano con la que me sostenía.

Movió para atrás su brazo, haciendo el ademán de golpearme, cerré los ojos y me prepare para el golpe.
Aunque no podía hacer nada, intente hacerle un rasguño en su cara.
Levanté el brazo bruscamente.
Un sonido semejante a un "Click" me sorprendió, abrí los ojos y ahí estaban: Los compañeros de Jaspe flotando en el aire; un especie de corazón azul apareció en sus pechos.

Estaba asombrado, ¿Cómo podía ser eso posible? ¿Quién lo estaba haciendo? ¿Acaso era yo el responsable? ¿Abre apagado la estufa?

– ¿Qué es lo que tanto miras Holdan? –Se volteó y observó aún más asombrado que yo a sus compañeros; suspendidos en el aire como si la gravedad no fuese nada.

Me soltó y cuando caí al suelo baje el brazo rápidamente haciendo que ellos se estrellaron con fuerza.

Era yo el que lo hizo.
Yo fui el que los levantó del suelo y los estrelló contra el mismo.
Pero, ¿Cómo lo hice?

Me puse de pié e hice el ademán de levantar el brazo otra vez y todos huyeron despavoridos.
Todos, menos Jaspe.

– ¡Oigan ustedes! ¡Vuelvan acá! –Estaba furioso, era imperdonable que lo abandonaran.


Se volteó a verme.
La furia se distingue a leguas de distancia.
Tomé lo que quedaba del pedazo de madera que había usado arma antes y acerque a mi cuerpo para utilizarlo como arma.

– ¿Qué? –su tono era desafiante. Quería probarme para ver qué tan asustado estaba –¿Enserio piensas que ese truquillo de magia que hiciste va a asustarme? No, no va a asustarme.–Metió la mano al bolsillo de su chaqueta y sacó algo. Una pistola.–Vas a morir pequeña perra. ¡Nadie! Me humilla.

Al ver la pistola di un paso para atrás y me caí.
En el suelo, Jaspe, de pié enfrente de mi me apuntó con su pistola.

– Hora de morir.

Estaba aterrado.
No podía moverme, no sabía cómo había hecho eso.
Solo cerré los ojos.
<<Muerto por bocón, eso dira mi tumba>>
Dije en mi mente.

<<Cuando estés en problemas piensa de 8 a 1, eso me ayuda a buscar una solución>> –La voz de mi madre resonó en mi memoria.

8...
Dio un paso más cerca de mí.
7...
Se rió
6...
Quito el seguro del arma
5...
Recargo
4...
Puso su dedo en el gatillo
3...

– Adiós, Holdan.

2...
Soltó una carcajada victoriosa
1...
Escuché el sonido del cañón del arma disparar.


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MegalomaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora