La pijamada.
Sabía que era una pesima idea ir a esa pijamada y más sabiendo que me daria hambre. Entonces agarré una enorme mochila y metí todos los envases que aún quedaban de emergencia, y esto era una jodida emergencia. En otro bolso más pequeño metí mi pijama, maquillaje, la ropa que iba a usar para el instituto al día siguiente que casual caía lunes y un cepillo de dientes. Lily me había dicho que no me preocupara por el transporte, que ella me iba a ir a buscar y supuse que caminariamos hasta su casa pero me sorprendí cuando justo a las 10:00 am se estacionó una camioneta negra parecida a una limosina al frente de mi casa y ví que Lily había bajado de ella.
- ¡Mamá! ¡Ya me voy! - Dije acercandome a la puerta para abrirla.
- ¡CUIDATE BRENDA, POR FAVOR! - Me gritó desde el cuarto de arriba. Salí y había una Lily sonriente.
- Que hermoso auto. - Dije mientras la saludaba con un beso en el cachete y un abrazo.
- Gracias. - El chofer, que tenía un traje negro se acercó a mí y me pidió la mochila para meterla en la parte de atrás del auto. Nos abrió la puerta y entramos, adentro habían muchas golosinas. Lily tenía tanto dinero... pero nunca se vestía tan bien y tampoco usaba ni un poco de maquillaje.
Si me sorprendí con el auto imaginense cual fue mi cara al ver su casa, parecía un enorme castillo. Entramos y una señora de cabello castaño oscuro, vestida elegante se acercó a nosotras y nos dió una sonrisa agradable.
- Tu debes ser Brenda. - Me dió la mano y yo se la estreché. - Me llamo Karen, y dime Karen por favor. Odio que me traten de señora. Soy la madre de Lily.
- Mucho gusto Karen. - Dije cuando me soltó la mano.
- Bueno, me encantaría estar un poco más con ustedes pero ahora debo marcharme a algo importante. Lily te puede explicar, mostrar o como sea la casa. Yo me retiro. Adios, Brenda. - Karen se fue rapidamente no sin antes despedirse de nosotras.
- Bueno... - Empezó Lily. - Esta es mi casa, se que te traje temprano a ella pero mamá necesitaba salir en serio y se iba a llevar a Richard y no quería hacerte caminar.
- No te preocupes Lily. - Le sonreí amablemente.
Empezamos a recorrer toda la casa y vaya que era grande, cuando llegamos a su cuarto pude notar lo hermoso que era. Tenía un enorme armario, era como otra habitación aparte y no pude quedar más encantada que nunca con algunas prendas que tenía.
- ¿Por qué nunca usas esto? - Dije mirando algunas cosas tan lindas que apostaba a que le iban a quedar lindas.
- Siento que me veo ridícula, por eso tengo mi verdadero armario. Aparte ni sé como combinar eso. - Ví a donde me estaba señalando Lily y era un rincón donde habían prendas de ropa que mayormente ella usaba para ir al instituto.
- Por supuesto que no te vas a ver ridícula con esto, eres muy hermosa Lily. Es más, yo te voy a acomodar con mis maquillajes y ya vas a ver. - Ella me sonrió muy grande y con eso ya me decía que me daba permiso. Busqué mucha ropa e hice miles de outfits. - Ah, ¿dónde guardas los zapatos? - Pregunté confundida.
- Allá. - Señaló otra puerta, ¡no puede ser que esta chica tenga su propio armario para zapatos. Abrí y no me equivoqué, habían miles de zapatos y miles de collares, pulseras, anillos, y hermosos chokes.
- Preparate para ser transformada por mí. - La senté en una de las comodas sillas de los amarios y le fui mostrando todos los outfits que había armado y le dije que se pusiera el que mas gustara.
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Soy Un Monstruo
VampiriElla era fria, sin una pizca de sentimientos. Pero no siempre habia sido asi, ella tenia un pasado pero a diferencia de todos su pasado era terrible. Algo que muchos deseaban pero ella sabia que a la hora de enfrentarlo no serian capaces.