Desapareció
Habían pasado más de dos semanas, dos semanas en la que Blake no aparecía. La última vez que lo había visto había sido aquella tarde en la que me había dejado intrigada, desde ese día que me miró asustado y preocupado no apareció más. Pero era mi menor preocupación, ya que a mi madre por alguna extraña razón la habían despedido del hospital y ahora yo tendría que hacerme cargo. No era tan difícil, pero si se sentía terriblemente mal matar a alguien porque jamás me atreveria a tocar animales o niños, pero a criminales sí. Todas las noches sin descansar salía de "cacería" y tenía algo dentro de mí, como si fuera un instinto de perseguir ladrones o violadores y en cuanto veía lo que estaban a punto de hacer me abalanzaba contra ellos y los mataba.
Al momento de clavar tus colmillos ya no puedes parar, no puedes parar aún así esa persona se resista. Es como una droga, una vez que la pruebas ya no puedes parar. Y al terminar me sentaba a pensar y reprochame lo que hacía, ¿y cómo no? Jamás imaginé que mataría a alguien así se lo mereciera. Es algo que no iba en mí, tu no naces con el instinto de matar, es totalmente pura mentira. Simplemente lo haces la primera vez y te duele, pero después te tienes que acostumbrar. Algunos cierran sus ojos para pensar en algo que los haga escapar de la realidad, otros simplemente miran a otro lado para no ver esos ojos que te piden ayuda, otros simplemente piden perdón por lo que estan a punto de hacer y los otros, los peores... son los que estan hechos para matar, a los que no les importa verte a los ojos y no se andan con tantos rodeos. Lo hacen y ya.
Mamá estuvo haciendo todo lo posible por conseguir otro trabajo en otro hospital, pero parece que todos ya tenían suficientes personas por que no la querían aceptar en ninguno otro. Odiaba matar aunque fueran criminales (aunque... le hacía un bien al mundo).
(...)
Llegué al instituto y mi primera clase era Matematicas, ok comenzamos muy mal. A diferencia de todos los profesores que allí habían, el de Matematica era el mejor y no se me complicaba para nada ninguno de los ejercicios, es como si ser lo que soy me daba inteligencia o algo parecido. Había comenzado mal el día nada más por el simple hecho de que tendría que lidiar con las indirectas de Amanda y su grupo de perras rubias, y a mi no me fastidiaba en absoluto pero percibí que Lily era muy sensible y que cada vez que le decían algo muy, muy, MUY ofensivo, se le cristalizaban los ojos y pedía rápido ir al baño: para llorar. Nadie merecía lo que hacían estas chicas.
Al llegar lo ví, a el. Al que había desaparecido por dos semanas enteras, lo ví a Blake. Me acerqué porque esta vez no tendría miedo de preguntarle sobre que había pasado y porque me había tratado así aquel día, pero en cuanto me vió entró rápidamente al salón sin voltear y para cuando entré ya estaba sentado en una silla conversando animadamente con... Amanda.
- Muy bien, tomen nota y después les explico de que consiste esto y ustedes van a escoger a su pareja con la cual haran el trabajo. - Todos empezamos a anotar lo que había en el pizarrón y como si se me hubiese prendido un foco arriba de mi cabeza inmediatamente pense en trabajar con Lily, y hablando de ella... no estaba. - Si ya terminaron, por favor en un pedazo de hoja escriban su nombre y el de su compañero y entreguenlo. - Todos se fueron levantando de uno en uno a entregar su papel y en cuanto yo iba a entregar el mio, el profesor habló. - Señorita Brenda, no hace falta su papel... ya el señor Blake la anotó como su compañera e imagino que usted esta de acuerdo con esa desición.
- ¿Qué?
- ¿QUÉ? - Dijo otra voz chillona y supe reconocer quien era.
- Sí, el señor Blake trabajara con Koslov. Está acá anotado. - El profesor levantó la hoja en donde habían dos nombres y efectivamente era el de nosotros dos.
- Disculpe profesor. - Habló Amanda antes que yo. - ¿Me permite conversar con Blake? - El profesor asintió y como si estuviesen a mi lado escuché todo lo que decían. - ¿Qué estas haciendo? - Dijo Amanda entre dientes.
- Dejame en paz, por favor. - Escuché el movimiento de una silla y supuse que uno de los dos se había levantado ya que no veía nada, tenía mi mirada clavada en el frente. - Voy a trabajar con Brenda, profesor. ¿Puedo o no puedo? - Por primera vez volteé y lo ví a el ahí, mirando al profesor esquivando mi mirada.
- Si la señorita Koslov no tiene ningun problema... - Sentí la mirada del profesor y rápidamente me volteé. No podía decirle que estaria con Lily si claramente ella no estaba en el salón, además quería que Amanda se revolviera al saber que estaríamos en un trabajo juntos.
- No, no hay problema profesor. - Miré una última vez a Blake que yacía sentado y mirandome fijamente sin expresión alguna. ¿Por qué en vez de escoger a Amanda, me escogió a mí?
(...)
Era la hora del almuerzo, y sin rodeos fui a buscar a Lily al baño porque supuse que estaba ahí, y no me equivoqué.
- ¿Lily? - Pregunté aún sabiendo que estaba ahí, algo me lo decía. Era como si escuchara su corazón latir.
- En el cuarto cubiculo. - Dijo con la voz quebrada. Entré y ví a una Lily con las mangas del sueter mojadas, y una cara muy triste. Sí, estaba llorando.
- ¿Qué haces aquí? - Ella iba a decir algo pero no pudo y rompió a llorar desconsoladamente, la abracé y como siempre pensé que mientras alguien lloraba se le debía abrazar y quedar callado para esperar a que se calmara, no pregunte más. Ella dejó de llorar y empezó a respirar profundo, y fue entonces cuando algo en mi estalló, empecé a tener muchos deseos de sangre y escuchaba como su corazón bombeaba, necesitaba justo ahora la sangre o tal vez cometería un error y la mataría a ella ahí mismo. - Esperame aquí, Lily. No-te-muevas. - Dije sonando autoritaria. Salí de inmediato y me escondí en el armario de limpieza que justo quedaba a un lado del baño, busqué desesperada mi botella y en cuanto la bebí todo pareció calmarme. Salí y entré de nuevo al cubiculo.
- ¿Qué pasó? - Dijo ella limpiandose algunas lagrimas.
- Oh, nada. Tranquila. Ahora... si estas mas calmada, ¿puedes contarme que tienes? - Ella asintió.
- Es que... Amanda vino aquí con sus amigas. Me empezó a molestar de nuevo y a decirme cosas feas, pensé que se iba a repetir lo de aquella vez, ya sabes... aunque no se como supiste. En fin, pensé que lo iba a hacer pero en vez de eso me dijo que si volvía a hablarle a Cedric... su escuadrón de perras me iba a hacer más daño del inimaginable. - Volvió a abrazarme y pensé que lloraría de nuevo pero esta vez habló. - Gracias por estar cuando necesito a alguien.
- De nada, cuenta conmigo. - Se separó de mí y me dió una sonrisa tierna. Se limpió rápidamente las lagrimas.
- Eh... Brenda, ¿podrías quedarte en mi casa este domingo? Mamá va a salir y quiero quedarme con alguien. - Muy mala idea.
- Es que yo... - Me miró, con los ojos aún llorosos y no pude resistirme. - Bueno, puedo ir. - Una enorme sonrisa se asomó por sus labios pero yo sabía que esto no estaba bien. Nada bien...
---------- ---------- ---------- ----------
En multimedia... Cedric.
Y no, no es Cedric Diggory de Harry Potter.
ESTÁS LEYENDO
Soy Un Monstruo
VampireElla era fria, sin una pizca de sentimientos. Pero no siempre habia sido asi, ella tenia un pasado pero a diferencia de todos su pasado era terrible. Algo que muchos deseaban pero ella sabia que a la hora de enfrentarlo no serian capaces.