Cuando un verso llama este se esconde, no me llama a tiempo para abrirle alas a las luces. No se si la suerte me seduce, soy la calma y sin alma no se a donde me conduce. Ni sé si quiera si mañana me levantaré y olvidaré a la fuerza todo lo que me dijo. Ya no me oculto tras un espejo ni me olvido de estar vivo. Se que mañana ya ha pasado y que hoy esta todo perdido.
Sé que vago entre el llanto de las sirenas, que me marchito entre el llanto culmen de mis penas. Mañana me encontraré de nuevo, no me pierdas.
La esperanza y este hormigueo, que recorre mi cuerpo clamando el trofeo. Del placer y de aquello que veo. Los colores me corrompen y me siento etéreo. Marginado de los grises de la ciudad que habito, recuerdo al espejo que deja ver el techo de una basílica.
No tengo más razón de ser que acercar el cielo al hombre que predica.
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Compendio de Pararadigmas.
ŞiirPequeña colección de poemas titulados pararadigmas. Tema variado.