Capítulo 2

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-¡Aquí!-

Al escuchar esa voz mi corazón empieza a latir con tal fuerza que  noto como mis dedos se hinchan y se deshinchan al son de mis latidos, giro mi cuerpo para contemplarlo, es alto, básicamente de un metro noventa, ojos azules idénticos al cielo que está sobre nuestras cabezas, su pelo corto castaño claro deja entrever algunos de sus cabellos rubios reflejados por el sol y lo más importante o al menos para mi con respecto a su físico es su deslumbrante y especial sonrisa, que cada vez que la veo el corazón me da un vuelco muriéndome de ganas por besar esos labios que forman parte de esa grandiosa sonrisa.

-¡Hola!- digo alegre mientras le sonrio-

-Hola Kira- me responde con otra de sus irresistibles sonrisas y se sienta a mi lado- me alegro de verte de nuevo.

-Y a mi me alegra volver...- le respondo mirándole a los ojos- no quiero volver a la "mentira"- digo apenada.

Veo como suspira para luego tomarme de la mano, acción por la cual mis piernas empiezan a temblar

-Ya lo sé... Yo tampoco quiero que te vayas, pero tu vida es así...- sus ojos parecen más rojos de lo normal, odio verlo tan triste.

¿Por qué seré así? ¿Por qué motivo en especial tengo que cambiar esta vida idílica por la "mentira? Suspiro y unas lágrimas caen por mis mejillas.

Gus asustado, con su mano libre coge mi rostro y lo limpia de lágrimas -No llores..- me susurra depositando en mis labios un suave y pequeño beso capaz de quitarme todas la penas de ese instante, al alejarse de mi lo miro -Adoro que con un sólo beso tuyo puedas conseguir que me relaje- le confieso y le sonrió.

Devolviéndome la sonrisa me dice -Tú también puedes hacer eso conmigo-.

-Me cuesta creerlo siempre estás tan alegre...-

Riéndose apreta un poco mis mejillas y acerca su cara más a la mía -Tú también eres alegre, solo que esta situación te entristece-.

Suspiro dándole la razón a Gus, en la "mentira" aunque tenía amigos y familia y era feliz en muchos aspectos no tenía a nadie como él, al igual que no tenía a nadie con quién compartir los mismos pensamientos e ilusiones, solo está él, capaz de alegrarme el día pasara lo que pasara, muchas veces soñaba con que un día el estuviese allí conmigo para que la "mentira" se convirtiera en mi Edén.

-Por cierto... ¿Qué haces aquí tan rápido? Pensaba que hoy tendrías clase..- me pregunta mirando mis ojos color café.

-Tengo clase... Pero me levanté más temprano de lo normal-

-¿De los nervios?-

-No lo sé...- y aunque muchas veces lo decía por no seguir con una conversación en esta ocasión en verdad si que no sabía por qué me había despertado antes de que sonara la alarma.

-Bueno lo que importa es que estás aquí otra vez- me dice sonriendo de nuevo.

De verdad que si seguía sonriendo de esa forma algún día me daría un infarto, odio verlo triste pero adoro ver su gran sonrisa.
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De sopetón abro mis ojos de nuevo y escucho Dear Nigth Rainbow, triste miro mi móvil y reconozco que es mi alarma para prepararme e ir a clase.

-Hasta la noche Gus...- suspiro y me visto para salir hacia el instituto.

Los Pétalos CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora