Una Mirada (Dramione) •EDITANDO•

Capitulo 21

Draco POV

¿Estaba seguro de lo que iba a hacer esa noche? Claro, completamente. Jamás en mi vida había estado tan decidido a hacer algo. Mi convección me hacia sentir seguro. Acaricié por última vez la cajita de terciopelo negro que estaba frente a mi, sonreí. Esta noche seria, por mucho, una de las mejores de mi vida, no podía esperar ni un minuto más a que ella llegará por esa puerta y pudiera besarla hasta que nos faltará el aire.

Me encontraba sentado en el despacho de la mansión, totalmente remodelado después de la muerte de mi padre. Mi madre se había ido a vivir con mi tía Andromeda, por lo que ahora compartía la casa con mi hermosa castaña. A pesar de que se había rehusado en un principio, me había encargado de convencerla.

Esa noche, le pediría que fuera mi esposa. Después de tanto tiempo de querer hacerlo, esa noche por fin me había decido a preguntarle, esa pregunta que cambiaría y marcaría el resto de mi vida. Deseaba con toda mi alma que aceptara, pero a pesar de estar completamente seguro, aun había una pizca de inseguridad... Y de miedo. Jamás lo aceptaría, pero temía a una respuesta negativa.

Faltaba aproximadamente 20 minutos para su llegada, ya le tenia preparada una sorpresa, que creía, le encantaría muchísimo.

-Amo Malfoy- Winky, mi elfina doméstica, apareció enfrente de mi- todo esta listo para la cena con la señorita Granger- avisó haciendo una leve reverencia y desapareció con otro "plop".

-Excelente...- sonreí y me fui a mi habitación a arreglarme para la ocasión.

Me bañe y me vestí con un traje negro y una camisa blanca, sin corbata, las odiaba. Me puse mi loción favorita, y el tiempo restante, me quede sentado en el sofá negro de la sala. Apague las luces y me quede en la penumbra total. No paso mucho tiempo hasta que escuche como la puerta principal se abría, Hermione apareció tras de ella, con una confusión grabada en su rostro. Jugándole una broma, me acerqué a ella y la tome por la cintura, girándola y besándola sorprendiéndola por el acto. Ella se rió y se entrego totalmente al beso.

-Te amo- dije aun presionando sus labios con los mios- ven, te tengo una sorpresa... Pero antes, ponte esto- le tendí una bandana y ella me miró dudosa.

-¿Para qué?- rodé los ojos.

-Te secuestrare y no puedes ver a donde te voy a llevar- dije con ironía y una sonrisa burlona en la cara- vamos, confía en mi, ¿si?- le di un último beso y le amarre la banda y me aseguré  de que no pudiera ver. Caminamos por un falta poco.

-¿Ya casi?

-Granger, Granger. Tan ansiosa como siempre- la guíe por unos escalones que daban a la terraza- llegamos- le quite la venda y ella soltó un gritito al ver lo que estaba justo en frente de nosotros. Había una mesa redonda para dos, con una decoración con velas y rosas rojas.

La terraza estaba iluminada por velas flotando, dándole un toque romántico. Le recorrí la silla y ella se sentó. Después yo hice lo mismo.

-Es... Hermoso- habló sonriendo feliz. Era todo lo que quería, ver siempre esa encantadora sonrisa en su cara.

-Lo hice por ti- tomé su mano por sobre la mesa y la mire a los ojos- desde que tu llegaste a mi vida y me di cuenta de que tu sonrisa y mirada alegraban mis días, me di cuenta de que eres la mujer que yo quiero y necesito. Te amo, Hermione Granger. Te amo y no me cansaré de decírtelo. Eres la mujer con la que quiero  amanecer  por el resto de mi vida. Lo único que necesito para ser feliz. ¿Quien lo diría, no crees?- hice un breve pausa  y tome valor para lo que seguía- tú, mi sabelotodo insufrible, tú eres la que me da la fuerza y el valor necesario para seguir día a día. Tú y solo tú me heces sentir vivo. Y ha llegado el momento para pedirte que te quedes conmigo para toda la eternidad- de mi saco de vestir, extraje una cajita de terciopelo rojo y me arrodille a un lado de su silla- nada en este mundo deseo mas, que el de que aceptes ser mi esposa. Así que... ¿Hermione Granger, aceptas ser mi esposa?- la miré expectante, ella tenia los ojos inundados en lágrimas.

-Si, aceptó...- y eso fue suficiente para mi. Me puse a su altura y selle nuestro amor con un beso tierno. Me separé y le coloque el anillo.

-Te amo, te amo, te amo- murmure volviéndola a besar.

Esa noche comenzaría realmente nuestra vida juntos, esa noche comenzaría una nueva aventura junto a la mujer que amaba, nunca me había sentido tan dichoso y feliz al mismo tiempo. Estaba seguro de una sola cosa. Que el amor entre ella y yo, duraría para toda la eternidad. Y pensar que todo comenzó por... Una mirada.

·FIN·