Los Pétalos Caídos

Capítulo 4

Me despido de aquel maravilloso lugar y me dirijo al fin a mi instituto, no es nada del otro mundo, es de dos plantas y con seis clases en cada extremo de los pasillos y luego por la parte de atrás hay dos canchas de baloncesto y una de fútbol junto a unas gradas en donde la mayoría de alumnos se ponen en las recreos, yo me incluyo, nada más entrar escucho una voz conocida.

-¡Kira! ¡Buenos días!-

Me giro y observo una silueta bajita y delgaducha con el pelo castaño y ojos miel que me saluda a lo lejos sonriente.

-Hola, buenos días- le devuelvo la sonrisa mientras bostezo.

-Vaya que careto, ¿has dormido bien?-

-Aja...- digo un poco cansada.

-No se nota mucho la verdad... Pero bueno, me alegro de verte, ¿qué tal el fin de semana?- dice finalmente alegre.

-Bien, he estado leyendo unos mangas que tenía guardados y me terminé un anime ayer-

-Por eso estás con esa cara- dice divertida.

Por cierto, no lo he nombrado hasta ahora, pero esta chica es mi mejor amiga, Shasha, es una chica muy divertida y alegre, además que siempre vacilamos entre nosotras porque se llama igual que uno de los personajes de Shingeki no Kyojin que le encanta comer, aunque a ella no tanto.

-Tienes razón Shasha, por cierto y ¿dónde te has dejado tus papas?- digo divertida.

-Ja ja, que graciosa- dice sarcástica -pensaba que eras más original, aunque si te soy sincera se las dejé a Connie por el camino.

Ambas nos reímos por la ocurrencia de Shasha y nos miramos.

-¿Todo bien en casa?- pregunto, ya que últimamente me dijo que su hermano, George, ha estado un poco deprimido debido a que su novia y él habían roto.

-Esto... Sí, más o menos se va recuperando, aunque aún sigue escuchando canciones ñoñas- dice un poco desanimada.

-Tu hermano nunca cambiará- me rio un poco para quitarle peso a la conversación.

-Eso es verdad- ríe ella un poco menos preocupada.

Escuchamos la campana sonar y nos dirigimos a nuestras correspondientes clases, desafortunadamente Shasha y yo no estamos en la misma clase por la que me alejo sola hasta mi primera clase, matemáticas, nunca me han costado mucho pero aún así me aburren cuando lo que hemos dado ya lo he entendido y el profesor no para de repetirlo.

Me siento en la segunda fila pegada a una de las paredes del aula, junto a una ventana por donde se puede ver la clase de gimnasia por fuera, a mi lado se sienta Sara, es una chica rubia y ojos castaños que siempre he conocido y la cual también considero mi amiga aunqe no tanto como con Shasha, con ella comparto mi amor por los videojuegos, el manga, el anime, etc, pero con Sara, aunque le he hablado de todo ello y le parece interesante pero no es muy fan de eso.

-Bueno días- me saluda con voz clara.

-Hola- respondo viendo como se sienta.

-¿Qué tal?- dice como siempre que nos vemos.

-Bien, con pocas ganas de volver a empezar supongo- digo con una perezosa sonrisa en mis labios.

-¡Eso todos!- se ríe de su propio chiste.

Tras eso, nuestra conversación termina y comienzan oficialmente las clases.

Definitivamente iba a ser un día completo.