Un Techo Para Tres! ARGCHI

// Capítulo 4 //

El sonriente fueguino rebosaba de alegría al saber que tendria una mascota. Al principio el chileno no aprobó la idea, no podrían mantenerla, pero, gracias a la magia negra de Rumanía, aceptó gustoso la oferta.

Martín, en cambio, recorría la tienda en busca de una cría de animal que le gustase a Carlitos. Y de vez en cuando coqueteaba con la cajera del lugar recibiendo golpes de Carlitos con la excusa de "Mi papi es solo de mami y no de vos".

Carlitos habia visto conejitos, gatos, perros, peces, loros, aliens, ballenas, pandicornios pero nada le gusto lo demasiado como para llevarselo a casa. Hasta que observo una oveja pequeña, la miro un rato atraves del vidrio hasta que interrumpió con un fuerte grito el coqueteo de su padre, el cual, terminó ganándose una patadita de parte del fueguino.

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Manu estaba en clase, dibujaba la mesa, tomaba apuntes, bostezaba, reía por lo que el weon de Julio hacía, mordía las lapiceras, escribía poemas pero el aburrimiento no se le iba con nada. En las 4 horas el único nombre que resonaba en su mente era "Martín". Sacudió su cabeza al imaginarse al rucio confesandole su amor, lo cual, para él, era imposible.

En el receso corto que tuvieron entabló una conversación con la ex-novia de Martín y con Arthur, el cejon. Mencionó muchas veces el tema de que tiene un hijo con el guapetón ojiverde y el cejotas se ponia rojo de la rabia y celos que tenia dentro. Victoria solo asentía, odiaba saber que su ex-pareja se la pasaba con ese chico que parecía que tenia una bolsa de papas al hablar.

Al regresar a clases. Victoria se llevo al inglés a un rincón para persuadirlo con un plan maestro.
El rubio moria de ganas de tomar de la mano al chileno y besarlo enfrente del argentino ése pero sabia que no podría y no tendría la oportunidad hasta que la chica abrió la boca.

El castaño desviaba sus pensamientos de la clase hacía Tincho, se preguntaba porque cuando despertó en casa no dejo ni un rastro de que se habia ido.

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Carlitos caminaba en la vereda con la ovejita en brazos preguntandole a su padre que nombre podrian ponerle pero este solo observaba de reojo el papel que la cajera le habia entregado.

Cuando llegaron, el argentino corrió a llamar a la "dueña de mi corazón". El fueguino revoleaba los ojos chistando mientras se sentaba en su cama a pensar que nombre podria darle a su mascota y próximamente su nuevo mejor amigo.

Manu llego agotado del instituto y cuando abrió la puerta de su apartamento vio al niño jugando con su amigo, sonrió levemente y:

- ¿Hola? ¿Rosa? ....Oh, lo lamento mucho, perdón, chau -Cortó con un rojo sonrojo mientras reía de lo nervioso que estaba.

- ¿Que chucha hiciste? -Dijo el chileno levantando una ceja y cruzando los hombros.

-Una mina me dio su número y...que hija de puta -Rió por lo idiota que fue.

- Weon flaite -Suspirando y riéndose de la idiotez hecha.

- ¡Mami! ¿Me ayudas a ponerle un nombre a mi ovejita? ¿siiiiiiiiiiiiiiii? -grito el fueguino poniendo ojos de cachorro.

-Si si si... ponele como tú.

- ¡Claro! ¿Como no se me ocurrió antes? -Preguntó el pequeño para correr en busca de su oveja.

Los dos padres sonrieron, amaban el entusiasmo de ese niño.

Pinshi victoria >:v