Niebla en las montañas

1.- Nuevo caso

El individuo fumaba tranquilamente un cigarrillo en la sala. Yo simplemente miraba hacia él, perplejo y sin saber que hacer.
¿Cómo habían conseguido enterarse de que había aceptado el caso? No hacía ni media hora de aquello, y el acusado no había salido de comisaría en ese tiempo.
La llamada me había pillado desprevenido y no sabía que hacer. Mi pulso estaba claramente acelerado y mi primer impulso fue llamar a Margaret.

-¿Sí?- dijo su voz a través del teléfono. Mi cuerpo se estremeció de alivio y tras un suspiro contesté.
-Hola Margaret, llamaba para saber si tú y Liam estáis bien.
-¿Estás bien? Solo llevas fuera de casa 2 horas, no dos días, puedo cuidarme sola cariño.
-Si, bien. Si ocurre cualquier cosa... Si alguien va a casa a molestar o ...
-Estaremos bien, a Liam le ha subido la fiebre y no lo he llevado al colegio, supongo que será un virus o algo parecido.
-Oh vaya. Compraré los medicamentos antes de ir a casa. Bueno, tengo que colgar. Y si ocurre cualquier cosa extraña, no dudes en llamarme.
-Bien- dijo y seguidamente colgó.

Suelto el móvil encima de la mesa. Travis me mira a través del humo que inunda la habitación. Le haré muchas preguntas, necesito saber si sabe algo de la persona que ha llamado antes.
-Bueno, he escuchado que es usted un abogado ejemplar. Espero que me saque de este follón, porque ya le digo yo que soy inocente. Siempre buscan a los más pobres y con antecedentes malos. Puedo asegurarle Vinn, que yo no lo hice, y es más, habrá visto mi expediente y sabe que no tengo nada que ver con violencia. ¡Sospechoso de haber matado a diez personas! Maldita barbaridad. Espero que pueda ayudarme. De verdad que lo necesito, tengo familia y ellos no pueden estar ...-lo corto antes de que pueda acabar la frase.
-Muy bien, necesito saber por qué pidió que yo fuera su abogado.
Mi cliente me mira y sonríe.
-Bueno, parece demasiado inteligente como para no poder responder usted solo esa pregunta.
Suelta una carcajada y vuelve a darle una calada a su cigarro.