Capítulo 1

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Despierto un día ennegrecido por las nubes, las gotas de la lluvia resuenan en mi ventana, yo, con la vista al techo cierro mis ojos escuchando atentamente la melodía de la lluvia por la mañana mientras el frío empieza a tomar presencia en mis pies, lentamente abro mis ojos de nuevo y cojo mis auriculares de la mesita de noche y empiezo a escuchar Never too late de Three Days Grace, observo la hora en mi teléfono "Las 6:30, aún puedo quedarme un rato más en la cama" pienso adormilada, suspiro y me tumbo de lado en mi cama "¿Qué haré hoy?" es la pregunta que todas las mañanas me planteo en el momento que tengo consciencia de mi ser al despertarme y alejarme de mi paraíso "irreal".

"¿A quién conoceré hoy? ¿Le caeré bien? ¿Haré cosas nuevas? ¿Me divertiré?" son algunas de las muchas preguntas que sucesivamente me persiguen tras esa pregunta inicial, doy gracias a que siempre, desde mis inicios he sido un persona positiva, pero aún así eso no implica a que no me plantee la razón de mi existencia y de aquellos que me rodean.

Tras varias canciones decido levantarme, me dirijo al baño y lavo mi cara con agua fría para despejar un poco mi mente, al salir vuelvo a mirar la hora "Las 6:35" suspiro disgustada "¿Tan poco he podido aguantar conmigo misma? En el fondo, sé que soy difícil de lidiar en algunas ocasiones, pero aún así me esfuerzo por evitarlo y ser agradable con todos aquellos con los que crea que debo serlo"

Dirigiéndome a mi habitación abro el armario observando el inmenso jaleo de su interior "Vaya" es lo que siempre pienso al verlo pero lo ignoro y cojo la primera camisa y los primeros vaqueros de mi talla que veo y los dejo doblados en mi escritorio para después vestirme.

Arrastrando los pies me siento en la cama y aflojando mis músculos dejo caer de espaldas mi cuerpo volviendo a tener la vista en el techo, cierro mis ojos.
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"No veo nada, no oigo nada, no siento nada..." Al entender dónde me encontraba palpé con las palmas de mis manos la sedosa hierba que se encontraba debajo de mi cuerpo, aspiro su aroma dejándome envolver por este y sentir su frescor en mis fosas nasales "he vuelto, te he echado de menos" mis ojos automáticamente se abren mostrándome un hermoso cielo azul con unas nubes juguetonas a su alrededor, sonrió aliviada y escucho el trinar de los pájaros lejanos a mi pero perfectamente audibles.

Tras unos minutos escucho unas pisadas y de sopetón me incorporo y busco a mis alrededores -¿Dónde estás?- digo con una sonrisa en los labios.

-¡Aquí!-

Rápidamente al escuchar el grito me giro hacia donde proviene y veo a mi sueño hecho realidad (sé que no es de mis mejores chistes, pero bueno es lo que hay) correr hacia mí.

Los Pétalos CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora