Los rayos de sol, parecidos a los del Sebas, rebotaban en la pelambrera del rubio egocéntrico. El chileno abrió los ojos lentamente y miro a su alrededor. Luego de dos minutos noto que estaba siendo abrazado por el oji-verde (el oso(?) y se sonrojo levemente por tal acto de violación (?. Escucho que alguien abría la puerta de su habitación y se sobresalto aún mas. Pero se calmo al ver que solo era el pequeñín.
- ¿Que hacei despierto? -Dijo el castaño sobándose los ojos.
- A-alguien vino. -Sonrió mientras una persona posaba una mano en el hombro del fueguino.
-¡Hola Manu! ¡Hace un montón que no te veo! -Exclamó sonriente un paraguayo.
-¡CHUTA! -Grito asustado aferrándose al argentino.
-Oh...veo que estan ocupados -Dijo entre risas un Sebas con brillitos.
El moreno los miro confundido. El argentino comenzo a despertarse y a ver como sus primos estallaban en risas.
-¡Ah! ¡Se desperto el oso! -Comentó el señor brillitos.
-Y con el pelo tan "ordenado" -Respondió el paraguayo haciendo comillas con sus dedos.
- ¿Que carajo les pasa? -Los miro mal el oji-verde.
- Pa, tengo hambre...
-Bue, que tu mamá haga la comida...yo recien me levanto.
- ¿Viste como esta el Manu? -Pregunto el rubio uruguayo.
- No...¿Porq- -Su mirada se poso en su hombrom encontrandose con un chileno maldiciendo y aferrandose a un peculiar argento. - Che, estas re cargoso.
-Callate saco wea...
-Admiti que te encanta la posicion -Menciono el de lentes levantando y bajando sus cejas.
-Uy si... Veo que alguien no podra caminar por un largo tiempo. -Exclamó el paraguayo con una sonrisa pícara.
- C-callense que no somo' pololos...
-Aún -Gritaron al unísono los primos del rubio.
-Dios, vayanse y dejen de joder. -Martin ya estaba fastidiado de su conducta.
El fueguino se sentó al lado de sus "padres" y observó a Manu:
-Parecei una mujer Mami -Sonriente fuegino....¿Sabias que...
Ahora si estas bien muerto?
Rellenoooooo rellenoso.
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Un Techo Para Tres! ARGCHI
FanfictionEsta historia te alumbrara como el sol por tu ventana, y si no tienes,no importa v: . El alegre Martín y el enojon Manuel eran los mejores amigos del salón y, como les dicen, los "pololos" del instituto. Un día salieron juntos a dar un paseo bajo e...