Para Elias.

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Valiente el cobarde, de madre y de tú, tu padre. Tendrás valor donde solo arde, un recuerdo de mi evocado por nuestra madre. Me escapo de tu mirar, no sé donde estaré, no sé donde llegaré; si el rosal tendrá espinas. Si me dejará posar. Quiero escribirte un testamento en vida, pedirte que no sigas mis pasos, yo hice llorar a madre, haz tú que su sonrisa hable. 

No habrás una herida grave,

 no aprendas antes a mentir que hablar,

 hereda mis alegrías, no mi maldecir.

 Te dejo mis deseos, mi gran don.

 Escribir hecho trizas por no oír tu corazón.

Compendio de Pararadigmas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora