La hija de los Sannin (Shippuden) Kakashi y tu.

21: Un angel llamado Jiraiya.

Me encontraba acostada, Kakashi y los demás se habían ido a una misión mucho antes de que yo me viniera del país de las águilas, eran exactamente la 1:23 de la mañana.

Mi mama estaba triste por mi padre haberse ido, y yo igual de hecho en este momento me estaba doliendo el pecho y una angustia y ganas de vomitar me invadieron. Siempre era lo mismo y despues algo malo sucedía, y tenía miedo tal vez a un ser querido le pasó algo.

Me levanté de mi cama a buscar un vaso de agua y comencé a caminar por los pasillos en forma redonda de la torre, veía borroso y el dolor aumentaba.

Jiraide: ¡demonios!

Caí al suelo débil y en mi mente llegaban imágenes de mi padre, ¿como estará? ¿Qué le ha pasado? ¿Estará vivo? Me recosté en la pared parecía ebria, no podía sostenerme no sentía la pared chocando con mis manos.

Trague grueso, y Matatabi apareció frente a mi.

Matatabi: ¿que te pasa Jiraide?, tu chakra se esta oscureciendo controlate .

Jiraide: mi padre, mi papa -comencé a sollozar-

Matatabi: ¿que?¿Que?¿Que le paso?

El dolor se hizo mas agudo Mis gritos se comenzaron a escuchar por la torre, poco después, Shizune, Tonton y mi madre corrían hacía mi

Tsunade: ¿que pasa?¿por que tanto ruido? -poniéndose su chaqueta-

Shizune: es el nibi, la esta atormentando. -hablo enojada-

Matatabi: ¿me vez con cara de estarla atormentando? Imbécil.

Jiraide: no, no Nibi me esta ayudando.. Mama me duele el pecho, mi papa...

Mama se agacho a mi altura y me sujeto con miedo y tristeza.

Tsunade: ¿que tiene Jiraiya? ¿que pasa?

Jiraide: ¡no lo se mama!

Mi madre puso su mano en mi cabeza y la otra en mi pecho mientras Shizune me sostenía usaba su ninjutsu medico, me llevaron a la habitación y mi madre con su supremasia de siempre le dijo a Nibi que me cuidara, Nibi la miro indiferente y se acostó en mi cama.

Al día siguiente me encontraba en un riachuelo, ¿que estará pasando?. Me sentía realmente mal, cabizbaja y triste, con depresión y estrés, no soportaba que nadie me hablara.

Mientras tiraba rocas al río, alguien toco mi hombro, me observe el hombro  con el rabillo del ojo y era la mano de mi padre, con miedo me gire y no estaba en ningún lado, me levante con rapidez mientras observaba todo el lugar, pero lo único que me acompañaba era la brisa del viento.

Comencé a correr por un camino solitario y lo mire ahí en una montaña, el sol daba en su rostro y levanto su mano en forma de despedida para desaparecer, atónita mire al cielo y una fuerte ráfaga de viento me impacto, las hojas de los arboles danzaban frente a mi, con tristeza volví al rio, ¿que había pasado?, simplemente no tenia ganas de pensar y Matatabi salio, nos pusimos a entrenar, ¿acaso estaba loca? Creo que ya extrañaba A mi padre y por eso me lo imagino, pero fue tan real que no logro explicármelo.