Un Techo Para Tres! ARGCHI

// Capítulo 5 //

MANU POV

Mi sonrojo aumentaba, al igual que sus violentas embestidas. Mordía la almohada tratando de no emitír gemido alguno aunque de seguro hasta el tal macri nos escucho. Martín dio un par de estocadas junto con un ronco gemido para luego correrse dentro mío.

Y me desperté, rojo a más no poder y jadeando por lo bajo, miré a los lados totalmente avergonzado.

¿¡¿PORQUE CHUCHA SOÑE CON EL RUCIO ESE?!?

Me levanté de la cama vagamente para dirigirme al baño y lavarme la cara para sacarme este sonrojo de mierda.

Al salir vi al rucio puto apoyado sobre el marco de la puerta mirandome de arriba a abajo.

- ¿Que tanto me vei', saco wea? -Exclame tratando de mantener mi postura.

-...¿Porque carajo gemias mi nombre, eh? -Preguntó.

- No te importa.. -Di un suspiro-

-Si me importa, eso significa que...¿te gusto?

-N-no...significa que ayer me tome una chela...y...nada, no te metai ¿Ok? Ahora te cambiai' y bañai', que olei' pesimo... -Trate de evadir el tema, camine hacia mi habitacion, entre, cerre la puerta fuertemente y comenzé a cambiarme. Salí, fui al instituto, lo normal.

Cuando llege solte un suspiro, me sente y lanze una maldición al ver entrar al profesor.

-Muy bien, buenad tardes alumnos...abrán los libros en las páginas 145, 146, 147, 148, 149 y 150 Y realizen la actividad 1 hasta la 27. Y no hablen.

-¡Chuta! siempre ei' lo mismo.

-No pegas ni una, parce

-Mi trimestre ta' pal' gato.

- ¿Que?

-Nada, asuntos chilenis

- Si vos decis.

Le sonreí Y volvi a mis asuntos. Maldita Tarea. Maldito Profe. Malditos Todos.

Decidí no hacerla, porque a mi nunca me la pediría. ¿No?

(Puto Wattpad Por Publicarlo ;^;)

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Ya Pasaron Dos Horas Y El puto profesor sigue dando clases ¿Porque No Cierra El Hocico?

Tocó el bendito timbre y salímos
corriendo del salón, Porfin, lo que esperé tanto.

Pero.

Al salir del aula.

Recibí una mirada orgullosa de parte de Vicky. La Perra esa.

Se dio vuelta y tomó de la mano a Tincho. El le sonrió. Yo suspire, eran amigos después de todo.

Estaban muy cerca, me dolía mucho el estómago, debe ser hambre.

Y Victoria corto esa distancia con un beso. Un largo beso. Veía como movía sus lenguas empapando con saliva los perfectos labios de mi argentino.

Sentí como si me fallera un balde de agua fría. Muy fría.

Se separaron y la muy zorra lo atrajo hacia ella y lo besó una y otra vez.

Sentí algo caer por mis mejillas, espero que no se den cuenta.
 

Tuve que correr, no soportaba ver como lo devoraba.