Capítulo 2.

300 8 0
                                    

Me levanté de la cama y me dirigí hacia el baño para darme una ducha rápida. No dejaba de pensar en ella mientras que unas pequeñas gotas recorrían todo mi cuerpo. Salí del baño con una toalla anudada a la cintura y ahora era el turno de la ropa. Era un poquito desastre para vestir y algunas veces mi mamá me la elegía.

-¡Niall si no te das prisa llegarás tarde!- Grito mi madre desde la planta de abajo mientras me hacía el desayuno. Tenía muchísima hambre. Me coloqué unos vaqueros con una camiseta azul y salí deprisa hacia abajo.

Cogí un par de tostadas, me despedí de mi madre y salí fuera a esperar a Daisy. Me senté en la puerta de mi casa. Me parecía extraño que ella aún no estuviera aquí. Noté en mis ojos unas manos frías con olor a vainilla que conocía perfectamente.

-¡Daisy!- Dije y ella separó sus manos y nos fundimos en un bonito beso. Comenzamos a andar, al instituto estaba a unos cinco minutos de casa. Mi hermano también iba a la misma clase que nosotros, es más, él era mi confidente, yo a él siempre se lo contaba todo y él me intentaba ayudar.

-¡Por fin llegamos!- Dijo Daisy y se fué corriendo hacia sus amigas. El comportamiento que tenía ultimamente me desconcertaba. Estaba muy fría. Yo me dirigí hacia Greg, mi hermano y hacia Tom y Kevin, mis amigos.

-¡Hey! ¿Cómo estás?- Preguntó Kevin.

-Muy bien. ¿Y vosotros?

-Bien, luego tenemos que hablar contigo Niall.

La sirena sonó y todos nos apresuramos a entrar a clase, tocaba geografía, una de mis asignaturas favoritas. Tom se sentó a mi lado y instantes después el profesor entró a clase.

***

-¿Qué era lo que me teníais que decir?- Pregunté mientras que almorzabamos en el césped.

-Dejadme a mi chicos. Desde hace unos días corre el rumor de que Daisy te está siendo infiel con Jason el capitán del equipo de béisbol.- Cada palabra que iba diciendo mi hermano era una puñalada que se clavaba en mi corazón. No entendía que ella fuera así. Ella es una chica dulce, amable, simpática y no comprendía esto. Me derrumbé.

-Vamonos de aquí.- Me levanté rápido cargando con todo y los demás detrás, fuimos a un parque que había muy retirado y allí nos sentamos en un banco.

-Lo siento mucho Niall, no entiendo como Daisy te puede haber hecho eso...- Me dijo Tom mientras que me abrazaba.

-¿Pero alguien la a visto?

-No, pero se lleva diciendo un tiempo.- Me dijo mi hermano.

-Puede que sea sólo un rumor, hasta que no lo vea con mis propios ojos no me lo creeré.

Seguimos hablando sobre el tema, la verdad que me sentía mejor puede ser solo un rumor porque aquí la gente inventa mucho y alomejor me ven hablando con Sara, otra chica de clase, y se creen que estamos saliendo.

Fuimos de nuevo todos en dirección al instituto, Tom y Kevin iban a ir a casa juntos y yo y Greg nos quedaríamos a esperar a Daisy. Ví a Daisy salir y vino hacia mí, me tomó de la mano y fuimos en dirección a casa sin decir una palabra. Llegamos a mi casa y mientras que Greg abría la puerta, yo me acerqué a Daisy para darle un beso pero ella me giró la cara. Greg lo vió pero disimuló.

-Mañana nos vemos te quiero Niall.- Me dijo Daisy mientras que comenzaba el recorrido hacia su casa.

Entré muy rápido a mi casa y corrí hacia mi habitación, me acosté en la cama y me puse a llorar, ¿cómo me podía ser infiel? Ella, ella era muy dulce, no podía ser, no me lo creía. Oí la puerta y mi hermano entró corriendo, se sentó a mi lado y me abrazó. Él era el único que sabía consolarme. Ahora mismo me sentía como una mierda. Me levanté y fuí hacia una ventana de mi habitación me asomé y observé a niños corriendo, jugando y riendo. Muchas veces me preguntaba como de pequeño quería ser grande y fuerte. ¿Grande y fuerte? Ahora mismo estaba llorando, llorando por eso a lo que llaman "amor".

-¡Vamos Niall a comer!- Gritó mi madre desde la cocina.

-No tengo hambre.

Mi madre vino rápido a mi habitación y me encontró allí, con los ojos rojos.

-¿Qué te ha pasado?- Dijo mi madre alarmada mientras que me abrazaba también.

-Greg me a dicho que Daisy me es infiel.

-¿Cómo? ¿Pero la has visto?

-No.

-Cariño eso son tonterías, hasta que las cosas no se ven no se pueden creer.- Mi madre siempre tenía palabras bonitas para mí.

-Venga tonto, sal a comer.- Me cogió mi madre del brazo y me sacó fuera.

***

-Vamos Niall hoy jugaremos a la Play al Fifa.

-Vamos.- Tenía buena cara pero por dentro estaba mal. Por esta tarde intentaría no pensar en el tema.

***

El sonido del despertador me despertó sobresaltado. Otra vez me puse a pensar en Daisy. No podía pensar más en eso. Me levanté rápido y me metí a la ducha, me relajaba mucho estar ahí cayendome gotas frías por mi cuerpo pálido. Salí, cogí todo lo necesario. No tenía ninguna gana de ver otra vez a Daisy pero por otra parte... la quería, la quería mucho como nunca pude imaginar que llegaría a querer a alguien. Salí de casa y allí me encontraba otra vez con Greg, esperando a esa chica que me engañaba.

La ví corriendo hacia mi con unos shorts y una blusa fina.

-¡Cariño! ¿Cómo te fue la tarde?- Dijo ella mientras venía a abrazarme, a veces podía parecer imbécil pero esque cuando estaba con ella de me olvidaba todo. Asimilé la pregunta. ¿Acaso no veía mis ojos rojos de llorar por ella? Miré a Greg que miraba a Daisy con odio por lo que me estaba haciendo pasar.

-¿Cómo te fue a tí?- Opté por no contestarle ya que si lo hacía me volvería a romper.

-Pues mira a mí genial, estuve en la casa de Alice haciendo un trabajo.- Dijo ella sonriendo, yo me perdía en esa hermosa sonrisa.

-¡Por fin llegamos!- Dijo y se fue sin ni siquiera mirarme, a veces pensaba que no le importaba nada, que solo me quería para jugar conmigo porque nada era como antes, ahora parece que hasta le doy asco.

Me acerqué a la pandilla de mis amigos, ellos si que me hacían olvidarme de todo, allí estuvimos haciendo tonterías y riendo, porque eran los mejores y se lo debía todo. Tocó la sirena y cada uno fuimos a la clase correspondiente, a mi me tocaba Biología, mi pasión. Cuando terminó la clase, los chicos me esperaban en la puerta.

-¿Cómo te va con Daisy?- Preguntó Tom.

-La verdad que igual que siempre, prefiero sacar mis propias conclusiones cuando los vea no cuando me lo cuenten.

-Muy bien dicho.- Dijo Greg dandome una palmada en el hombro.

La mañana pasó bastante rápida comparada con la de otros martes. Cada uno fue en dirección a su destino y yo me esperé con Greg como siempre. Enseguida vino Daisy y fuimos en silencio hasta nuestra casa.

-Te quiero Niall.

-Yo también Daisy.- Nos dimos un abrazo y se fué.

Entramos a casa y la tarde pasó rápida entre deberes, estudio...

Half a heart. Niall Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora