Megalomanía

Capitulo 3: La chica que vivió

De camino al aula Jane me contaba sobre los planes que tenía para la venta de pasteles de la escuela, pero yo solo escuchaba:

<<Trabajo trabajó trabajó>>

Adoro hornear, es divertido, pero deja de serlo cuando tengo que hacerlo para un evento que fácilmente pudo haber sido evitado, Miss Lee fue la que se gastó el dinero, ella debería hornear todos los pasteles.
Esto es injusto.

Cuando llegamos al pasillo en el que se encuentra nuestra aula un montón de personas corrían hacia el centro del pasillo donde un montón de personas hacían un círculo.

– Pensé que los rituales satánicos eran hasta medio día.- Nick siempre hacia ese tipo de chistes, son graciosos algunos de ellos.

El sonido de la bandeja de entrada de los teléfonos de los tres sonó desde nuestros respectivos bolsillos avisando que había llegado un mensaje.

<<Mensaje de @BrownKitty>>

–Es Conney.- Dijo Jane con una sonrisa.

Al abrir el mensaje la sonrisa de Jane se borró y fue reemplazada por un gesto de enojo.
Nick y yo también lo leímos.

B.K: Ayuda, bulto de personas, dense prisa

Cuando levantamos la vista Jane se estaba haciendo camino entre las personas, nosotros decidimos ir con ella.

Conney es la mejor amiga de Jane, la prima de Nick y una de mis amigas más cercanas.
No podíamos permitir que le hicieran algo.

¿Qué parte de "Solo danos el dinero y nos iremos", no has entendido? - Heder estaba parada enfrente de Conney, y detrás de ella estaban 6 sujetos haciendo de guardaespaldas.

No tengo dinero.- Conney sacó las manos de sus bolsillos mostrando que estaban vacíos.- Lo lamento, pero ustedes saben muy bien que mi situación económica no es la mejor. Y, eh --Ella buscaba las palabras apropiadas para salir del problema, ella es una fiel creyente de la paz y la no violencia --Tú tienes mucho dinero, no necesitas del mío, y, eh, quiero decir...

Mira, estúpida vaca --Heder le dio un golpe en los pechos a Conney y ella solo se los cubrió y dio un par de pasos atrás --Me das tu dinero o alguna mierda de valor que lleves encima o haré que mis chicos te arranquen esas dos ubres que llamas pechos.

Conney solo se quedó callada e inmóvil, tenía miedo. Ella sabía de lo que ellos eran capaces. Al no ver alguna respuesta, Heder camino nuevamente hasta estar cara a cara con ella y levantó la mano y se dispuso a darle una cachetada, pero, cuando estuvo a punto de golpearla, Jane apareció y le sujetó la mano con fuerza.

Saludos, Heder, Tengo una pregunta para ti -- Empezó a doblar su brazo, sometiendola.-- ¿Cuánto crees que...?-- Siguió doblando su brazo.-- ¿tenga que doblar tu brazo para romperlo?

La expresión de dolor de Heder era notable, normalmente me sentiría mal si le hacen eso a alguien, pero, ella era Heder, no me importa lo que le hicieran.

– ¡No se queden ahí parados! -- Grito Heder con un tono molesto.-- ¡Háganle algo!

Al finalizar la orden, sus seis seguidores corrieron en dirección a ellas.

Repetidamente intentaron golpear a Jane, pero ella esquivaba los golpes como si nada, Jane en cambio, con un solo golpe los dejaba fuera de combate, ella es la chica, no, ella es la persona más peligrosa que conozco.

No solo es buena en el combate cuerpo a cuerpo, sino, que ella también sabe usar cualquier tipo de arma, desde contundente a punzocortante.
Cuando Jane terminó con los seis la gente empezó a dispersarse, Muchas personas le temen a Jane, otras la quieren, en resumen todo el mundo respeta a Jane.

¿Estás bien? -- Preguntó Conney. Sus ojos celestes la miraban intranquila, el sudor bajaba por su cara color canela.

Claro que sí-- Se secó las pocas gotas de sudor y dibujó una sonrisa-- Esos idiotas no pueden contra mí. Me he enfrentado con más personas y con armas, estos solo eran unos punks.

Jane se acomodó su saco negro hecho a la medida y empezamos a caminar hacia nuestra aula.

Un letrero estaba pegado en la puerta y el salón estaba cerrado.

"La clase de ciencias será cambiada de horario, la clase de esta hora es artes, será en el salón 8K"
-- Atte. Alexa P.

Odio clase de arte, más bien dicho, odio a la maestra de arte, no sabe nada sobre la materia, solo se dedica a criticar a los artistas y a nosotros, lo único que hace en toda la clase aparte de eso es leer esas novelas masoquistas de "romance", dormir y comer. Mis clases preferidas son Literatura y español, tengo buenas maestras, la maestra de literatura, la señorita Collins, es una maestra joven de 25 años y aún no pierde las ganas de trabajar, y la maestra de español, la maestra María del Carmen, lleva muchos años en esta institución, y es buena maestra desde mi punto de vista, a pesar que todo el mundo le tiene miedo, es bastante buena y amable, ambas maestras leen mis escritos y dicen que son muy buenos, que tengo mucha creatividad y facilidad con esto. Pero la verdad no creo que sean tan buenos, después de todo, solo soy un novato.

– Todos tienen sus cosas de arte, ¿verdad? -- Pregunto Nick. A Diferencia de lo que todo el mundo pensaba, Jane no era la líder de nuestro grupo, sino Nick. Él es bastante bueno como líder. Se preocupa por todos.

–Sí.-- Dijimos al unísono.

Subimos al segundo piso y Jane seguí hablando de la venta de pasteles, y al parecer Conney también estaba involucrada en esto...
En realidad.... Ya me lo esperaba, donde vaya Jane va Conney y viceversa. Son algo así como Nick y yo.

En la puerta del aula estaba una chica en silla de ruedas intentando pasar.
Su cabello largo rubio ceniza con las puntas púrpuras caía por su espalda, vestía con una chaqueta negra un tanto desgastada --Irónicamente ya que ella es rica --, un suéter negro de Artics Monkeys, una bufanda amarilla, la falda negra del uniforme y unas botas para la nieve de color blanco.

–¡Estúpida silla, pasa de una vez! -- Se veía molesta.

Naturalmente me dispuse a ayudarle, pero Jane me tomó del hombre en un gesto desaprobatorio.

–No la ayudes, Toby, ella es una de ellos.-- A Jane no le agradaba ella en lo absoluto, en definitiva, la odiaba.

–Vamos Janey.-- Nick posó su mano en el hombro de Jane.-- Ella es su amiga y necesita ayuda.-- Nick siempre me apoya, en cualquier cosa, él está allí conmigo para ayudarme.

–Está bien.- Bufó Jane.

Empecé a caminar en dirección a ella, cuando estuve detrás de ella empuje la silla con cuidado hacia el interior del aula.

–Howdy, Blair, ¿Cómo estás?