Capítulo 9. Parte 1.

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-¿Estás seguro de que no puedo ir contigo?
Harry miró el reloj de bolsillo antes de volverse hacia ____.
-Esta no es una visita social. Han hecho algunas acusaciones graves sobre el gerente de nuestra oficina en Southampton. No esperamos que nuestra reunión sea placentera.
Aunque debido a la postura inflexible de su boca se daba cuenta de que no podría hacer que cambiara de opinión, no pudo resistir otro intento.
-Podría quedarme con mis padres. Ni siquiera tendrías que verme.
Su sonrisa brilló.
-Entonces, ¿con qué motivo estarías allí? Y si supiera que estás cerca, me distraería demasiado y no podría hacer mi trabajo como corresponde.
-Tal vez solo desee ver a mi familia, señor, no a ti. Dio una vuelta y le tomó la barbilla con sus largos dedos. -¿No me extrañarías en tu cama?
Sintió que sus mejillas se acaloraban mientras él la miraba firmemente. ¿Cómo podía hacerle eso? Le acarició el labio inferior con el dedo pulgar.
-Te extrañaría. Tal vez deba intentar captar tu atención con más tesón.
El reloj sobre la repisa de la chimenea dio las diez, y alguien golpeó la puerta del estudio, lo que provocó que ____ diera un brinco. Harry dio un paso hacia atrás cuando Nick entró a la sala y le hizo una reverencia a ella, quien le sonrió, agradecida de que se quedara para hacerle compañía mientras Harry no estaba.
Observó a Harry mientras se acomodaba en una silla junto al escritorio. Vestido para viajar, se veía en su habitual estado impecable, con una chaqueta negra y pantalones color canela que se aferraban a su cuerpo musculoso. Ella se reclinó contra los cojines, consciente del dolor que perduraba entre sus muslos, y del roce de sus pezones contra el corsé. La manera de hacer el amor de Harry había alcanzado nuevos niveles la noche anterior. El deseo que sentía por ella era en apariencia insaciable.
Le echó una mirada. -¿Necesitas otro cojín, querida?
-Estoy bien, gracias, milord.
Nick se volvió para observarla, con preocupación en el rostro.
-¿Estás indispuesta, ____?
La boca de Harry se torció en una de sus comisuras mientras ella se sonrojaba.
-Creo que mi esposa no durmió bien anoche. ¿No es así?
-Harry tiene razón. Por desgracia sus fuertes ronquidos no me han permitido dormir.
-No recuerdo que roncaras, Val. ¿Cuándo ha ocurrido eso? -preguntó Nick mientras le alcanzaba otro cojín a ____.
-Es probable que se deba a su avanzada edad -comentó ella con dulzura -Lo he amenazado con ponerle una pinza de ropa en la nariz.
Harry comenzó a reír justo cuando su secretario, el señor Jeremy Carter, entraba al estudio. El señor Carter arru¬gó el entrecejo ante el extraño sonido mientras se detenía junto al escritorio y apoyaba una pila de libros sobre este.
-Buenas tardes, milord. ¿Soy la razón de su diver¬sión, o solo me he perdido algo?
Harry se levantó y negó con la mano.
-Nada importante, señor Carter. Sabe que siempre es bienvenido. -Hizo un gesto hacia ____ -No creo que co¬nozca a mi esposa. Decidí que era hora de involucrarla en nuestros problemas familiares.
____ le sonrió al señor Carter, quien usaba gruesas gafas y no tenía ni un solo cabello en su lustrosa cabeza sudorosa, olía a bolas de naftalina y tinta seca. Su postura encorvada le recordaba al jefe de la oficina naviera de su padre, quien le ob¬sequiaba caramelos de menta cuando era una niña pequeña.
-Encantada de conocerlo, señor Carter. Mi esposo dice que es un empleado magnífico y leal.
Los labios finos del señor Carter se ensancharon en lo que pasó a ser una sonrisa mientras hacía una reverencia so¬bre la mano de ____.
-Gracias, milady. Procuro mantener a flote nuestro barco financiero lo mejor que puedo.
Harry se sentó detrás del escritorio y acercó los libros mayores hacia él.
-¿Cuánto nos afectó el último incendio? El señor Carter carraspeó.
-Como el barco aún estaba en el puerto, pudieron so¬focar el incendio y el daño que sufrió el carguero fue insigni¬ficante. -Abrió el libro más grande y señaló un renglón con letras en fina caligrafía –Si el barco hubiera estado en alta mar, las cosas hubieran sido peores. La lana arde con rapidez.
-Parece que tu idea de apostar más guardias en los barcos y en los depósitos ha funcionado bien, Nick. -Harry asentía con la cabeza hacia su amigo, que estaba sentado al borde del escritorio -A nuestros enemigos les resulta más difícil perpetrar sus delitos.
____ se inclinó hacia adelante para observar las páginas escritas de manera compacta. Junto con la música, las matemáticas eran una de sus pasiones. Solo le llevó un momento darse cuenta de lo cerca que la empresa se encontraba de la quiebra. También notó que algunos de los primeros números no eran correctos. Después de una serie de cálculos rápidos en su mente se sentó y oyó la discusión que llevaban a cabo delante de ella.
Era interesante observar a Nick y a Harry en su ambiente de trabajo. Se despojaban de sus modales de sociedad y hacían surgir una sensación fría de negocios que a ____ le recordaba a su padre. Esperó que la complicada discusión sobre el poder del hombre frente a nuevos rumbos comercia¬les llegara a su fin.
Harry apretó los dedos sobre el caballete de su nariz y cerró los ojos, un gesto de cansancio que ____ había llegado a reconocer.
-¿Puedo sugerir algo? -preguntó ____. Todos los hombres la miraron.
-Por favor, hazlo. -Harry extendió las manos en un gesto de súplica.
-Es algo que hizo mi padre cuando sus negocios se vieron bajo amenaza debido a otros rivales. ¿Les han ofrecido a sus competidores asociarse en la carga?
Nick arrugó el entrecejo.
-¿Por qué haríamos eso? Lo último que necesitamos es perder su mercadería además de la nuestra. Nuestra repu¬tación ya está lo suficientemente mal de esta manera.
-Creo que ____ podría tener razón. -Harry se puso de pie y caminó por la gruesa alfombra azul –Si les ofreciéramos un espacio libre en el carguero a los demás, sería interesante ver qué barcos atacarían y cuáles no.
-Con el paso del tiempo, podría ayudarlas a identi¬ficar a quién pertenecen los bienes que siempre sobreviven -agregó ____.
Harry le lanzó una mirada de aprobación.
-Si controlamos los detalles de manera cuidadosa, podríamos identificar un patrón y un enemigo.
-Si es que es uno de nuestros competidores –agregó Nick despacio.
____ arrugó el entrecejo.
-¿Quién más podría ser? Harry cerró el libro mayor.
-No estamos seguros. Quien quiera que sea, también intenta manchar nuestras reputaciones personales. -Le sonrió a ____ -Nick y yo no hemos llevado vidas ejemplares exactamente.
-¿Hablas del tiempo que pasasteis en Turquía? -____ intentaba llamar la atención de Harry-. Erais niños.
-Pudimos haber hecho enemigos. También intentaron chantajear a Nick. Y hay que tener en cuenta a mi familia.
____ miró con dureza el rostro tranquilo de Harry. -No puedes pensar que tu familia desee hacerte daño.
-¿Por qué no? -La miró, con desafío en su mirada.
Mi regreso complicó la vida de mi padre. Es bien sabido que se regocijaría con mi ruina. Cree que volveré arrastrándome a él para que me ayude económicamente. -El comentario desdeñoso de Harry se hizo más marcado -Por supuesto que preferiría pedir limosna en las calles, pero él podría pensar que la quiebra de mi empresa sería una manera adecuada de volver a dominarme.
____ no sabía qué decir. Por lo que había visto última¬mente del padre de Harry, deseaba defenderlo. El instinto le decía que Harry no tomaría bien su intervención.
El señor Carter se aclaró la garganta.
-Si me lo permite, milord, investigaré la posibilidad de transportar la mercancía de nuestros competidores. -Se puso de pie y recogió la pesada pila de libros.
____ apoyó la mano en su brazo.
-Señor Carter, ¿le molestaría dejar los libros aquí esta noche? -Le sonrió de forma suplicante -Harry prometió que me mostraría lo bien que usted mantiene las cuen¬tas de la empresa naviera para enseñarme a ajustar los gastos de mi hogar. -Le guiñó un ojo al señor Carter-. Parece que continúo gastando demasiado y eso hace que Harry se en¬fade mucho conmigo.
Levantó la mirada y vio que Harry y Nick la observaban. El señor Carter le dio una palmadita en la mano. -Por supuesto, puede quedárselos, milady. Estoy en¬cantado de ver que se esfuerza por practicar el delicado arte de la economía.
Nick abrió la puerta del estudio.
-Se los devolveré mañana, señor Carter. Me compro¬metí a recoger a lady Styles a las diez. Puedo devolverlos entonces. ¡Qué tengas un viaje seguro, Harry!
Le hizo una reverencia a Harry, le guiñó el ojo a ____ y acompañó al señor Carter a salir de la sala.
Harry cerró la puerta y se apoyó contra esta.
-¿Qué ha sido todo eso? Tus cuentas del hogar siem¬pre son inmaculadas.
____ se puso de pie, y llevó su atención a los libros mayores.
-Las columnas no cuadran.
-¿Qué?
____ lo ignoró cuando se acercó al escritorio. -Mientras el señor Carter te mostraba el último asiento, yo revisé los primeros números. Según mis cálculos, alguien ha vuelto a alterar las cantidades.
Harry miró con atención las dieciséis columnas estrechas que se desplegaban en una hoja doble. Le llevaba horas hacer cuadrar los valores de recaudación de una semana. ¿Cómo diablos pudo ____ darse cuenta de una infinidad de errores en seis meses de asientos?
Ella hizo un gesto con impaciencia. Él le dio una pluma y una hoja del cajón de su escritorio. Su dedo marcó una línea cerca de la parte superior de la planilla.
-¿Ves cómo algunos de los pequeños números están alterados? A veces es tan simple como un cero que se convier¬te en seis, pero cada cuarto de penique hace una diferencia.
Harry entornó los ojos hacia los números recalcados con tinta. Por Dios, tenía razón. La caligrafía de la segunda persona que escribió difería del estilo distintivo del señor Carter. –Si el señor Carter no hizo esto, ¿cómo es que no lo notó?
____ escribía con tanta prisa en el papel que la punta de la pluma salpicaba tinta sobre el secante.
-Por lo gruesas que son sus gafas, supongo que su vista es muy escasa. Es posible que no notara los errores hasta completar sus cuentas anuales. -Levantó la vista hacia Harry-. Por supuesto, para entonces es probable que fuera demasiado tarde para encontrar el dinero. ¿Quién más tiene acceso a estos libros?
-Los guardamos en la oficina principal de envío y recepción aquí en Londres, por lo que, en teoría, cualquiera puede meter las manos en ellos. -Harry corrió de su rostro un rizo de cabello que se le había escapado -Maldición, no hay manera de guardados bajo llave sin provocar rumores. Pídele a Nick que se encargue de esto mañana, ¿lo harás?
____ bajó la pluma.
-Me llevará un tiempo revisar todos estos libros.
Quizá podrías traerlos aquí por las noches para que yo pueda examinados.
Harry volvió a tapar el tintero.
-No espero que hagas semejante trabajo. Hay muchos hombres capaces allí que podrán detectar el fraude.
-Puedo hacerlo, Harry. -____ mantenía su mirada con ojos suplicantes -¿Dudas de mí? Supervisé los libros de mi padre hasta que decidió que no era propio de una dama. Lo tomaría como un desafío fascinante.
John Harrison había mencionado el talento de ____ por los números. Como un idiota, a Harry no le había importado saber lo capaz que era ella. Había estado muy ocupado en imaginarla desnuda.
-Está bien, puedes hacerlo.
____ brincó y envolvió sus brazos alrededor de él. Era lo más animada que se había mostrado fuera de su cama. En su decisión de encuadrarla en su ideal de esposa de sociedad, había estado cerca de negar sus notables capacidades. Odiaba que lo juzgaran por las apariencias, y aun así parecía incapaz de permitir que su esposa fuera más que un objeto decorativo en su brazo.
-Gracias. No te defraudaré. Para cuando llegues de Southampton, tendré algo más definido para mostrarte.
La besó en la mejilla y sintió que su polla se elevaba mientras su perfume femenino inundaba sus sentidos. De mala gana la apartó.
-Debo irme.
Ella hizo un puchero. El color rosa delicado de sus labios era un atractivo ante el cual le resultaba difícil resistirse. -Te echaré de menos.
Él rio para ocultar la extraña reticencia por dejarla. Era una sensación molesta, una de la que había luchado mucho por escapar en las relaciones anteriores con las mujeres. -¡Tonterías! Estarás demasiado ocupada disfrutando de la temporada con mi madrastra y Nick como para extrañarme. Además, tienes que ocuparte de los libros mayores.
____ se puso de puntillas y lo besó en la boca. Su lengua se movía con rapidez sobre sus labios cerrados.
-Te echaré de menos. Nadie más me hace sentir tan viva.
Él miró fijo sus ojos azules mientras el deseo de hundirse dentro de ella crecía junto con su erección.
-Usa el jade por mí.
-Lo haré. Te imaginaré de pie al lado de mi cama, observándome. -Con lentitud se relamió a un escaso centímetro de los labios de él -Y escribiré mis fantasías solitarias en el Libro Rojo, para cuando regreses.
Se apartó de ella hasta llegar a la puerta y giró la llave en la cerradura. Ella observaba con ojos bien abiertos y llenos de diversión mientras él desabotonaba de manera metódica sus pantalones.
-Siéntate en el borde del escritorio y abre las piernas para mí, ____. El carruaje puede esperar unos momentos más.

Esclavos del sexo. [Harry Styles] {MUY HOT} |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora