Solo juegas

1.7K 140 13
                                    


Cuando al fin Tomoko se dio cuenta de la situación, inmediatamente quiso cerrar la puerta, pero Tomoki fue más rápido y, antes de que ella pudiese conseguir su propósito, introdujo un pie en medio y, después, resuelto, dio un paso al frente hasta que estuvo dentro del apartamento. Tomoko resoplaba con furia y él, simplemente ignoraba su enfado mientras paseaba la mirada en la estancia.

—¡Vete, márchate! —Tomoko sacó el valor suficiente como para empujarlo, pero él apenas se movió, como si tuviese los pies clavados en el suelo—. ¡Te lo digo en serio, Tomoki!— él se dio cuenta que su pequeña hermana no había cambiado mucho con respecto a la última vez que la vio, seguía igual con sus ojeras, el flequillo tapándole un ojo y su cuerpo bueno no era tan desarrollado, pero no estaba tan mal. —¿Y si no lo hago...? —la retó. —Llamaré a la policía. —Tomoko se cruzó de brazos con decisión no daría su brazo a torcer... no de nuevo ante él.

—Soy tu hermano— dijo Tomoki sonriendo de lado, cruzándose de piernas en el sillón —Ven siéntate— la invitó.

—No quiero... porque no te largas de una buena vez—él simplemente negó con la cabeza, le complacía de sobremanera enfadarla, pero a ella simplemente la paciencia se le estaba agotando —Pues bien quédate... no te vayas... YO me voy— Tomoko se dirigió a la salida y giró el cerrojo de la puerta.

—No me digas que vas a salir vestida de esa forma— no se había dado cuenta de ese pequeño detalle.

—Habla rápido— se cruzó de brazos apoyando su respaldar en la puerta.

—Porque tan esquiva— su mirada lasciva no dejada de intimidarla.

—Donde dejaste a Yuu-chan esta vez— preguntó con parsimonia.

—En casa... sabe que estoy en una reunión y no debe molestar— esa sonrisa sínica de Tomoki hacia que ella se ofuscara.

—Si no tienes nada mejor que decirme puedes irte— Tomoko camino a encerrarse a su habitación.

—Espera— Tomoki se levantó con rapidez, la miro inquisidora mente y pronuncio.

—Gracias.

Tomoko dio media vuelta para mirarlo con cara de inquietud a lo que él solamente respondió.

—Por quererme.

—A que te refieres con eso— aun ella no entendía que era lo que exactamente él buscaba, ni que quería lograr con esas palabras... que lo amara, o que lo perdonara... no ya no había vuelta atrás... no podía volver a su antigua vida... aun presa de sus pensamientos no vi el momento en que Tomoki se acercó... solo reacciono al sentir sus manos sobre ella... delicadamente tomo entre sus dedos el collar que llevaba puesto e inmediatamente bajo su mirada para entender el énfasis de sus palabras.

—Veo que lo conservas con mucho aprecio—dijo acariciando el dije de un gatito a medio dormir.

—¡Ja! — dio dos pasos atrás y lo miro directamente a los ojos —Y yo veo que tu ego no ha cambiado.

—Qué quieres decir... se mas explicita Tomoko- ordeno.

—Que tu ego no te permite ver que ya no te amo Tomoki— dijo arrastrando las últimas palabras... —Que no queda ni huella de lo que alguna vez sentí por ti.

—Me estas mintiendo— aseguro él.

—Toma tu realidad como quieras.

—Eres incapaz de amar a otra persona que no sea yo— esas palabras llenas de seguridad en él hicieron que Tomoko dudara pero no lo daría a notar.

—Y que te hace estar tan seguro de eso— Tomoko tenía miedo de hacer esa pregunta porque sabía su respuesta, así que camino torpemente hacia el sillón.

—El hecho de que llevas en tu cuello el collar que te regale— dijo Tomoki sonriente y siguiendo sus pasos.

—Si ese es el problema puedo perfectamente dejar de utilizarlo— su voz tembló sabía a la perfección que no estaba preparada para dejar a su primer amor atrás <<porque me haces esto Tomoki>> pensó ya harta de toda esta historia.

—No puedes, ni quieres hacerlo— se acercó y la empujo contra el sillón de la sala.

—No puedes vivir sin mí— quito un mechón de cabello de su cara —Soy tu sustento— susurro en su oído —Soy tu fuerza y tu razón de existir- su voz rasposa doblegaba sus sentidos, esto no era lo que Tomoko había planeado cuando volviera a verlo —Te puedo tener a mi merced cuando yo quiera— besó su mejilla izquierda —Puedo hacerte mía cuando lo disponga— la beso cerca de la comisura de sus labios, —Solo es cuestión de firmeza, si no me crees te lo puedo demostrar ahora— empezó a acariciarla lentamente, los ojos de Tomoko se cerraban al volver a sentir el tacto de su piel... su cuerpo reaccionaba por si solo al sentir sus caricias —Tiemblas como gelatina con solo un ligero roce— se burló de ella lo que le permitió que volviera a la realidad.

Se levantó, y le dio la espalda — ¡Vete! —...grito ella con todas sus fuerzas, no necesitaba en estos momentos volver a sentir que era un simple juguete del cual... él se deshacía con facilidad, al ver que Tomoki no movía ni un solo músculo soltó las palabras que tanto temía.

—Te has encaprichado conmigo.

—Puede ser, pero una cosa si te digo... lo mío es mío... y tú, querida hermanita hace tiempo que eres solo mía.

—Te equivocas— no podía más, esa arrogancia de él la conducía a la locura —Justo ahora estoy felizmente con alguien— dijo a sabiendas que era una completa mentira.

—A si y me lo puedes presentar.

—Cuando gustes.

—No es necesario Hermana... estoy al tanto de tu situación... debo confesar que no me fue muy fácil localizarte... eso no se le debe hacer a un amante ¿Sabes?...

¡ MALDICIÓN ! LO SABÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora