Siempre lo has hecho

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Si Tomoki aseguraba estar al tanto de su vida, eso significa que sabría lo de su bebe... No... aunque, todo era posible, las palabras se agolpaban en el pecho de Tomoko, un millón de dudas rondaban su cabeza, como manejaría de ahora en adelante la situación, la repentina aparición de Tomoki solo vino a arruinarle la poca tranquilidad que tenía, dejo a un lado sus inquietudes, se aclaró la garganta y pregunto.

—Que tanto sabes.

—No mucho— confirmó, al ver que su hermana hiperventilaba —Pero si veo que tienes una difícil situación económica— apuntaba a las facturas sin pagar de la mesa frente a él —¿Me estas ocultando algo?— esa reacción de su hermana era sospechosa.

—Solo vete— ella parecía intranquila.

—Tomoko... vamos dime que pasa— en dos grandes zancadas tomo las manos de su hermana.

—NADA... tú mismo lo dijiste, tengo deudas que pagar y no estoy para tus tonterías— él quiso ser comprensivo pero la actitud esquiva de Tomoko lo cabreaba.

—Acabo de cruzar el océano solo para verte y así me lo agradeces— vocifero.

—Yo no te pedí hacerlo— el ambiente se tornaba cada vez más tenso.

—Está bien calmémonos... Tomoko te necesito de nuevo en mi vida— la miro fijamente esperanzado de que ella accediera.

—No te parece demasiado tarde hermanito— desvió su mirar con un deje de tristeza.

—De verdad que has cambiado— Tomoki se dio cuenta que su hermana no era más la niña que el conoció, que pese a que sus frases no tenían sentido en la mayoría de las ocasiones era una joven dulce a su manera, pero ahora...

—Hay personas que cambian en un día... yo puedo hacerlo en tres años— ante ese argumento no pudo objetar, pero deseaba quedarse un rato más.

—Puedo quedarme esta noche.

—Has lo que quieras... Siempre lo has hecho no— esa mirada de decepción fue como un puñal incrustándose lentamente en su corazón, esta vez vio cómo su hermana se encamino a la habitación, y él, se quedó ahí... sin hacer ni decir nada. Los recuerdos del pasado lo atormentaban merecía el desprecio de su hermana por cobarde, no quiso luchar por su amor y al casarse con Yuu la única y mejor amiga de su hermana, solo logro destrozar a su frágil onee-chan, era una basura lo admitía, siempre pensó que Tomoko estaba satisfecha con las migajas que él le daba, nunca le cuestiono en esos cinco años de amor furtivo pero cuando se fue de su lado comprendió el vacío que sentía, la busco durante esos años y su madre nunca quiso decirle donde ella se encontraba, recordaba como hace una semana encontró un sobre con la dirección de Tomoko y sin pensarlo dos veces se fue a su encuentro, se imaginó algo más íntimo, a Tomoko jadeando en su brazos mientras él la hacía suya una y otra vez... Pero ahora se encontraba con una persona aparentemente distinta, físicamente eran iguales pero algo en el interior de Tomoko estaba roto y él temía que fuera por su culpa, hizo algunas llamadas y se retiró de la estancia.

Al cabo de una hora Tomoko salió, sabía que su hermano se había marchado, se dirigió a la cocina y tomo un vaso de agua, al pasar de nuevo por su habitación se fijó en una nota sobre la mesa.

No te preocupes tus deudas están saldadas... Solo te pido que vuelvas conmigo.


Un agradecimiento especial a:

lunitaloquita

NandaAguilar4

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¡ MALDICIÓN ! LO SABÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora